Cuando se trata de situaciones de fragilidad y conflicto, usted quizás piense en los cascos azules o los actores no gubernamentales. Pero, dada la creciente concentración de pobreza extrema en países afectados por fragilidad, conflicto y violencia, el Banco Mundial está intensificando su participación, y lo hace movilizando recursos y personal hacia las comunidades que más los necesitan para reducir la pobreza y promover el desarrollo económico. El Banco Mundial, desde su creación en la década de 1940, ha trabajado para ayudar a los países tras épocas de conflictos y violencia. De hecho, el primer préstamo del Banco fue otorgado a Francia después de la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, el Banco Mundial ha evolucionado y ahora está reorientándose hacia los países afectados por situaciones de fragilidad, conflicto y violencia, donde se proyecta que vivirá alrededor de la mitad de las personas extremadamente pobres del mundo en 2030. Para saber más sobre la primera estrategia del Banco Mundial que aborda la pobreza en zonas frágiles y afectadas por conflictos, vea la entrevista al experto Frank Bousquet.
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