Desafío
En América Latina y el Caribe, los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte de personas de entre 15 y 44 años. Si no se toman medidas específicas de seguridad vial, se espera que para 2020 esa tasa aumente en alrededor de un 50%. Los países de ingreso medio y bajo de todo el mundo registran más del 90% de los accidentes de tránsito fatales, a pesar de que solo albergan el 48% de los vehículos registrados a nivel mundial. Los costos económicos de esas muertes van del 1% al 3% del producto nacional bruto (PNB). A fin de responder a esa crisis mundial de salud pública, en 2011, las Naciones Unidas declararon la Década de Acción para la Seguridad Vial, con el objetivo de estabilizar y reducir a la mitad el nivel proyectado de accidentes de tránsito fatales para 2020. Se prevé que ese compromiso salve 5 millones de vidas en todo el mundo y 325.000 solo en América Latina y el Caribe.
Solución
El Banco Mundial facilitó intercambios entre Argentina y España a fin de proporcionar a la primera las directrices necesarias para establecer datos de referencia de calidad (la ausencia de los cuales constituye una dificultad fundamental para la región) que permitieran realizar un seguimiento de los avances e informar las decisiones subsiguientes en el ámbito de las políticas de seguridad vial.
El proyecto dio como resultado la inclusión de Argentina en la Base de Datos Internacional de Accidentes de Tráfico (IRTAD), base de datos agregada en la que se recopila continuamente información internacional sobre accidentes y que goza de amplio respeto. Esa exitosa experiencia de intercambio de conocimientos, sumada a la asistencia del Banco Mundial para crear la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), transformó al país en un modelo para la región.