Desafío
Las configuraciones institucionales y las metodologías de evaluación social y económica vigentes previamente no permitían adaptar el diseño de proyectos a las realidades de las poblaciones aisladas y de los asentamientos pequeños. El desafío era la creación de un sistema eficaz para abordar las demandas insatisfechas de estas comunidades rurales aisladas, a través de una configuración multisectorial y de varios niveles, concentrada en la sostenibilidad y en los impactos productivos y sociales de las inversiones en infraestructura existentes, según se identificaron mediante un enfoque altamente participativo.
Durante el desarrollo del concepto del Programa de Infraestructura para el Desarrollo Territorial, se enfatizaron especialmente los enfoques de bajo costo y de autofinanciamiento para las intervenciones en infraestructura rural, vinculados estrechamente con usos capaces de generar ingresos, para maximizar el impacto social de las inversiones.
Solución
Por medio del programa se ofreció asistencia técnica para elaborar el concepto de los planes marco de desarrollo territorial, lo que incluye el desarrollo de la metodología subyacente con la que se financiaron los planes. Durante el desarrollo del concepto, se enfatizaron especialmente los enfoques de bajo costo y de autofinanciamiento para las intervenciones en infraestructura rural, vinculados estrechamente con usos capaces de generar ingresos, a fin de maximizar el impacto social de las inversiones.
En el proyecto se señala el mayor impacto de las inversiones multisectoriales que ofrecen un paquete completo de servicios de infraestructura basados en la demanda y vinculados con actividades productivas, que generan mayor eficiencia, complementariedad y sostenibilidad de los servicios a través del agrupamiento intersectorial de servicios, en función de un enfoque de desarrollo territorial. Este enfoque también ofrece datos reveladores sobre el proceso de descentralización de Chile, dado que refleja la importancia de los procesos de planificación territorial, los enfoques participativos y las dimensiones de capital social, con el objetivo de ajustar el ritmo y el alcance del proceso de descentralización a las necesidades específicas.