El transporte público es esencial para acceder a empleos y servicios. Sin embargo, muchas mujeres no pueden aprovechar plenamente las oportunidades que ofrece el transporte público, o se abstienen de usarlo por completo, del miedo a experimentar violencia de género durante su viaje.De hecho, alrededor del 80% de las mujeres temen sufrir hostigamiento en los vehículos de transporte público o en las terminales, y la mayoría dice sentirse más segura en la calle que en el transporte público.Para crear conciencia y comenzar la conversación sobre el tema, el Banco Mundial y la Asociación Internacional de Transporte Público han unido fuerzas para lanzar la campaña “Transporte público para mí”, o # PT4ME.Karla González, experta del Banco Mundial sobre los vínculos entre transporte y cuestiones de género, comparte más información sobre la campaña en el programa “Ciudad Chévere”, de la Unión de las Ciudades Capitales de Iberoamérica, y describe cómo algunas ciudades de América Latina y más allá están empezando a abordar la violencia de género en sus sistemas de transporte público.
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