Preparar al sector del transporte urbano en México para una transición hacia un futuro bajo en carbono

Abril 06, 2017


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Metrobus in Mexico City. Photo: Isabelle Schaefer / World Bank

Las áreas metropolitanas de Ciudad Juárez, Monterrey, León y Puebla ahora poseen mejores instrumentos para integrar los componentes ambientales y de cambio climático en sus planes para el transporte urbano y ordenamiento territorial. Estas ciudades concluyeron planes de transporte no motorizado que juntos abarcan más de 100 kilómetros de infraestructura peatonal y ciclovial. Monterrey y León, luego de adoptar sistemas de tránsito más eficientes, redujeron las emisiones de gases de efecto invernadero de sus sistemas de autobuses rápidos en más de 62.000 toneladas equivalentes de dióxido de carbono por año.

Desafío

En los últimos 25 años, México enfrentó un fuerte proceso de urbanización caracterizado por patrones insostenibles de ordenamiento territorial y urbanismo que resultaron en una duplicación de su población urbana y en una septuplicación de su mancha urbana. Esta tendencia afecta la forma y el funcionamiento de las ciudades del país, así como los patrones de movimiento de la población. La escasa densidad residencial y el alto número de empleos en los centros urbanos, prevalentes en las ciudades mexicanas, generan largos desplazamientos diarios. Asimismo, México experimentó un aumento significativo en su tasa de motorización. La mancha urbana y una mayor tasa de motorización resultaron en viajes más frecuentes y más largos, en particular los vehiculares, lo que terminó en un aumento de las emisiones relacionadas al transporte.

México es una de las economías más intensivas en carbono de América Latina, y su sector del transporte es una de las causas principales. Se espera que la flota vehicular aumente de 35 a 70 millones de unidades para el año 2030. Para contrarrestar esta tendencia, el gobierno mexicano está promoviendo un tipo de movilidad urbana más sostenible para el país.

Enfoque

En 2008, el gobierno federal mexicano creó el Programa Federal de Apoyo al Transporte Urbano Masivo (PROTRAM) para contrarrestar las emisiones de gases de efecto invernadero mediante una mejor integración de una gama completa de soluciones de movilidad en los planes de desarrollo y transporte urbanos, comenzando en cuatro áreas metropolitanas de México, Ciudad Juárez, Monterrey, León y Puebla. Mediante financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y un préstamo activo del proyecto de Transformación del Transporte Urbano (PTTU) del Banco Mundial, el Programa de Transporte Sostenible y Calidad del Aire-FMAM (TSCA-FMAM) contribuyó al esfuerzo de México por mejorar la infraestructura de transporte público y las opciones de prestación de servicios para capturar usuarios de automóviles privados actuales y potenciales. Esta contribución se realizó a través de una combinación de instrumentos: el TSCA-FMAM financió estudios y proyectos de infraestructura, mientras que el PTTU financió la adquisición de material rodante para corredores de transporte público.

El apoyo del Banco fue instrumental a la hora de impulsar la innovación en el diseño de la subvención del TSCA-FMAM y en la combinación de enfoques tendientes a ampliar el impacto del proyecto. A través de una intervención holística en el sector, el TSCA-FMAM se centró en el financiamiento de estudios de preinversión para corredores de autobuses rápidos (BRT, por sus siglas en inglés), así como intervenciones complementarias en transporte no motorizado (TNM), planes de transporte integrados y logística urbana para el transporte de mercancías.


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Vista de la Ciudad de México. Foto: Banco Mundial

Resultados

La subvención TSCA-FMAM financió estudios de preinversión para los corredores BRT Ecovía en Monterrey y Optibús 2 en León. Ambos corredores fueron implementados; actualmente se encuentran operando, con los siguientes resultados:

·         Una reducción de alrededor de 62.864 toneladas equivalentes de dióxido de carbono (CO2eq) por año.

·         El número de viajes en estos corredores aumentó un 1,55 por ciento.

·         Se alcanzó el objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de 10 por ciento.

El apoyo para estudios de diseño de BRT se complementó con una estrategia holística para promover la construcción de nueva infraestructura peatonal y ciclovial, campañas de movilidad urbana sostenible, así como planes y un marco normativo para el transporte de mercancías urbano. Los estudios, conducidos en las cuatro áreas urbanas, han logrado o esperan lograr lo siguiente:

·         Todas las ciudades participantes han desarrollado y adoptado Planes Integrales de Movilidad Urbana Sustentable, incorporando soluciones de cambio climático, ordenamiento territorial y TNM sostenible.

·         Los viajes en TNM aumentarán un 11,5 por ciento en promedio si los planes propuestos son llevados a cabo en el corto plazo.

·         Las ciudades participantes están considerando y promoviendo diseños detallados para el TNM: Ciudad Juárez, 6,5 km de sendas peatonales y ciclovías; León, 40 km de ciclovías; Monterrey, 17 km de ciclovías; Puebla, 30 km de ciclovías y 7 km de sendas peatonales.

Durante el período febrero 2011-noviembre 2015, el proyecto TSCA-FMAM fomentó la implementación de los proyectos PROTRAM y PTTU, allanando el camino hacia un enfoque más abarcativo a la hora de reducir las emisiones GEI mediante intervenciones de transporte urbano más holísticas y sostenibles.


" Sin dudas, los cinco estudios TSCA-FMAM llevados a cabo en León contribuirán a una reducción de la congestión vehicular y las emisiones contaminantes, algo que impactará de forma positiva en la calidad del aire y la competitividad de la ciudad en el futuro cercano "

Abraham Vargas

Coordinador de proyecto en la Unidad de Transporte Municipal de León

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Estación de tránsito San Juan Bosco. Foto: Banco Mundial

Contribución del Grupo del Banco

La subvención TSCA-FMAM (US$5,4 millones) fue conceptualizada y aprobada, junto al PTTU, con el objetivo de contribuir a la transición hacia un desarrollo menos intensivo en carbono en las ciudades mexicanas. En este sentido, el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, junto al Fondo para una tecnología limpia, proporcionaron US$150 millones y US$200 millones, respectivamente, al Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (BANOBRAS), el cual, actuando como intermediario, presta estos fondos a estados, municipios y sector privado, principalmente como complemento del PROTRAM, un programa federal no reembolsable que supervisa múltiples proyectos públicos. La cartera de PROTRAM incluye más de 40 proyectos, siete de los cuales ya están en operación, con una inversión total de alrededor de US$3500 millones.

La subvención TSCA-FMAM financió varias actividades de gestión de mercancías (US$120.000), ordenamiento territorial/coordinación de transporte (US$320.000), mejora del transporte público (US$3,8 millones) y TNM (US$754.000).

Socios

El marco institucional para la puesta en práctica del proyecto TSCA-FMAM incluye numerosos actores, incluida la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) como unidad implementadora del proyecto, a cargo de aprovechar la capacidad y las estructuras existentes y de asegurar las medidas de armonización París/Accra. Otros actores institucionales incluyen BANOBRAS, el agente financiero mexicano, y los beneficiarios elegibles, incluidos varios organismos públicos subnacionales. Una ONG, el Clean Air Institute, apoyó la elaboración e implementación del proyecto. Los fondos para la elaboración del proyecto fueron movilizados por el mecanismo de subvención de PROTRAM en las ciudades apoyadas por el FMAM, en especial los proyectos de viabilidad e ingeniería BRT. 

Hacia adelante

Respaldado por la subvención, la mayoría de las ciudades participantes avanzan con diseños detallados para intervenciones TNM, incluidas ciclovías, corredores de tipo calle completa y zonas con prioridad peatonal. Los sistemas BRT entran en una nueva fase con el apoyo de los gobiernos locales recientemente electos. Las agencias públicas federales, en particular BANOBRAS y SEDATU, comenzaron un diálogo para conceptualizar una herramienta para asistir a los gobiernos municipales con intervenciones sostenibles de movilidad urbana. Esta herramienta ayudaría en la elaboración de planes, proporcionando subvenciones y cofinanciamiento complementario a las inversiones de PROTRAM, para intervenciones transformadoras de movilidad urbana bajas en carbono, incluidos TNM, calles completas, desarrollo orientado al tránsito (DOT) y gestión de la demanda de viajes (GDV). En este contexto, el gobierno mexicano le solicitó apoyo al Banco para elaborar un nuevo proyecto FMAM sobre estrategias de transporte por el lado de la demanda, en respaldo de intervenciones DOT y GDV.

El municipio de León finalizó varios estudios de preinversión necesarios para continuar con la implementación de la segunda fase de Optibús, un sistema BRT que se está convirtiendo en un sistema de transporte público integrado. La ciudad también apoyó el diseño conceptual de un sistema de uso compartido de bicicletas que está en su etapa de diseño.

La realización del proyecto bajo las normas de adquisición del Banco le permitió al municipio trabajar junto a consultores internacionales de alto nivel, quienes transmitieron las mejores prácticas mundiales a profesionales y técnicos locales. Abraham Vargas, quien trabajó como coordinador de proyecto en la Unidad de Transporte Municipal de León, dice: “Sin dudas, los cinco estudios TSCA-FMAM llevados a cabo en León contribuirán a una reducción de la congestión vehicular y las emisiones contaminantes, algo que impactará de forma positiva en la calidad del aire y la competitividad de la ciudad en el futuro cercano”.

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Transporte Bajo Carbono
Una reducción de alrededor de 62.864 toneladas equivalentes de dióxido de carbono (CO2eq) por año




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