Desafío
Desde mediados de 2000 y pese a ser una década de alto crecimiento económico y pobreza decreciente, los resultados peruanos en términos de desarrollo humano, en especial la desnutrición crónica infantil, continuaron rezagados. Luego de un estancamiento en los noventa, la tasa de desnutrición crónica en el país comenzó a declinar a principios de los 2000 al pasar de 30 por ciento a 23,8 por ciento en 2009, una cifra todavía preocupante. Paralelamente, entre 2005 y 2009, se produjo un aumento alarmante de la desnutrición crónica en áreas urbanas, de 13,5 a 16,2 por ciento, mientras que entre regiones siguieron registrándose grandes variaciones en las tasas. Por su parte, la falta de concientización entre los padres sobre el problema, la ausencia de rendición de cuentas entre los proveedores de salud y los escasos incentivos para mejorar los servicios contribuyeron a las elevadas tasas de desnutrición crónica.
A principios de la década de los años 2000, alrededor de medio millón de niños peruanos iniciaba sus vidas en condiciones desventajosas, las cuales trajeron consecuencias duraderas para los individuos y la nación: la desnutrición puede causar daños permanentes en el desarrollo intelectual de un niño y también pérdidas irreversibles en la formación de capital humano. Perú estaba arriesgando su capacidad de seguir mejorando en términos de reducción en la pobreza y desigualdad. Claramente era necesario tomar acción.
Enfoque
Uno de los resultados del enfoque sectorial de Juntos en el ámbito de la nutrición, fue la intervención innovadora —la primera de su tipo en el sector social peruano— que reconoció la desnutrición como un problema complejo, relacionado con una elevada prevalencia de enfermedades infecciosas y con la inadecuada atención tanto en alimentación como en prácticas de atención, así como también por el bajo peso de los niños al nacer. El programa Juntos preexistente proporcionaba efectivo a madres en situación de pobreza por llevar a sus hijos a exámenes periódicos de salud, crecimiento y nutrición, asegurándose también de que éstos asistieran a la escuela. Al ampliar la cobertura de Juntos a niños menores de 12 meses y mejorar el proceso de verificación para niños menores de 36 meses que ya estaban en el programa, Resultados en nutrición centró sus beneficios en el período crucial del desarrollo de un niño. Este programa, parte de un antiguo proceso de cooperación entre el Banco Mundial y el gobierno peruano, abordó la desnutrición crónica a través de diversas vertientes: un trabajo analítico sobre el sistema de salud del país, el apoyo de reformas bajo el Préstamo para políticas de desarrollo para resultados y rendición de cuentas (REACT DPL) y lecciones aprendidas durante al Proyecto ampliación del lavado de manos, una alianza coordinada por el Banco con 50 organizaciones peruanas que luchan contra la desnutrición y fomentan un cambio conductual en la higiene.
La experiencia de otros países muestra que la desnutrición puede reducirse a través de la combinación de intervenciones multisectoriales por el lado de la demanda, como las transferencias condicionadas en efectivo de Juntos y medidas orientadas a incrementar la cobertura y calidad de los servicios de salud y nutrición. Promover cambios conductuales en las madres respecto de la salud, higiene, atención y alimentación de sus hijos también demostró ser una alternativa efectiva para lograr resultados y prevenir la desnutrición en las nuevas generaciones de niños. A través de estos métodos ya probados, la operación apuntó a reducir la desnutrición infantil en las regiones peruanas de Amazonas, Cajamarca y Huánuco. Específicamente, la operación (i) estimuló la demanda de servicios de salud y nutrición al ampliar la cobertura de Juntos a niños menores de 12 meses, (ii) fomentó una mejora en la cobertura y calidad de los servicios de salud y nutrición en áreas geográficas seleccionadas y (iii) apoyó mejoras en el planeamiento presupuestario y el seguimiento de resultados en servicios de nutrición del sector público.
Resultados
- Entre 2011 y 2016 la tasa de desnutrición disminuyó en las tres regiones. De hecho, los descensos observados en Amazonas (10 puntos porcentuales), Cajamarca (8,2 puntos porcentuales) y Huánuco (11,7 puntos porcentuales) fueron más altos que el promedio nacional de 6,3 por ciento durante este período.
- En las áreas de intervención la proporción de niños menores de 12 meses con vacunación completa pasó de 63,9 por ciento en 2011 a 86,4 por ciento en 2016, cabe apuntar que estos menores pertenecían a familias que recibieron apoyo para dar seguimiento a los indicadores de crecimiento, salud y nutrición de sus hijos, así como asesoría para promover cambios conductuales a través de sesiones demostrativas comunitarias (p. ej. Control de Crecimiento y Desarrollo o paquetes CRED). En relación a esto, es importante señalar que el porcentaje de niños menores de 36 meses que recibió paquetes CRED completos llegó a 70 por ciento en 2016 cuando en 2012 fue de 67 por ciento.
- El porcentaje de beneficiarios menores de 24 meses de Juntos, que fue registrado en el sistema informático del programa a través de un certificado de nacimiento y un Número de Identidad Nacional y que fue afiliado al Seguro de Salud Integral peruano, aumentó de manera dramática al pasar de 18 por ciento en 2011 hasta 74 por ciento en 2016.
- De no haber recibidido ningún equipo para brindar el paquete CRED ni vacunas en 2011, en 2016 el porcentaje de clínicas de salud dotadas con dicho equipo y vacunas alcanzó 91 por ciento, en las tres áreas objetivo.