Contribución del Grupo del Banco Mundial
Los compromisos del Banco Mundial para proyectos de transporte retornaron a los niveles previos a la crisis, luego de triplicarse entre los ejercicios de 2004 y 2013. La proporción del financiamiento para caminos y carreteras disminuyó a los niveles registrados antes de la crisis, con un 60 % del total del financiamiento en el ejercicio de 2013 (el mismo valor que en el ejercicio de 2014); se observó la misma tendencia en el caso de las vías férreas, las cuales representaron un 7 % del total de compromisos en el mismo ejercicio. Se registró una notoria expansión en el financiamiento para el transporte urbano, llegando a 19 % en el ejercicio de 2013. Las inversiones para el sector portuario y el de transporte de carga han variado del 2 % al 4 % durante la última década.
La distribución modal de todos los proyectos de transporte financiados por el BIRF y la AIF entre los ejercicios de 2004 y 2013 muestra que los caminos y las carreteras representan el 57 %, el transporte urbano el 14 %, los ferrocarriles el 6 %, la aviación el 3 %, y los puertos y el transporte de carga el 5 %, mientras que el 15 % restante se distribuye entre transporte general y administración pública del transporte. Esta división modal más diversificada de la cartera demuestra el potencial de desarrollo del transporte ferroviario y marítimo, en particular del de carga de larga distancia, y la función vital del transporte aéreo, por ejemplo, en el envío de artículos de alto valor que necesitan llegar rápidamente a los mercados.
Los compromisos para el transporte urbano han aumentado constantemente durante la última década, del 7 % en el ejercicio de 2004 al 19 % en el ejercicio de 2013. Esta mejora en la concentración en el transporte urbano refleja la respuesta del Banco Mundial a los crecientes retos que plantea el dramático crecimiento de los asentamientos en las ciudades en sus países clientes.
Asociados
El alcance mundial y la experiencia del BIRF y la AIF, junto con su capacidad de trabajar en disciplinas y modos de transporte diferentes, han sentado las bases para varios tipos de colaboración. En la región de América Latina, el Banco Mundial se asocia con otros bancos de desarrollo y donantes. De hecho, en Perú, el BIRF ha respaldado el Programa de Caminos Rurales en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para modernizar la red vial. En Asia, el Banco Mundial trabaja con el Gobierno de India, gobiernos estatales y varios organismos viales, así como con el Banco Asiático de Desarrollo, para llevar a cabo el Programa de Caminos Rurales impulsado por el primer ministro.
En África, el Banco Mundial colabora con organizaciones como los Consejos Económicos Regionales, al igual que con iniciativas multilaterales, como por ejemplo el Programa para el Desarrollo de Infraestructura de la Unión Africana y el Consorcio de Infraestructura para África, el cual coordinado por donantes. En el Grupo del Banco Mundial, IFC proporcionó asesoría inicial al Gobierno de Kenya, además de financiar la deuda del Consorcio de Rift Valley Railways. Por su parte, la AIF entregó garantías parciales contra riesgos al inversor para riesgos de rescisión y financió el Proyecto de Promoción del Comercio y el Transporte en África oriental (ejercicio de 2006). El éxito de este tipo de alianza recibió el premio al “acuerdo del año en infraestructura en África” entregado por la revista Euromoney en 2007.
Además, debido a su poder de convocatoria, sólida gestión financiera e interrelación con programas de inversión, el Banco Mundial desempeña una función de formación y es clave en iniciativas, como la Asociación Mundial para la Facilitación del Transporte y el Comercio, el Fondo Mundial de Seguridad Vial y el Programa de Transporte de África al sur del Sahara (SSATP, por sus siglas en inglés).
El SSATP es una alianza conformada por 40 países de toda África (Norte de África y África al sur del Sahara), ocho comunidades económicas regionales, instituciones africanas, el sector privado y asociados en el desarrollo. El objetivo de desarrollo del programa es ayudar a los países africanos a elaborar estrategias y políticas acertadas que permitan tener un sector del transporte eficiente, seguro y sostenible. El SSATP realiza una contribución fundamental al programa de conocimientos del Banco mundial. Por ejemplo, en 2013 proveyó un marco para el mejoramiento del desempeño del sector de ferrocarriles en África, orientaciones para incorporar la seguridad vial en los corredores de comercio regionales, así como indicadores de buen gobierno sobre el transporte para África al sur del Sahara.
Próximos pasos
Se espera que la demanda de infraestructura y servicios de transporte permanezca estable en las naciones clientes del BIRF y la AIF. El Banco Mundial proseguirá ayudando a los países para que reduzcan la brecha de acceso y puedan alcanzar los ODM.
El Banco Mundial continuará ofreciendo diversos instrumentos, incluidos préstamos de inversión, préstamos para políticas de desarrollo, garantías, y asistencia técnica y de asesoría para cumplir sus objetivos. Respaldará las reformas necesarias que permitan facilitar la participación del sector privado y mejorar la eficiencia de las inversiones en el transporte, al mismo tiempo que ayuda a los países prestatarios con actividades de fortalecimiento institucional y buen gobierno, a fin de fomentar el protagonismo y la rendición de cuentas.
Debido a las crecientes tasas de urbanización, se espera que muchos países del BIRF y la AIF lleguen a tener características más urbanas que rurales en los próximos 20 años. Los proyectos de transporte urbano del Banco Mundial han evolucionado cada vez más para mejorar la integración de los servicios e incrementar el acceso de los pobres que viven en las ciudades a las oportunidades de empleo y a los establecimientos de salud y educación. Sin embargo, el programa rural todavía se beneficiará de la atención significativa del Banco Mundial a medida que está a la espera de un marco más integral de asistencia rural, que comprenda desde el respaldo de proyectos para el financiamiento de rutas viales rurales hasta estrategias que fomenten programas gubernamentales y reformas de políticas más amplias.
El Banco Mundial continuará promoviendo activamente la reducción de la huella de carbono del transporte. Se compromete a hacer esfuerzos innovadores para rebajar las emisiones sin poner en peligro la movilidad, a fin de explotar el verdadero potencial de las políticas climáticas y de disminuir la vulnerabilidad del sector mejorando los servicios de infraestructura y garantizando nuevas inversiones más sólidas. El informe de 2013“Turning the Right Corner – Ensuring Development Through a Low Carbon Transport Sector” (Avanzar en la dirección correcta: Asegurar el desarrollo mediante un sector de transporte con bajas emisiones de carbono) analiza las relaciones entre movilidad, transporte y desarrollo con bajas emisiones de carbono, y muestra cómo pueden organizarse las políticas para generar ingresos que permitan una transición hacia un transporte menos contaminante.
La estrategia del Banco Mundial sobre el transporte incentiva soluciones ecológicas en este sector. A través del Fondo para una Tecnología Limpia (CTF, por sus siglas en inglés), un programa de carácter global administrado por el Banco Mundial, y operaciones en desarrollo y en preparación busca el despliegue y la transferencia de programas y proyectos que entrañen bajos niveles de emisiones de carbono.
El SSATP también está promoviendo la formación de un Foro de Transporte Sostenible para África (STFA, por sus siglas en inglés) en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), ONU Habitat y el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas. El STFA será un mecanismo regional de cooperación para implicar a los participantes de los países africanos en un diálogo sobre políticas relativas a los desafíos presentados por la necesidad de sostenibilidad en el sector del transporte, particularmente en el contexto del cambio climático, mientras se intenta responder a las exigencias de desarrollo de largo plazo.
Se pone especial atención en los beneficios conjuntos con otros sectores, principalmente la salud a través de, por ejemplo, la implementación de medidas de concienciación y mitigación del VIH/sida. El desarrollo inclusivo también se puede observar en proyectos piloto para grupos de mujeres y programas especiales para el desarrollo de infraestructura en vecindarios, dirigidos a los más pobres.
El Banco Mundial continúa abordando la seguridad del transporte como uno de los problemas más importantes en los países en desarrollo. Por ejemplo, el Fondo Mundial para la Seguridad Vial, que encabeza el Banco Mundial, está trabajando con otros siete bancos multilaterales de desarrollo (BMD) para armonizar las prácticas de seguridad en los caminos que existen en los países clientes. Los BMD se han comprometido a ayudar a conseguir los objetivos del “Decenio de Acción para la Seguridad Vial” de las Naciones Unidas (2011-2020), que busca prevenir 5 millones de muertes en accidentes de tránsito a nivel mundial para 2020.
Beneficiarios
En la última década, más de 100 millones de personas se han beneficiado de los programas de transporte financiados por el Banco Mundial. Sus testimonios ilustran cómo los proyectos han mejorado sus condiciones de vida:
En las zonas montañosas del norte de Viet Nam, un proyecto financiado por la AIF y el Reino Unido está poniendo a prueba sesiones de capacitación para mujeres de minorías étnicas de las zonas rurales en el mantenimiento de rutas viales, para luego incorporar a estas en el mundo del trabajo. Se encomendó al Sindicato Provincial de Mujeres de Lao Cai la responsabilidad de administrar y hacer un seguimiento de la contratación de estas mujeres que viven a lo largo de los caminos rurales en cuatro comunas del Distrito de Bac Ha de la Provincia de Lao Cai. En 2010, más de 1500 mujeres ya habían sido capacitadas y otras más estaban esperando su turno.
“A las mujeres les gusta hacer este trabajo; están compitiendo para poder participar. Creen que la mantención de las rutas viales hace que los caminos sean más lindos y convenientes para el transporte de productos básicos y así poder desarrollar la economía de los hogares. Durante esta época del año, llueve con frecuencia, por lo que mantener las vías durante este tiempo es bueno”, afirmó Phung Pha Sui, una mujer que participa en la capacitación.
Después de completar la formación, las mujeres se inscriben como trabajadoras de mantenimiento de rutas viales en el Sindicato Provincial para recibir un salario diario de, aproximadamente, 100 000 dong vietnamitas, acorde con las normas requeridas y establecidas por la unión. Al amanecer, las mujeres caminan más de 10 kilómetros a pie con palas y azadones al hombro hasta sus lugares de trabajo para hacer el mantenimiento de los caminos rurales:
“Cavar en la tierra... Arrancar la hierba... Cortar los arbustos... Limpiar los drenajes... Un nuevo trabajo para nosotras que antes solo sabíamos cómo sembrar... Los caminos después del mantenimiento estarán mejores para que los aldeanos se trasladen al mercado y más convenientes para que los maestros vayan a las escuelas", expresó una trabajadora.