Desafío
Antes de la revolución, el crecimiento económico en Egipto se encontraba en vías de recuperación, alcanzando un 5,1% en el ejercicio de 2010 y 5,6% en la primera mitad del ejercicio de 2011. Una parte de este crecimiento se debió a un exitoso programa de reformas al sector financiero que contó con el apoyo de un primer y un segundo DPL. En diciembre de 2010, la economía egipcia todavía experimentaba los efectos de la crisis financiera mundial, pero la revolución de enero de 2011 revirtió la recuperación y detuvo drásticamente la actividad económica. Además, la larga transición política, varios cambios de primer ministro y gabinete, y la disolución del Parlamento generaron demoras y ambigüedades en la dirección y las políticas públicas. El Banco Central de Egipto (BCE) tuvo que atender asuntos trascendentales, como las fugas de capital, la situación de las reservas internacionales, presiones en el tipo de cambio y el alza inflacionaria, además de la incertidumbre generalizada respecto de las políticas macroeconómicas.
Solución
El apoyo del Banco Mundial al DPL III sirvió para abordar dos objetivos clave de la última estrategia de asistencia al país (EAP): mejorar la capacidad del sistema financiero y facilitar el desarrollo del sector privado. Durante los últimos 10 años, el Banco ha trabajado de manera estrecha con el Gobierno en el desarrollo del sector financiero, lo que aportó enormemente a la consolidación de las bases normativas, legislativas e institucionales para la construcción de un sistema financiero sólido y estable en el país. La institución también ayudó a implementar el programa de reformas del sector privado a través de un paquete integral de trabajo analítico, asistencia técnica, servicios de asesoría y financiamiento.
Resultados
Uno de los logros más importantes del programa de reformas fue el fortalecimiento de la infraestructura financiera, lo cual es evidente en: i) el estado operativo del sistema de liquidaciones brutas en tiempo real (RTGS, por sus siglas en inglés) y de la cámara de compensación automática (ACH, por sus siglas en inglés) con capacidad para incluir pagos de bajo valor; ii) el mayor número de personas que recibe pagos de pensiones y salarios públicos a través de instituciones financieras, el que asciende a 2,9 millones en 2011, en comparación con 600.000 en 2008; iii) la promulgación por parte del Banco Central de Egipto de regulaciones sobre el pago de teléfonos celulares y el otorgamiento de licencias a dos bancos y sus asociados de telefonía móvil, y iv) las transferencias de dinero autorizadas de cliente a cliente y de cliente a vendedor.
Los indicadores más importantes en cuanto a rentabilidad y eficiencia de los bancos comerciales de propiedad estatal siguieron mejorando a pesar de la crisis mundial y los efectos inmediatos de la revolución de enero. Esto es reflejo del fortalecimiento de la banca como consecuencia del éxito en la restructuración financiera y operativa de los bancos comerciales estatales desde el inicio del programa de reformas del sector financiero que continuó con el tercer DPL. Estos indicadores incluyen:
- Reducción de la relación entre los préstamos no productivos (NPL, por sus siglas en inglés) y el total de préstamos: de 14,8% en 2008 a 10,9% en 2011.
- Aumento en la relación entre reservas y préstamos no productivos: de 92,1% en 2008 a 94,6% en 2011.
- Disminución de los préstamos no productivos para empresas estatales, que en 2011 llegaron a cero, en comparación con 2008, cuando alcanzaron 10.000 millones de libras egipcias.
Contribución del Grupo del Banco Mundial
Este préstamo de US$500 millones fue otorgado por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y representa el tercer tramo de su contribución en los últimos 10 años, en apoyo del programa de reforma al sector financiero de Egipto. Estos DPL se han realizado en asociación con la Corporación Financiera Internacional (IFC), que colaboró en la formación de capacidades de los bancos comerciales, en especial en el desarrollo de la pequeña y mediana empresa (pymes), las operaciones minoristas y el área de gestión de riesgos. Además, IFC prestó servicios de asesoría a bancos-intermediarios financieros e instituciones de microfinanciamiento-ONG, además de micro y pequeñas empresas. También apoyó la redacción de la ley sobre instituciones financieras no bancarias y sus reglamentos ejecutivos, impulsores clave de este DPL.
Asociados
El Banco Africano de Desarrollo (AfDB) entregó financiamiento paralelo al Programa de Reforma del Sector Financiero por un monto equivalente a US$500 millones en la primera fase.
Próximos pasos
El Banco Mundial -junto con otros donantes y asociados en el desarrollo que participan activamente en la labor relacionada con el sector financiero (la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, el Fondo Monetario Internacional, la Unión Europea y el AfDB)-, sigue trabajando estrechamente con Egipto en el desarrollo del sector financiero y se mantiene atento a los avances en el programa de reformas del Gobierno. El Banco continúa presidiendo el subgrupo de donantes del sector financiero, garantizando así una coordinación eficaz y permitiendo que los donantes aprovechen mejor sus recursos, tanto para fines de financiamiento como de asistencia técnica.
Beneficiarios
El apoyo analítico y financiero del Banco Mundial para el Programa de Reforma del Sector Financiero realizado por el Gobierno de Egipto mejoró la capacidad del Banco Central de este país, permitiéndole sentar las bases normativas, legislativas e institucionales para apoyar un sistema financiero sólido y estable, que a su vez ayude a facilitar el desarrollo del sector privado.
