Entrevistamos a Juan Maragall, especialista en educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en El Salvador, quien comparte las que para él son las claves para una educación infantil de calidad: inversiones focalizadas y la atención a las interacciones.
¿Por qué es importante invertir en la calidad de la educación infantil temprana?
La calidad de la educación infantil temprana determina en buena medida el futuro escolar de las personas, y en la medida que estén mejor preparados los niños al momento de ingresar a la escuela, incrementamos sus probabilidades de tener éxito, de tener una escolaridad completa, una trayectoria completa, y tú incrementas sus posibilidades de tener un proyecto de vida exitoso y de incorporarse de manera productiva a la sociedad.
Ahora, el gran reto que tenemos en la primera infancia es que tenemos que hacer unas inversiones focalizadas en quienes más lo necesitan. Tenemos que ajustar un nivel, una oferta de calidad, con los recursos que disponemos, porque en la Latinoamérica tenemos serias limitaciones de recursos, pero si tú logras, con los recursos que tienes, hacer una oferta de calidad en las poblaciones focalizadas, se puede marcar una gran diferencia en el futuro de las personas y en el futuro del desarrollo de ese país.
¿Qué recomendación daría a los países que están rediseñando su sistema de educación infantil temprana?
Yo creo que tienen que poner atención primero a que la calidad de la atención temprana tiene un componente estructural y otro que está asociado a la interacción de las personas con los niños. Hay que poner especial atención en la interacción y formar muy bien a las personas que atienden a los niños, apoyarlos, acompañarlos, proveerlos de estándares de desarrollo, proveerlos de guías orientadoras sobre cómo debe ser esa interacción. Tanto al que atiende al niño y primera infancia en los centros institucionales como apoyar a las familias en ese proceso.
Es importante entender que la calidad tiene que ver con la interacción y que tenemos que fortalecer y mejorar esas interacciones. Buscar modalidades de atención que se adecúen a lo que realmente necesitan los niños y ciertos sectores sociales con las posibilidades de lo que yo como Estado como país puedo ofrecerles.
Entrevistador: Álvaro G. de Pablo, Asociado de Comunicaciones en el Banco Mundial