Desafío
Con los rápidos procesos de industrialización y urbanización, el consumo de SAO en China subió más de 12 % al año entre 1986 y 1997. Para entonces, China producía 95 800 toneladas y consumía 87 600 toneladas de SAO, transformándose en el mayor productor y consumidor de estas sustancias en el mundo.
El clorofluorocarbono (CFC)-11, CFC-12, CTC y halón 1211 fueron las principales SAO producidas y consumidas en China. Estos productos químicos fueron utilizados en espumas, refrigeración y aire acondicionado, aerosoles, protección contra incendios y en productos de limpieza con solventes.
Estas industrias compartieron varias características: el rápido crecimiento; la dispersión geográfica de las empresas; la creciente rentabilidad de la producción de las SAO; la falta de competitividad de los alternativas de las SAO debido a preocupaciones sobre la seguridad y/o la disponibilidad comercial limitada; un marco político/regulatorio y mecanismos de aplicación inadecuados, y la competencia de corporaciones multinacionales.
Tres proyectos de eliminación gradual de las SAO fueron aprobados a China entre 1993 y 1995. El Tercer Proyecto SAO introdujo una modalidad general que financió las actividades de eliminación gradual de las SAO de empresas individuales que producen o usan estas sustancias. Este consumía mucho tiempo y era caro, y no permitía controlar la producción y consumo de las SAO a nivel nacional.
Solución
El Cuarto Proyecto de eliminación gradual de las SAO adoptó un enfoque sectorial más integral. El primer sector aprobado fue el sector del halón debido a su alto potencial de agotamiento del ozono. Otros nueve sectores fueron agregados durante el transcurso del proyecto para finalmente incluir: el aire acondicionado móvil, la refrigeración comercial, la producción de CFC, TCA (1,1,1-tricloroetano), halones, espuma, producción de CTC y agentes de proceso I y II, eliminación gradual acelerada de CFC y halones y aerosol farmacéutico.
El marco básico institucional, financiero y de supervisión y los mecanismos desarrollados en el proyecto fueron diseñados para su aplicación a todos los sectores. Los desembolsos fueron emitidos sobre la base del rendimiento. El financiamiento para actividades de los subproyectos se determinó mediante un proceso de licitación anual. Se invitó a las empresas elegibles a que sometieran propuestas para la eliminación gradual de las SAO, junto con un desglose del costo. Las empresas que ofrecían el costo más bajo por kilogramo de dichas sustancias fueron seleccionadas y se les ofrecieron contratos de eliminación gradual de las SAO.