Resultados
Los proyectos que apoya el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) abordan muchos de los desafíos en materia de empleo. A continuación, algunos resultados de proyectos que se llevan a cabo en todo el mundo.
- En muchos países, los trabajadores de zonas rurales se sienten cada vez más atraídos por las oportunidades en las ciudades, pero suelen terminar realizando trabajos no especializados y mal remunerados debido a sus bajos niveles de educación y la falta de habilidades pertinentes. Apoyar las ambiciones de los trabajadores en las zonas rurales y mejorar sus competencias permite ayudarlos a tener mayores oportunidades de desarrollo profesional en empleos más calificados, adaptarse mejor a las demandas de los actuales mercados laborales y aumentar sus perspectivas de ingresos. A partir de 2009, un préstamo de USD 50 millones otorgado por el BIRF para el Proyecto de Desarrollo de Habilidades para Migrantes de las Zonas Rurales (i) ayudó a China a brindar capacitación a más de 522 000 jóvenes y prestar servicios de empleo a más de 4,2 millones de personas que buscaban trabajo. La iniciativa también financió inversiones en escuelas de capacitación y enseñanza profesional en zonas rurales, lo que impulsó la colaboración entre empresas y escuelas de formación profesional y ayudó a más de 308 000 graduados a encontrar empleo.
- En épocas de crisis o recesiones económicas, los más afectados son los pobres, especialmente si pierden su trabajo y tienen dificultades para reinsertarse en el mercado laboral, incluso durante el proceso de recuperación económica. Los países pueden ayudar a mitigar estos efectos mediante sistemas de protección social que pueden ayudar a las personas a reinsertarse en el mercado laboral y volver a obtener ingresos. Argentina, que enfrentó una crisis económica a principios del año 2000 y luego se vio afectada por la crisis financiera mundial, recibió un préstamo del BIRF por un monto de USD 450 millones para el Proyecto de Protección Básica. Esta iniciativa fortaleció los beneficios de empleo y el programa de capacitación del país, ampliando la cantidad de beneficiarios atendidos de 78 500 en 2008 a más de 106 000 en 2015 y duplicando el número anual de graduados del programa que encontraron un empleo formal entre 2008-2015 a más de 15 000 personas.
- La falta de mano de obra calificada es un desafío clave que enfrentan muchos sectores de los países en desarrollo, como el sector de las tecnologías de la información (TI). Las carreras de ingeniería y programación no son siempre s populares y suele existir una brecha entre las necesidades de la industria y los estudiantes universitarios que se gradúan en estas áreas. Como la tecnología avanza más rápido que los programas de capacitación, el desarrollo de habilidades sigue siendo un problema en los programas de formación en TI en todo el mundo. En México, un préstamo del BIRF por USD 80 millones financió el Proyecto de Desarrollo de Tecnologías de la Información, (i) para ayudar al país a avanzar hacia una economía del conocimiento. Entre 2008 y 2015, más de 102 000 aprendices recibieron certificaciones en estándares internacionales; aproximadamente 40 000 estudiantes se cambiaron a empleos relacionados con las TI después de asistir a programas de capacitación, y los graduados señalaron que reciben mejores ingresos y oportunidades de promoción después de la capacitación.
- Las micro y pequeñas empresas cumplen una función fundamental en la generación de empleo en muchos países de ingreso mediano. Ayudarlas a recibir financiamiento y créditos puede permitirles ampliar sus operaciones y crear nuevas oportunidades de trabajo. En Egipto, las pequeñas empresas recién instaladas son la principal fuente de nuevos empleos. Estas representan más del 98 % de los negocios, generan más del 85 % del empleo en el sector privado no agrícola y el 40 % del empleo total. En 2014, el BIRF apoyó el Proyecto de Fomento de la Innovación en favor de un Acceso Inclusivo a Servicios Financieros (i) de USD 300 millones con el fin de ayudar a canalizar capital de riesgo para empresas emergentes y microempresas, con especial énfasis en las mujeres y los jóvenes. Hasta la fecha, más de 63 000 emprendimientos han recibido préstamos para micro y pequeñas empresas gracias a este proyecto y 120 000 personas han resultado beneficiadas, de las cuales 44 000 son mujeres.
- Con creatividad y ambiciones claras, la conservación y la gestión de los recursos culturales locales brindan una oportunidad a las comunidades para desarrollar su economía y generar empleos, sobre todo para los jóvenes y las mujeres. Desde 2003, el Banco Mundial trabaja con el Líbano para recuperar ciudades históricas mediante mejoramiento de la infraestructura, prestación de servicios y apoyo al desarrollo del sector privado. Un préstamo de USD 31,5 millones otorgado por el BIRF para el Proyecto de Desarrollo Urbano y Patrimonio Cultural (i) demostró ser una inversión inteligente. En el pueblo de Biblos, por ejemplo, cada dólar invertido a través del proyecto aseguró siete dólares de inversión privada, todos en pequeñas y medianas empresas locales. El número de personas empleadas en empresas turísticas y relacionadas con el patrimonio aumentó más del doble, de alrededor de 600 a más de 1500 a finales de 2016.
- La investigación respaldada por el Laboratorio de innovación en cuestiones de género para África del Banco Mundial realizada en Sudáfrica demostró que intervenciones simples y económicas pueden marcar la diferencia en las tasas de éxito de las personas que buscan trabajo. En colaboración con investigadores del Middlebury College y las universidades de Stellenbosch y Ciudad del Cabo, y el Ministerio del Trabajo de Sudáfrica, el programa de investigación proporcionó asesoría a personas que buscaban empleo durante un periodo de ocho meses en los años 2015 y 2016. Después de la intervención, los participantes que recibieron orientación desarrollaron una estrategia de búsqueda de trabajo más diversa, enviaron un 15 % más de postulaciones, recibieron un 24 % más de respuestas de los empleadores y un 30 % más de ofertas laborales, y aumentaron en 26 % sus probabilidades de ser contratados en comparación con sus pares que no recibieron asesoría. Además de las políticas laborales activas existentes, estos datos basados en pruebas podrían ayudar a que los programas sean más eficientes y efectivos para las personas que más los necesitan.
Contribución del Grupo Banco Mundial
El Banco Mundial tiene una cartera de 166 proyectos del BIRF activos por un monto total de USD 20 000 millones y que incluyen un componente relacionado con la creación de empleos. Para el ejercicio de 2018, el Banco Mundial comprometió USD 961,7 millones para proyectos relacionados con el sector del empleo y USD 33,4 millones para labor analítica y de asesoría.
Asociados
El establecimiento de alianzas con actores internacionales de todo el mundo es uno de los mejores recursos para encontrar soluciones sostenibles a los desafíos en materia de empleo. El Banco Mundial colabora estrechamente con asociados clave para movilizar y ayudar a coordinar esfuerzos que ponen especial énfasis en los programas de empleo. Estos incluyen la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Institute of Labor Economics, el Grupo de los Veinte (G-20), el Grupo Consultivo de Ayuda a la Población Pobre, la Confederación Sindical Internacional y la Red sobre Empleo y Desarrollo, entre otros.
Además, el Banco Mundial se asocia estrechamente con:
El Banco Mundial es la sede de las secretarías de todas estas asociaciones, con lo que facilita la coordinación y la generación de conocimientos, apoya la labor de seguimiento y evaluación de los resultados, y proporciona asesoría, apoyo y financiamiento a los asociados.
De cara al futuro
A través del desarrollo y la implementación de estrategias de empleo integrales y apoyo en esta materia, el Banco Mundial sigue entregando conocimientos especializados, financiamiento y asistencia para proyectos con el fin de crear más empleos y que estos sean de mejor calidad y más inclusivos.
Aumentar los empleos de buena calidad y los empleos inclusivos puede generar una sensación de oportunidad dentro de la sociedad y contrarrestar las presiones de la exclusión económica y social, que tiende a afectar más a los grupos marginados, como los pobres, los jóvenes y las mujeres. Para crear empleos y apoyar la estabilidad dentro de los países y las regiones, es fundamental eliminar los obstáculos y mejorar las condiciones para el crecimiento de las empresas privadas.
En Túnez, por ejemplo, el Banco Mundial apoya los esfuerzos para hacer realidad el compromiso de lograr un nuevo contrato social con los ciudadanos. Un punto central de esta agenda es abordar el desempleo, en particular el desempleo juvenil. El Proyecto para incluir a los jóvenes en la economía de Túnez, (i) por un monto de USD 60 millones, se basa en un enfoque nuevo e inclusivo para ampliar las oportunidades económicas. El apoyo del Banco ayudará a mejorar las condiciones para que las empresas puedan crecer y aumentar la productividad, en particular en sectores con alto potencial de crear empleo, y al mismo tiempo proporcionar servicios específicos a hombres y mujeres jóvenes que buscan empleo para que tengan acceso a empleos de mejor calidad. Esta estrategia de desarrollo del sector privado con un gran énfasis en la creación de empleos tiene como fin crear mejores vínculos entre los beneficiarios y los puestos de trabajos recién creados.