“Estamos ante la crisis de educación más grave de los últimos 100 años”. Estas palabras son de Emanuela Di Gropello, gerente de la práctica de Educación en América Latina y el Caribe, quien en el marco del evento sobre la importancia de la inversión en una educación infantil temprana de calidad en América Latina y el Caribe, realizado en El Salvador el pasado mes de diciembre, concede esta entrevista sobre el tema.
¿Qué es la educación infantil temprana y por qué es importante invertir en ella?
La educación infantil temprana es ese ciclo educativo que cubre a los niños más pequeños. Y es fundamental invertir en educación infantil temprana, porque es ese nivel educativo el que desarrolla realmente todas las capacidades cognitivas y socioemocionales de base para los niños, además de las funciones ejecutivas. Y estas competencias, los niños se la llevan para toda su vida.
¿Cuáles son los principales retos para la educación infantil temprana en América Latina y el Caribe?
El primer reto, tal vez, es el del financiamiento. Por supuesto que la educación no es solo una cuestión de recursos, pero los recursos sí son importantes. Y cuando vemos que países gastan en promedio entre el seis y el diez por ciento de su presupuesto educativo en educación temprana, esto llama la atención: ¿por qué gastan tan poco en el nivel educativo más importante?
Ahora, el más importante de todos, es el reto de la calidad. Una educación temprana donde realmente los niños aprendan, empiecen a aprender, donde los modelos pedagógicos sean efectivos; donde los formadores, los maestros estén preparados; donde los ambientes de aprendizaje realmente estén seguros, y propicios para el aprendizaje. Y, desafortunadamente, vemos que todavía no está enfocado desde ese punto de vista.
Y, además, vemos que los niños de menor ingreso a veces sufren también de una educación temprana de menor calidad.
Y en medios de estos retos, ¿se vislumbra alguna oportunidad?
Por supuesto que se vislumbra una oportunidad. Realmente, en ese contexto, la educación infantil, la educación temprana, puede y tiene que jugar papel fundamental. No habrá recuperación si realmente no empezamos por la base, si no empezamos por los niños más chicos.
¿Cuál es la clave para el equilibrio entre este empuje que hay que dar a la educación infantil temprana, y continuar atendiendo el resto de ciclo de vida del estudiante?
Lo fundamental que hay que entender es que si hay una inversión costo efectiva, es una inversión en la pequeña infancia. O sea, entre todos los niveles educativos, si desarrollas y formas bien a los niños, cuando están muy chicos, ellos van a tener esa trayectoria educativa y de vida exitosa. De lo contrario, va a ser muy difícil después recuperar lo que ellos no han adquirido.
Esto no significa que no hay que seguir fortaleciendo a los otros niveles educativos. Por supuesto que hay que hacerlo, pero sin un fortalecimiento de la pre-primaria va a ser difícil.
Entrevistador: Álvaro G. de Pablo, Asociado de Comunicaciones en el Banco Mundial