Declaración conjunta de la Directora Gerente del FMI y el Presidente del Banco Mundial
Washington, DC – 7 de septiembre de 2023: Kristalina Georgieva, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, y Ajay Banga, Presidente del Grupo Banco Mundial, han emitido hoy una declaración conjunta:
“El mundo se enfrenta a importantes retos económicos, la amenaza existencial del cambio climático, así como a una transición digital, todo ello en el contexto de shocks más frecuentes, altos niveles de deuda, márgenes de maniobra reducidos para la aplicación de políticas en muchos países y tensiones geopolíticas crecientes”. La secuenciación adecuada de políticas bien diseñadas es fundamental para contribuir a acelerar el crecimiento, aliviar las disyuntivas de política y respaldar las transiciones verde y digital. Las instituciones de Bretton Woods tienen un papel crucial que desempeñar para ayudar a los países miembros a afrontar retos y aprovechar las oportunidades, colaborando estrechamente entre sí y con sus socios.
“El mundo se enfrenta a grandes retos transformadores y a shocks más frecuentes en un momento de crecientes tensiones económicas y geopolíticas. El crecimiento de la economía mundial se ha ralentizado, y las perspectivas a mediano plazo se encuentran en su peor momento de las últimas tres décadas. Los avances en la lucha contra la pobreza se han estancado mientras los conflictos y la fragilidad siguen en aumento. El mundo se enfrenta a la fragmentación geoeconómica, desastres naturales extremos exacerbados por el cambio climático y niveles de deuda pública cada vez mayor. La rápida digitalización y las transformaciones tecnológicas generan nuevos retos, pero también oportunidades. Si las reformas necesarias están bien diseñadas y programadas, las transiciones digital y verde pueden generar enormes beneficios económicos, sociales y ambientales, así como incrementar el bienestar y la prosperidad.
“Las instituciones de Bretton Woods, con su dimensión universal y sus conocimientos especializados, están bien preparadas para desempeñar un papel decisivo a la hora de ayudar a los países a afrontar estos retos. Los retos son demasiado grandes como para que ningún actor pueda abordarlos en solitario. Las instituciones financieras internacionales, los gobiernos nacionales, las fundaciones filantrópicas, así como el sector privado, deben actuar de forma concertada. Trabajando juntos, El FMI y el Banco pueden desempeñar un papel catalizador en este esfuerzo colectivo más amplio, como ya han hecho en el pasado. Las instituciones de Bretton Woods se crearon en 1944 para ayudar en la reconstrucción de la economía mundial, devastada por la depresión mundial y la guerra. A medida que la economía mundial ha ido cambiando en los últimos 80 años, el Banco y el FMI han continuado adaptándose y colaborando de forma estrecha para atender las necesidades de sus países miembros.
“Estamos decididos a aumentar nuestra colaboración para lograr beneficios tangibles para las personas, las empresas y las instituciones de nuestros países miembros.
“Para ello, partiremos de nuestros respectivos mandatos y conocimientos: la experiencia y las competencias diversas del Banco Mundial, como el crecimiento sostenible y la transformación estructural, así como su importante presencia en los países que recurren a sus servicios; y el FMI, con sus capacidades para respaldar la estabilidad macroeconómica y financiera, así como para fomentar condiciones económicas propicias para el crecimiento y la sostenibilidad. Coordinaremos estrechamente nuestras actividades a nivel internacional, regional y nacional para asegurar que nuestros recursos se desplieguen con eficiencia y eficacia, con la motivación de obtener resultados en beneficio nuestros países miembros.
“Para ello, tomaremos como punto de partida nuestro largo historial de actuaciones conjuntas y marcos de colaboración. En el pasado, estos esfuerzos han fortalecido la coordinación del asesoramiento sobre políticas para los países y la creación de iniciativas y programas conjuntos. Ejemplos de ello son nuestras evaluaciones conjuntas de la solidez del sector financiero en las economías de mercados emergentes y en desarrollo y de la sostenibilidad de la deuda en países de ingreso bajo; también, los marcos de colaboración más amplia, como el Concordato de 1989 y el Plan Ejecutivo Conjunto de Acción de 2007.
“Ahora, debemos ampliar aún más nuestra colaboración, en particular en los ámbitos del cambio climático, el resurgimiento de las vulnerabilidades relacionadas con el endeudamiento elevado y la transición digital.
“Cambio climático. El cambio climático es una amenaza para la paz mundial, la seguridad, la estabilidad económica y el desarrollo. Para hacer frente a este reto, nuestras instituciones deben ayudar a todos nuestros países miembros a integrar sus objetivos climáticos y de desarrollo. Dado el carácter esencial de este ámbito de trabajo, afianzaremos la colaboración entre el Banco y el FMI sobre una base más estructurada e institucionalizada.
- El Banco y el FMI fomentarán la complementariedad y las sinergias en sus trabajos relacionados con el cambio climático. La actualización del mandato básico del Banco Mundial sitúa el cambio climático, de forma explícita, entre los ámbitos centrales de las iniciativas del Banco, y se apoya en la actual labor plurianual sobre acción por el clima y desarrollo. Sobre la base de su Plan de Acción sobre el Cambio Climático, los informes sobre el clima y el desarrollo de los países y un extenso trabajo de políticas a nivel de país, el Banco Mundial ofrece asesoramiento de política económica en temas climáticos a los países miembros, apoya las reformas de políticas mediante préstamos para políticas de desarrollo y facilita financiamiento para inversiones específicas a nivel sectorial mediante préstamos para inversiones y programas orientados a resultados. El FMI ha adoptado una nueva estrategia climática que incluye la cobertura de los temas climáticos esenciales para la situación macroeconómica como parte de las consultas del Artículo IV, así como la ampliación de la asistencia técnica en ámbitos en los que cuenta con conocimientos especializados. También ha creado el Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad (FFRS), que proporciona financiamiento asequible a largo plazo para países vulnerables que estén implementando reformas climáticas esenciales desde el punto de vista macroeconómico. Ambas instituciones albergan satisfactoriamente de forma conjunta a la Secretaría de la Coalición de Ministros de Finanzas para la Acción Climática.
- Las dos instituciones continuarán mejorando la coordinación y se centrarán en los resultados. Además, formalizarán las reuniones periódicas del nuevo Grupo Asesor sobre el Clima del Banco y el FMI, que se encarga de garantizar la coordinación de nuestras líneas de trabajo relacionadas con el clima. Este grupo se reunirá cada dos meses para analizar las actividades a escala mundial y nacional, entre otras cosas, los resultados de los informes sobre el clima y el desarrollo, los análisis climáticos nacionales y la cartera de proyectos clave y préstamos en apoyo de políticas (los préstamos para políticas de desarrollo del Banco Mundial y los compromisos en el marco del FFRS del FMI). También, incorporaremos consideraciones climáticas en nuestro trabajo actual sobre sostenibilidad de la deuda, para lo que, entre otras cosas, revisaremos el Marco conjunto de sostenibilidad de la deuda para países de ingreso bajo.
“Vulnerabilidades de la deuda. El Banco y el FMI llevan mucho tiempo colaborando estrechamente en temas de deuda, tanto en su labor operativa a nivel nacional como internacional. El actual contexto de elevadas vulnerabilidades de la deuda subraya la urgencia de intensificar la colaboración, aprovechando nuestros ámbitos respectivos de especialización. Ampliaremos nuestra labor conjunta para ayudar a evitar que sigan acumulándose vulnerabilidades de la deuda ayudando a los países a reforzar la transparencia, la gestión de la deuda y las finanzas públicas, y también mejoraremos el Marco conjunto de sostenibilidad de la deuda para países de ingreso bajo con el fin de reflejar mejor los retos actuales. Además, intensificaremos nuestro apoyo a los acreedores y deudores implicados en la reestructuración de la deuda y seguiremos trabajando con nuestros socios para mejorar los procesos de reestructuración, por ejemplo, en el contexto del Marco Común, sobre la base del trabajo que iniciamos en la Mesa Redonda Mundial sobre la Deuda Soberana.
“Transición digital. La actual transición digital se encuentra a la vanguardia del desarrollo y ofrece una oportunidad única para que los países aceleren el crecimiento económico y dar a los ciudadanos acceso a servicios y empleos. Aun así, en 2022, casi 3.000 millones de personas siguen sin acceso a Internet, la gran mayoría en países en desarrollo, y las enormes disparidades en el uso de productos digitales entre países y dentro de ellos siguen siendo un problema. El Banco Mundial colabora con los gobiernos de los países emergentes y en desarrollo para abordar los obstáculos regulatorios y de infraestructura a la inclusión y la transformación digitales, para promover la inclusión financiera y los sistemas de pago de bajo costo y para extender la digitalización de las operaciones y servicios públicos. El FMI se centra en apoyar la transformación digital en el sector financiero con el fin de fomentar un uso más amplio de las nuevas tecnologías financieras, sin descuidar la integridad y estabilidad del sistema financiero. Redoblaremos nuestros esfuerzos conjuntos para ayudar a los países a mejorar la eficiencia de los sistemas de recaudación de ingresos públicos y de gestión del gasto y a aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías digitales, mitigando al mismo tiempo los riesgos. Esto incluirá la búsqueda de formas para mejorar los pagos transfronterizos, fomentando la aplicación de la hoja de ruta del G20 para reforzar los pagos transfronterizos y velar por que las innovaciones en los pagos estimulen el crecimiento, la reducción de la pobreza y la creación de empleo.
“El Banco y el FMI trabajarán con los accionistas y los socios para movilizar los importantes recursos necesarios para afrontar los complejos retos a los que se enfrenta el mundo en la actualidad. Para ello, hacen falta recursos tanto internos como externos. Con este fin, incrementaremos nuestro apoyo para ayudar a los países a reforzar su política y administración tributarias y sus instituciones fiscales, de modo que el gasto público sea eficiente y que la gestión financiera pública y de la deuda sea sólida, y seguiremos trabajando para fortalecer los mercados financieros nacionales.
“La comunidad internacional puede, y debe, unirse para hacer frente a los retos mundiales. El FMI y el Banco Mundial se han comprometido a impulsar este esfuerzo común”.