Mensajes claves
Capítulo 1 | Dar vuelta a la página de las disrupciones pandémicas: es hora de abordar los desafíos a largo plazo
Si bien las estimaciones de crecimiento son ligeramente superiores a las anteriores, América Latina y el Caribe muestra un dinamismo menor al resto de las regiones del mundo. Aún así, varios desafíos persisten, tales como corregir los desequilibrios fiscales y reducir la deuda, recuperar el poder adquisitivo y retomar los avances logrados en reducción de la pobreza durante la década anterior. Tampoco se vislumbra la posibilidad de un crecimiento sustancialmente mayor, algo que ayudaría a enfrentar estos desafíos. La inversión, tanto pública como privada, sigue siendo baja, mientras que los datos sugieren que la región podría estar perdiendo el tren del nearshoring y el friendshoring , la práctica de llevar las operaciones en el exterior a países cercanos o con buenas relaciones.
La superación de los desequilibrios pospandémicos abre una valiosa oportunidad para abordar una agenda de reformas largamente postergada. Esta agenda, crucial para el progreso del país, abarca áreas clave como infraestructura, educación, regulación, competencia y política tributaria. A corto plazo, la rigidez en los niveles de pobreza y desigualdad está llevando a algunos gobiernos a recurrir a medidas más directas, como un incremento del salario mínimo para asistir a los más vulnerables, con consecuencias tanto positivas como potencialmente negativas, en caso de no ser precavidos. También, surgen preocupaciones en torno a una dimensión particular de la pobreza: la inseguridad alimentaria y el costo de la alimentación no saludable.
Capítulo 2| ¿Por qué gravar la riqueza?
Los impuestos a la riqueza pasaron al primer plano de la agenda mundial donde son vistos como una herramienta para reducir la desigualdad, incrementar los recursos para luchar contra el calentamiento global y mejorar la gobernanza mundial. También tienen el potencial de mejorar el crecimiento, desplazando la carga tributaria desde inversiones productivas hacia activos que tienen un impacto posiblemente menos negativo sobre el dinamismo económico. Si bien una mayor utilización de los impuestos a la riqueza tiene el potencial de abordar estos objetivos, la experiencia en las economías avanzadas apunta a dificultades de tipo administrativo y hasta a consecuencias no deseadas, dependiendo del tipo de impuesto a la riqueza bajo análisis.
En América Latina y el Caribe, darle mayor preponderancia a los impuestos a la propiedad podría mejorar la equidad, promove el crecimiento y generar espacio fiscal. No obstante, los beneficios no serían automáticos. Se debe invertir en capacidad administrativa, además de llevar a cabo tasaciones adecuadas para asegurar la progresividad.