Contexto
La contaminación marina es una amenaza para la resiliencia de la región al cambio climático y su economía, particularmente para los países del Caribe y Centroamérica. Los ecosistemas marinos proporcionan una fuente vital de alimentos y medios de subsistencia para muchos países de América Latina y el Caribe a través de la pesca, el turismo, el transporte marítimo, la acuicultura, los puertos y la energía.
La contaminación marina en forma de plásticos, aguas residuales, productos químicos y otros subproductos representan un riesgo para la pesca y el turismo, de los que dependen muchas economías del Caribe. La pesca es una fuente vital de empleo, ingresos y seguridad alimentaria para muchas comunidades locales. El turismo representa el 15,2% del PIB en el Caribe y más del 50% en algunos países, como Granada.
Sin embargo, los arrecifes de coral, de enorme valor por su biodiversidad y atractivo para la industria del turismo, se están degradando por el aumento de la temperatura del mar y la contaminación marina. A menudo se encuentran miles de fragmentos de plástico en las aguas del Caribe, que representa casi el 80% de la basura total. La cantidad de plástico que se encuentra en las playas del Caribe supera con creces el promedio mundial, con 2.014 artículos de basura por kilómetro, frente a los 573 en todo el mundo.
Esto representa una pérdida de ingresos potencialmente duraderos para los países afectados: los estudios muestran que los turistas están dispuestos a pagar mucho más para vacacionar en playas limpias y rara vez regresarán a las que están llenas de basura. La basura plástica también afecta la salud pública de la región al albergar mosquitos y perpetuar enfermedades como el dengue, el chikungunya y el zika.
Para la región es fundamental reconocer la importancia de combatir la contaminación marina y aprovechar la economía azul para la resiliencia climática y la reducción de la pobreza. Muchos países han prohibido la espuma de poliestireno y otros tipos de plásticos de un solo uso. El Banco Mundial ha apoyado este tipo de reforma a través de instrumentos como préstamos para políticas de desarrollo.
El Proyecto Regional del Paisaje Oceánico del Caribe, financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, apoya a cinco pequeños estados del Caribe Oriental para fortalecer su capacidad de gobernanza oceánica y planificación geoespacial costera y marina. Mejorar la gobernanza y la planificación de los océanos puede ayudar a aliviar el aumento de la contaminación marina y costera asociada con el uso excesivo y el rápido desarrollo. Liberar la economía azul del Caribe Oriental (UBEC, por sus silgas en inglés) es un proyecto de US$60 millones diseñado para el Caribe y beneficia a Granada, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas. El proyecto,cofinanciado por PROBLUE, un fondo fiduciario de múltiples donantes, busca fortalecer la gestión y la resiliencia de los activos marinos y costeros, para ayudar a estos países con su ambición de pasar de ser pequeños estados insulares en desarrollo a grandes estados oceánicos.
El Banco Mundial ha apoyado el trabajo de conocimiento en la región para evaluar el problema de la contaminación marina, particularmente en los estados pequeños y dependientes del turismo en el Caribe, y hacer recomendaciones de políticas para abordar el problema, incluido un estudio detallado sobre la contaminación marina en el Caribe.
Última actualización: May 31, 2023