En este video, José Mauricio Pineda, ministro de educación de El Salvador, y Alexandra Posada, jefa de la primera infancia del despacho de la Primera Dama y presidenta del Instituto Crecer Juntos explican la apuesta del país por la primera infancia.
¿Cuáles son las acciones concretas que destacarían dentro de esta apuesta que ha hecho El Salvador por la Educación Infantil Temprana?
No solamente hemos aprobado la ley Crecer Juntos y antes su política, sino que además otras leyes que benefician a la primera infancia, como por ejemplo la ley Nacer con Cariño. Y si queremos agregar más, tenemos también la creación del Instituto Crecer Juntos, que se encarga de vigilar que todo lo que nosotros hemos puesto, no solamente en educación, sino en salud y de una manera, digamos, holística, en todo el cuidado y la atención de nuestros niños en esa edad.
Lo que nosotros no hagamos por nuestros niños de 0 a 3 años no lo vamos a recuperar nunca, eso lo perdimos. Y obviamente sabemos que tiene un costo muy alto para la sociedad.
¿Cuáles son las razones, un poquito antes en el proceso, que llevan a El Salvador a apostar por esta educación infantil temprana?
Tenemos una población muy grande, de niños y niñas entre cero y siete años. Estamos hablando de más de 800.000 niños, y esto representa una oportunidad de oro para realmente potenciar nuestro capital humano. Cambiar, tener un antes y un después en El Salvador.
¿Cuáles son los elementos clave para garantizar su calidad?
Hemos comenzado, comencemos bien y por el principio, a formar a nuestros docentes de la primera infancia. Antes de eso, el tema de los espacios. Nosotros creemos que los espacios de aprendizaje, más que espacios, deben ser sistemas, sistemas que permitan gestionar que se aprenda. Y en esto tiene un rol muy importante el docente.
Además, la familia también entra con un rol muy importante. No podemos pensar en una educación de calidad si no incluimos a nuestros padres de familia, los padres de familia de nuestro niños. No es lo mismo que un niño coja su libro y empiece a leer sentado en un sillón o en una butaca, a que el niño comience a leer, sentado en la pierna de su papá o de su mamá.
¿Cómo visualiza El Salvador el futuro de la educación infantil temprana?
Accesible, para poder llegar hasta el último rincón. Tenemos una gran deuda. Hay niños que tienen unas condiciones en particular por su demografía, por su estructura de hogar, que requieren de cierta atención, diferente a otros que tienen quizás un hogar estable y un nivel socioeconómico diferente. Todos necesitan recibir atenciones de calidad.
Sin embargo, la forma en que tú le llevas la atención, debe ser pertinente a las necesidades de cada uno de ellos. De nada nos sirve invertir millones y millones en infraestructura, equipos e insumos si no arreglamos desde la raíz lo medular, qué es lo que ocurre dentro de estos espacios, las formas, el capacitar a los docentes, a los agentes de atención a la primera infancia, es sumamente fundamental.
Todos estamos conectados, todas las instituciones.
Esta entrevista fue realizada en el marco de un evento sobre la importancia de invertir en la educación infantil temprana llevado a cabo en El Salvador.
Entrevistador: Álvaro G. de Pablo, Asociado de Comunicaciones en el Banco Mundial