Colombia enfrenta tres transiciones climáticas críticas, al tiempo que recorre un camino complejo hacia un futuro más próspero y equitativo. En primer lugar, deberá pasar de ser una economía vulnerable al cambio climático a una economía más resiliente. En segundo lugar, tendrá que atravesar la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono en el contexto de su meta declarada de cero emisiones netas para 2050, que posicionaal país entre los más ambiciosos de América Latina en lo que respecta a sus aspiraciones climáticas. En tercer lugar, deberá diseñar una transición en un mundo cambiante que demandará una menor cantidad de las principales exportaciones del país —petróleo y carbón— y más productos verdes.
El país es altamente vulnerable al cambio climático. Incluso si las temperaturas mundiales aumentaran solo 1,5 °C, el número de personas afectadas por inundaciones en Colombia se triplicaría, mientras que para 2050 la cantidad de días muy calurosos se multiplicaría casi por seis y las disrupciones de la infraestructura causadas por el clima podrían afectar a un 60 % más de colombianos. Además, como productor de combustibles fósiles, para 2050 Colombia podría perder hasta el 10 % de sus ingresos por exportaciones, hasta el 6 % de sus ingresos gubernamentales y hasta el 8 % de su producto interno bruto (PIB) como resultado de la descarbonización mundial.
Si bien la contribución del país a las emisiones globales es relativamente baja, sus emisiones totales de gases de efecto invernadero han ido en aumento, impulsadas principalmente por los sectores del transporte, la agricultura, los desechos, la energía y, más recientemente, por la deforestación.
En el Informe sobre clima y desarrollo del país del Grupo Banco Mundial no se observaron contradicciones entre la agenda climática y la de desarrollo de Colombia, ya que las medidas que requieren cada una de ellas se refuerzan mutuamente. De hecho, el país puede construir un futuro más próspero, más verde y más resiliente si pasa a un modelo de desarrollo basado en la acción climática, la innovación y el aumento de la productividad.
¿Por qué es importante acelerar la acción climática en Colombia?
- La deforestación pone en peligro una biodiversidad muy valiosa y da lugar a la pérdida de servicios ecosistémicos clave, como la regulación de la temperatura, la retención de agua y el suministro de alimentos.
- Se espera que el cambio climático afecte aún más la ya escasa productividad del sector agrícola, que representa el 60 % del empleo en las zonas rurales.
- Los riesgos climáticos y de desastres representan, de lejos, el mayor pasivo contingente de Colombia, ya que podrían llegar a generar un impacto en la actividad económica equivalente al 4,4 % del PIB.
- El país está altamente expuesto a daños en lainfrastructura crítica para el país, que generan interrupciones en servicios básicos como la generación y transmisión de electricidad, el transporte, y el submistro de agua potable.
- El bienestar de los colombianos está en juego, ya que el aumento del estrés térmico, el incremento de la prevalencia de enfermedades transmitidas por vectores y la baja en la calidad del aire afectarán la salud, la productividad y los resultados del aprendizaje.
Oportunidades de Colombia para un desarrollo resiliente y bajo en carbono
En el Informe sobre clima y desarrollo del país del Grupo Banco Mundial se incluyen recomendaciones de política para lograr un desarrollo resiliente y equitativo, que requerirán reformas rápidas y de gran alcance en una amplia gama de temas.
En primer lugar, mejorar la coordinación entre organismos y niveles de Gobierno. En segundo lugar, reducir drásticamente la deforestación, transformar el sector agrícola para hacerlo climáticamente inteligente, invertir en sistemas de energía y transporte resilientes y con bajas emisiones de carbono, garantizar que los sistemas de protección social amortigüen eficazmente los impactos climáticos en las personas vulnerables e invertir en una transición justa a medida que disminuya la demanda de combustibles fósiles. En tercer lugar, aumentar los ingresos fiscales para que el gobierno pueda costear su parte de la inversión climática. Y en cuarto lugar, poner a toda la economía, especialmente al sector privado, en condiciones de hacer su parte para que Colombia avance en su transición climática.
Si bien el costo de implementar la agenda climática no es menor, hacerlo traerá beneficios económicos netos por un valor de USD 7000 millones entre 2023 y 2050 y un mayor crecimiento e ingresos de los hogares para 2050, con una inversión adicional estimada en USD 92 000 millones.
De hecho, la acción climática no entrará en contradicción con la agenda de desarrollo más general de Colombia, la cual busca elevar los niveles de vida, pero aumentará la urgencia para implementar las reformas necesarias. Además, con las reformas adecuadas, el sector privado podría aportar hasta USD 74 000 millones de la inversión adicional necesaria para la acción climática.
El Grupo Banco Mundial está listo para apoyar la transición climática de Colombia identificando oportunidades para la inversión, reformas de políticas, desarrollo de capacidades, análisis y movilización de financiamiento. Para obtener más información, consulte el informe completo aquí.
