Desafío
Luego de la estabilización política en 1986, la economía de Uganda registró el crecimiento más acelerado de África, con una tasa anual de 7,4% entre 1989 y 2009, en gran parte, gracias a las exportaciones agrícolas. Desde 2009, las sequías -junto con el alza de los precios de los alimentos y el petróleo-, frenaron el crecimiento, aunque la tasa de pobreza se redujo del 56% en 1992-93 al 24% en 2009-2010. En 2011, Uganda se encontraba en el lugar 161 entre 187 países en el Índice de desarrollo humano. La región de Karamoja, que se encuentra al noroeste de Uganda, posee más de 50 diferentes minerales con potencial económico, pero la contribución del sector minero al producto interno bruto (PIB) cayó del 6% en 1970 a menos del 0,5% en 2010. La minería artesanal y de pequeña escala (ASM) produce más del 90% de minerales metálicos, industriales y aquellos que pueden ser usados en la construcción, y que son fuente de sustento de casi 200.000 personas. Sin embargo, la ASM es peligrosa y no está bien regulada, lo cual queda en evidencia con el uso de mercurio en la extracción de oro a pequeña escala. A comienzos del siglo, el Gobierno buscó modernizar la industria minera mediante la creación de un entorno más favorable para la inversión que incluyera una racionalización de la burocracia, transparencia en la asignación de las licencias y mayor uso de la información geológica.
Solución
El proyecto maximizó la experiencia del Banco Mundial y demostró que los países mineros exitosos aprobaban paralelamente políticas sociales, fiscales, legales y ambientales, todo lo cual incluía una amplia consulta a las partes interesadas. Se apoyó un modelo de capacitación y ampliación de la ASM interdisciplinario y que incorporara la perspectiva de género, sobre la base de la generación de capacidades y de los vínculos entre el Departamento de Minas y Estudios Geológicos (DGSM, por sus siglas en inglés) y los otros organismos del gobierno central, gobiernos locales y comunidades. El proyecto hizo hincapié en el desarrollo sectorial y comunitario a través de inversiones privadas, ecológica y socialmente responsables. Se reformó el marco institucional, normativo y legal del sector minero, y se fortaleció el DGSM. Se llevó a cabo un piloto de un sistema para compartir beneficios en las comunidades mineras mediante la prueba de impuestos descentralizados a la actividad y de gestión en algunas comunidades así como el otorgamiento de pequeñas donaciones para lograr prácticas de generación de ingresos más lucrativas, ecológicas y seguras en las comunidades. El proyecto creó una Unidad Social y Ambiental, un sistema informático de información y gestión ambiental, y un sistema de geoinformación para atraer posibles inversores.
Resultados
Al 31 de diciembre de 2011, fecha de término del proyecto, había 2.807 beneficiarios directos, de los cuales el 45% eran mujeres. Otros resultados fueron:
- La formación de 50 asociaciones de la ASM para apoyar la producción y comercialización.
- La formación de 180 capacitadores locales para preparar a alrededor de 1.000 mineros (entre ellos, 400 mujeres) en temas relacionados con las prácticas de la explotación minera.
- El desembolso de 18 pequeñas donaciones para comenzar la incorporación de la ASM al desarrollo económico nacional y local.
- Las licencias para la ASM aumentaron de 100 a 952 entre 2003 y 2011, lo que produjo una mayor recaudación de regalías a nivel local.
- En abril de 2009, se avanzó en una mayor transparencia cuando las porciones de las regalías de los distritos mineros percibidas por el organismo de recaudación de Uganda tuvieron que publicarse en los periódicos nacionales.
- Los ingresos por concepto de la ASM subieron de US$3 al día en 2006 a US$5-US$7 en 2011.
- Una nueva base de datos geológicos en línea ha recibido elogios por la información que aportó para ayudar a incrementar de US$5 millones a US$65 millones las inversiones en exploraciones, durante el transcurso del proyecto.
Contribución del Grupo del Banco Mundial
La Asociación Internacional de Fomento (AIF) otorgó un financiamiento de US$31,2 millones para la realización del proyecto. La mayoría de estos fondos, aproximadamente US$18 millones, se destinó al componente que se centra en la geoinformación y el desarrollo.
Asociados
El Banco Africano de Desarrollo demostró ser un asociado crucial, ya que aportó US$7,62 millones, al igual que sus conocimientos sobre desarrollo. El Fondo Nórdico de Desarrollo otorgó US$6,23 millones adicionales. La Secretaría del Commonwealth entregó el financiamiento para la revisión de las leyes y regulaciones.
Próximos pasos
El Gobierno se ha comprometido a desarrollar el sector minero en la región de Karamoja para la sostenibilidad del noroeste de Uganda, aunque enfrenta algunos retos de financiamiento y personal. La AIF actualmente considera una solicitud del ministro de Finanzas, Planificación y Desarrollo por un monto de US$20 millones, con el que se financiaría el apoyo a estudios geofísicos aéreos y la generación de mapas geológicos en Karamoja.
Beneficiarios
El Dr. Mugisha Trifohn quería mejorar la calidad de su clínica de atención de salud. Él recibió US$2.421, que pudo utilizó para comprar equipos nuevos. Esta inversión le permitió aumentar sus capacidades y actualmente observa un incremento en los retornos de su negocio . Obonyo Emmanuel recibió US$1.563 del proyecto para mejorar su taller metalúrgico. Gracias a los equipos que pudo comprar con este dinero, sus ingresos aumentaron y, cada vez más, usa su taller para capacitar en metalurgia a los jóvenes locales.
