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RESEÑA10 de octubre de 2024

Gestión Financiera del Riesgo de Desastres: fortalecer las finanzas públicas y promover la resiliencia

Consecuencias del Huracán Fiona en Bávaro, Punta Cana, República Dominicana. Foto: Shutterstock

Impact of Hurricane Fiona on Bavaro, Punta Cana, Dominican Republic. Photo: Shutterstock

Los países de la región de Centroamérica y la República Dominicana presentan una alta vulnerabilidad y exposición a todo tipo de amenazas naturales, las cuales se ven intensificadas por los efectos del cambio climático. Los eventos hidro-meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes e intensos, por lo que se estiman mayores pérdidas en las infraestructuras y los servicios esenciales, afectando más a las poblaciones vulnerables que tienen menor capacidad para enfrentar y recuperarse de los desastres.

En ese escenario, se hace más importante la Gestión Financiera del Riesgo de Desastres (GFRD), que es la práctica de desarrollar marcos legales e institucionales para la sostenibilidad financiera frente a desastres, implementar políticas y operaciones de protección financiera y fortalecer o crear capacidades con antelación. Todo ello para asegurar que los fondos estén disponibles y se utilicen eficazmente, respondiendo de manera rápida y permitiendo la recuperación oportuna de los servicios esenciales, como por ejemplo la energía, el transporte y el agua potable, y una adecuada reconstrucción de los activos afectados.

Como parte de este enfoque, la Gestión Financiera del Riesgo de Desastres ayuda a los países a reducir las obligaciones generadas a consecuencia de los desastres, es decir, sus pasivos contingentes. Los pasivos contingentes soberanos son las obligaciones financieras derivadas de las pérdidas económicas por el impacto de amenazas como inundaciones, huracanes o sismos en los distintos sectores sociales (salud, educación, vivienda) y de infraestructura (transporte, hidráulico, entre otros). Por ejemplo, eventos como las tormentas Amanda y Cristóbal en El Salvador causaron daños en infraestructura de caminos, puentes y escuelas de 800 millones de dólares y aumentaron la pobreza entre un 8 y 10%.

Herramientas financieras para ayudar ante desastres

La Gestión Financiera del Riesgo de Desastres combina instrumentos financieros para brindar protección frente al riesgo.

Los instrumentos de financiamiento son aquellos basados en créditos que representan una deuda por pagar:

  • Líneas de crédito contingente: brindan a los gobiernos acceso inmediato a fondos de un préstamo cuando ocurre un desastre, considerando que las condiciones financieras son pactadas antes de que el evento se produzca. Un ejemplo de este tipo de instrumentos son los préstamos con una opción de desembolso diferido ante catástrofes (CAT DDO, por sus siglas en inglés), que permite a los países tener acceso inmediato a fondos después de un desastre tras  un acontecimiento natural adverso.
  • Componente Contingente de Respuestas a Emergencias (CERC, por sus siglas en inglés): es un mecanismo financiero ofrecido por el Banco Mundial como parte de su Financiamiento para Proyectos de Inversión (IPF, en inglés) a los países. Los CERC permiten a los países acceder rápidamente a fondos que fueron asignados a un proyecto de inversión y utilizarlos para respuesta y recuperación frente a emergencias.
  • Crédito post-desastre: es otra opción de financiamiento que implica que los gobiernos pidan crédito después de un desastre para poder enfrentar los daños y pérdidas. Esto podría incluir préstamos nacionales o internacionales o préstamos de entidades bilaterales o multilaterales.

Los instrumentos de retención son aquellos que utilizan recursos públicos propios:

  • Fondos de contingencia/asignaciones presupuestarias: pueden ser fondos de reserva destinados a financiar pérdidas por desastre. Los fondos provienen de asignaciones presupuestarias de diferentes fuentes, como gobiernos nacionales o locales, organismos internacionales, o una combinación de estos.
  • Reasignaciones presupuestarias: consisten en la transferencia de fondos de una categoría presupuestaria a otra sin aumentar el monto total de gasto.

Los instrumentos de transferencia del riesgo utilizan el capital de entidades privadas:

Los instrumentos de transferencia del riesgo incluyen seguros y reaseguros o mecanismos del mercado de capitales como los bonos de catástrofe. Con este tipo de instrumentos, el Gobierno comparte los riesgos asociados con un desastre a una entidad privada ya sea de manera parcial o total, pagando un costo denominado prima.

Un ejemplo lo representan los seguros contra huracanes y terremotos que ofrece el Fondo de Seguro contra Riesgos Catastróficos del Caribe (CCRIF, en inglés) en Centroamérica y el Caribe, con los cuales los países cubren su prima y al momento del desastre es la entidad aseguradora quien se hace cargo de los daños, como sucedió recientemente con Guatemala.

Apoyos del Banco Mundial a Centroamérica y la República Dominicana ante desastres

Durante la última década, el Banco Mundial se ha convertido en el líder global en gestión del riesgo de desastres, apoyando a los países en la evaluación de la exposición a los peligros y la forma de abordar los riesgos promoviendo un enfoque integral y multisectorial.

Como principal promotor de la Gestión Financiera del Riesgo de Desastres, el Banco Mundial promueve el uso de los instrumentos de financiamiento e inversión que buscan aumentar la resiliencia de los países vulnerables frente al impacto financiero de los desastres y garantizar el acceso al financiamiento post desastre, asegurando un proceso rápido y eficiente para financiar los esfuerzos de recuperación y reconstrucción.

El Banco Mundial brindó apoyo a 7 países de la región de América Central y República Dominicana en la Gestión Financiera del Riesgo de Desastres. El apoyo consiste en facilitar asistencia técnica para la formulación de estrategias de gestión financiera y planes operativos de implementación, así como acciones para la estimación y cuantificación de pasivos contingentes a través de recursos propios y con el apoyo financiero del Fondo Multidonante del Programa de Aseguramiento contra Riesgo Catastrófico en Centroamérica y el Caribe, y con recursos de la Cooperación de Japón.

Algunos ejemplos del trabajo del Banco Mundial para la Gestión Financiera del Riesgo de Desastres en la región:

  • En total, en la región se han puesto a disposición de los países 370 millones de dólares en Cat DDO: II Cat DDO Panamá US$100 millonesII Cat DDO Costa Rica US$160 millonesII Cat DDO Honduras US$110 millones.
  • 350 millones de dólares en Préstamos de Respuesta a Emergencia: para Honduras US$150 millones, y para República Dominicana US$200 millones.
  • En 2024, el Banco Mundial aprobó un Préstamo para financiamiento de proyectos de inversión de USD 370 millones para la reconstrucción de infraestructura dañada y para fortalecer la capacidad de Costa Rica en la gestión de riesgos de desastres, apoyando la creación de infraestructuras y servicios más resilientes a los eventos climáticos.
  • Desde el año 2007, 16 países insulares del Caribe se unieron para formar un fondo regional de seguros contra riesgos, el Fondo de Seguro contra Riesgos Catastróficos del Caribe (CCRIF, por sus siglas en inglés), con la asistencia técnica del Banco Mundial y la capitalización inicial de la comunidad internacional de donantes y el Banco Mundial. Belice, Guatemala y Panamá cuentan con seguros paramétricos del CCRIF vigentes para sismos, huracanes y exceso de lluvia.

Evento en vivo: Gestión financiera para el riesgo de desastres para la resiliencia