Desafío
Cuando el proyecto se diseñó en 2006, los limitados recursos (fuera del área metropolitana) para abastecimiento de agua en Haití se usaban principalmente en suministro urbano en poblados secundarios. Debido a la falta de fondos, las unidades de agua rural del Ministerio de Salud eran pequeñas y tenían muy poca actividad. Tampoco había una estructura institucional para el servicio de saneamiento. A falta de instituciones en las zonas rurales y sin conocer bien los niveles de cobertura y las necesidades, era difícil priorizar las inversiones. Estas se realizaban de un modo fragmentado y, en muchos casos, no llegaban a los ciudadanos más necesitados. Las comunidades locales descuidaban las obras de infraestructura y muchos sistemas de agua rurales eran administrados por comités formados generalmente por voluntarios sin sueldo, elegidos por la comunidad. El desempeño de los comités de agua era muy variado, pero la mayoría no realizaba bien sus funciones y los fondos recolectados eran insuficientes para el funcionamiento y el mantenimiento de rutina.
Solución
El fondo fiduciario y la donación asociada del Banco Mundial fueron diseñados para superar el desafío de llevar agua a zonas rurales en forma sostenible y aumentar el acceso y uso de servicios de suministro de agua y saneamiento en las comunidades rurales participantes. Estas localidades fueron seleccionadas de acuerdo con su voluntad de pagar por el servicio (por volumen de agua), con un enfoque participativo que les entregaba una serie de alternativas, entre ellas la posibilidad de elegir entre diferentes niveles de servicio (conexión residencial o puesto de agua) y optar por un nivel y una estructura tarifaria (cubrir solo los costos operativos y el mantenimiento básico o incluir reservas para mejorar el mantenimiento). Las actividades financiadas por el proyecto llegaron a unas 50.000 personas, equivalente al 20% de la población de las comunidades participantes.
La innovación más importante fue la introducción de un modelo de gestión profesional que involucra a operadores locales seleccionados por la propia localidad para manejar, mantener y administrar los sistemas de abastecimiento de agua sobre la base de un contrato firmado con la comunidad. Además, el proyecto promovió la recuperación de costos, la medición y el uso de puestos en lugar de tomas de agua, además de acueductos por gravedad para reducir al mínimo posibles problemas técnicos. Cuando era necesario y rentable usar bombas, el proyecto dio preferencia a fuentes renovables como la energía solar.
Resultados
La iniciativa se concentró en: i) aumentar el uso sostenido y eficaz de agua potable segura en las comunidades participantes; ii) mejorar el uso de prácticas sanitarias e higiénicas en las comunidades participantes, y iii) fortalecer la capacidad del organismo ejecutor, los comités de agua locales y los operadores profesionales en colaboración con el gobierno local. El programa ayudó a respaldar varios resultados clave:
- La construcción de ocho acueductos rurales en el Departamento Sur que permitieron proveer agua potable a 33.700 personas entre 2009 y 2011. Aún hay obras en curso con financiamiento del SPF e incluyen:
- La construcción de tres acueductos para otros 10.500 beneficiarios, y
- La perforación de 14 pozos para llevar agua a 6.500 personas. Según estimaciones, estas obras en el Departamento Sur finalizarán alrededor de julio de 2013.
- La instalación de letrinas escolares para 3.700 estudiantes y profesores y la promoción de hábitos de higiene y saneamiento en seis comunidades, beneficiando a unas 30.000 personas en 2012.
- La introducción en 10 comunidades de un exitoso modelo de gestión profesional que involucra a operadores locales, quienes, junto con los comités de agua de la comunidad, recibieron capacitación para manejar, mantener y administrar los sistemas de suministro de agua; aprender gestión financiera básica, y establecer buenas relaciones con la comunidad. Esta parte del proyecto se inició en 2009 y aún está en curso.
Contribución del Grupo del Banco Mundial
La donación del SPF de US$5 millones fue otorgada en noviembre de 2008 como complemento a la donación de US$5 millones que el Banco Mundial firmó el 15 de febrero de 2007 y cerró el 31 de diciembre de 2011. Ambas financiaron actividades del proyecto a través de la Dirección Nacional de Agua y Saneamiento (DINEPA).