Para alcanzar los objetivos climáticos y de desarrollo, los países de ingreso bajo y mediano deben transformar la infraestructura del sector eléctrico a una escala y a un ritmo sin precedentes. El marco del Banco Mundial titulado “Scaling Up to Phase Down” (Ampliar para eliminar) define pasos a seguir para ayudar a los países en desarrollo, con la asistencia de los asociados en la tarea del desarrollo, a aumentar la producción de energía limpia asequible, segura y confiable, y a reducir gradualmente la electricidad generada a partir del carbón.
Los países más pobres están atrapados en un círculo vicioso en el que pagan más por la electricidad; no pueden sufragar el alto costo inicial de la energía limpia, y se ven obligados a ejecutar proyectos de combustibles fósiles. Básicamente, están enfrentando un triple escollo para la transición energética. La trampa de la pobreza se está convirtiendo en una trampa energética que está transformándose en una trampa climática
Los países en desarrollo tienen dificultades para superar obstáculos críticos que están paralizando la transición de sus sectores eléctricos: elevados costos iniciales de la energía limpia, mayor costo de capital y débiles fundamentos del sector de electricidad.
Estos países reciben solo un quinto de todas las inversiones en energía a nivel mundial (i), a pesar de que representan dos tercios de la población mundial. Necesitan financiamiento asequible, especialmente al comienzo de sus transiciones energéticas, para mejorar las condiciones del sector y atraer volúmenes cada vez mayores de capital privado.
En “Scaling Up to Phase Down” (Ampliar para eliminar) se describe una visión de seis etapas para ayudar a los países en desarrollo a establecer un círculo virtuoso que puede ayudar a acelerar la transición hacia la energía limpia.