Desafío
Los jóvenes en República Dominicana, especialmente los pobres, enfrentan barreras estructurales para acceder a los mercados laborales, tales como una escasa educación y deficientes aptitudes para enfrentar la vida y habilidades laborales para hacer la transición de la escuela al mundo del trabajo. Esta situación ya precaria fue agravada por una crisis bancaria en 2003, la cual disminuyó aún más las posibilidades de la juventud de incorporarse al mercado laboral, especialmente los jóvenes pobres y desempleados. Esto quedó demostrado por el aumento desproporcionado del desempleo juvenil, que subió en aproximadamente un tercio entre 2003 y 2005 hasta alcanzar el 31 % entre los jóvenes de 15 años a 24 años, en comparación con el 17 % de la población en general.
Solución
El Proyecto de Desarrollo Juvenil de República Dominicana respondió a la necesidad urgente de proporcionar más oportunidades a los jóvenes desfavorecidos de familias pobres y con poca escolaridad. Fue parte de un esfuerzo mayor de las autoridades para fortalecer el sistema de protección social del país y se trató de una iniciativa complementaria a una serie de operaciones que estaban siendo financiadas por el Banco Mundial y el BID.
El proyecto tuvo una estrategia dual:
- Primero, se centró en mejorar la posibilidad de empleo de los jóvenes pobres y en situación de riesgo mediante la adquisición de experiencia laboral y destrezas básicas durante sesiones de capacitación y pasantías en empresas.
- En segundo lugar, apoyó la extensión de los programas educativos de segunda oportunidad, cuyo objetivo era ofrecerles a los jóvenes y adultos la opción de terminar su educación formal.
En 2010 se añadió un programa de empleo temporal dirigido a adultos pobres, no capacitados y desempleados, para ayudar a las autoridades gubernamentales a enfrentar los aumentos generalizados en el desempleo, a raíz de la crisis financiera de 2008.