El cambio climático ya está afectando a América Latina y el Caribe y amenaza con revertir la lucha contra la pobreza extrema. En los últimos años, la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos están aumentando en la región, con recurrentes incendios catastróficos, huracanes, inundaciones y sequías.
- Los eventos climáticos reducen los ingresos de los más pobres de la población en más del doble del promedio de la población de América Latina y el Caribe y podrían arrastrar a la pobreza extrema a entre 2,4 y 5,8 millones de personas en la región para el 2030.
- El costo de las interrupciones en los servicios de infraestructura supera el 1% del PIB en promedio en la región y hasta un 2% en varios países de Centroamérica.
- Sin una acción climática concertada, para 2050, más de 17 millones de personas en América Latina y el Caribe podrían verse obligadas a desplazarse para escapar de los efectos del cambio climático, lo que aumentaría la migración a las ciudades hasta en un 10 %.
América Latina y el Caribe representa el 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, pero esta contribución aumentaría si los países de altos ingresos redujeran las emisiones mientras la región sigue con el desarrollo habitual.
Para ayudar a los países a acelerar el camino hacia el desarrollo sostenible, el Banco Mundial lanzó la Hoja de Ruta para la Acción Climática en América Latina y el Caribe 2021-25. Este informe ofrece un panorama regional de las posibles oportunidades nuevas y transformadoras para la participación del GBM en el fortalecimiento de la resiliencia a los impactos climáticos, la consecución de los objetivos nacionales de mitigación del cambio climático y la facilitación de la transición hacia economías con bajas emisiones de carbono.
Su objetivo es orientar la respuesta del Grupo del Banco Mundial para ampliar la acción climática transformadora en la región.
El informe del Banco Mundial destaca varias áreas prioritarias para acelerar la acción climática en la región:
- Gestionar los paisajes, la agricultura y los sistemas alimentarios que incluyan cadenas de valor sin deforestación.
- Descarbonizar la generación de energía, los sistemas de transporte y la industria manufacturera, reduciendo al mismo tiempo las interrupciones de la infraestructura.
- Hacer que las ciudades sean más resistentes a las perturbaciones climáticas y reducir las emisiones urbanas.
Apoyando al mismo tiempo acciones transversales que:
- Ayuden a las poblaciones vulnerables a adaptarse al cambio climático
- Promover el crecimiento verde.