Resumen:
Entre los ejercicios de 2016 y 2022, 1,1 millones de personas han recibido beneficios financieros de proyectos del Grupo Banco Mundial relativos a los bosques y paisajes, y unos 1,2 millones de usuarios de la tierra adoptaron prácticas de gestión sostenible del paisaje, y 331 millones de hectáreas se administraron usando dichas prácticas. Se dio mayor protección a la biodiversidad de unos 75 millones de hectáreas, y 9 millones de hectáreas fuera de las zonas protegidas se gestionaron teniendo en cuenta la biodiversidad. Se restauraron o plantaron árboles en unas 737 000 hectáreas, y se redujeron o evitaron 84,9 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono. Se estima que 1,2 millones de personas obtuvieron derechos de propiedad o de uso de los bosques.
Para obtener más información sobre los resultados globales, haga clic en este enlace (PDF, en inglés).
Beneficiarios de proyectos forestales entre los ejercicios de 2016 y 2022
Entre los ejercicios de 2016 y 2022, casi 9,8 millones de personas se beneficiaron de los proyectos forestales, incluidos 1,7 millones de mujeres y 238 000 personas indígenas. América Latina y el Caribe es la región que tiene el mayor número de beneficiarios de los proyectos forestales del Banco Mundial, con alrededor de 4,3 millones de personas, y África ocupa el segundo lugar con una cantidad estimada de 3,8 millones de personas.
Resultados específicos por país:
En Etiopía, en el marco del Programa de Gestión Sostenible de la Tierra (i), 900 000 hectáreas se gestionan de manera sostenible, beneficiándose unos 2,5 millones de personas. El programa contribuyó a mejorar el acceso al agua, disminuir la erosión del suelo, aumentar los rendimientos, diversificar las fuentes de ingreso y mejorar la seguridad alimentaria, aumentando la resiliencia de los medios de sustento y fomentando el capital humano del país. Las medidas para aumentar la productividad de la tierra y conservar el suelo y el agua mejoraron también la biodiversidad en general. Con una serie de proyectos se ampliarán estos resultados. Los proyectos sobre paisajes y medios de subsistencia resilientes en Etiopía (I [i] y II [i]) están mejorando la resiliencia climática, la productividad del suelo y el almacenamiento de carbono, y aumentando el acceso a actividades de medios de subsistencia diversificadas en cuencas rurales seleccionadas. El Programa de Acción Climática a través de la Gestión del Paisaje de Etiopía (i) (Programa por Resultados), puesto en marcha en 2020, amplía estos esfuerzos a una escala aún mayor con el objetivo de que 2,5 millones de hectáreas de tierras degradadas se gestionen de manera sostenible y se aumente el acceso a títulos de propiedad seguros en zonas rurales no ganaderas de las 500 principales cuencas hidrográficas. El Proyecto de Paisajes Forestales de Oromia (i) incluyó un plan de gestión de 118 882 hectáreas de bosques y la plantación de más de 9 millones de hectáreas de nuevos bosques.
En estos proyectos y programas se considera cada vez más el papel del sector privado y la silvicultura sostenible en la creación de bioeconomías rurales resilientes. El trabajo del Banco en Uganda y Rwanda refleja esta nueva agenda.
El apoyo de PROGREEN está ayudando a ampliar la cobertura del Programa de Gestión Sostenible de la Tierra para incluir los paisajes forestales y agrícolas del sudoeste de Etiopía, una región subatendida que tiene un alto potencial para aplicar un enfoque paisajístico y, al mismo tiempo, establecer y gestionar corredores verdes.
En Brasil (i), desde 2012, el Banco Mundial ayuda al Gobierno a gestionar y conservar mejor el bosque del Cerrado a través de un conjunto de proyectos complementarios que comprenden un enfoque del paisaje. El Cerrado es el segundo bioma más grande de América del Sur, cuya deforestación se produce dos veces más rápido que en la Amazonia debido al desmonte de tierras para la agricultura y la ganadería. Constituye un motor del crecimiento económico y es importante para la seguridad alimentaria, la conservación de la biodiversidad, la regulación del agua y el secuestro del carbono. Las inversiones en curso abordan los factores de la deforestación clarificando los derechos sobre la tierra, haciendo que la producción agrícola sea más sostenible, proporcionando actividades de seguimiento e información, y fortaleciendo la capacidad para detectar, prevenir y combatir los incendios forestales y dando apoyo a las comunidades tradicionales para la gestión de sus áreas y recursos naturales. Hasta la fecha, se han logrado estos resultados:
- Se ha capacitado a 20 025 agricultores en prácticas agrícolas con bajas emisiones de carbono.
- Se utilizan prácticas agrícolas con bajas emisiones de carbono en 93 844 hectáreas destinadas a la agricultura.
- Se cultivan 313 000 hectáreas donde se aplican prácticas agrícolas sostenibles.
- Se ha capacitado a 2000 personas en gestión de incendios forestales.
- Se ha proporcionado asistencia técnica a 2000 agricultores para que utilicen prácticas agrícolas con bajas emisiones de carbono.
- Se han inscrito 190 072 predios, que suman alrededor de 35,5 millones de hectáreas, en el sistema nacional de catastro del medio ambiente rural (SICAR) y, como resultado, se están adoptando prácticas de gestión sostenible de la tierra.
- Se obtuvieron referencias geográficas de 32 territorios de comunidades tradicionales, que abarcan una superficie total de 94 897 hectáreas, y 2506 familias han registrado sus tierras.
En China, a través del Proyecto de Forestación Ecológica de la Provincia de Shandong (2010-16), se plantaron árboles en 66 915 hectáreas de laderas montañosas áridas y zonas costeras salinas, con lo que se incrementó la cubierta forestal, se redujo la erosión del suelo y se mejoró el medio ambiente y la biodiversidad. Gracias al proyecto se logró lo siguiente:
- Se formularon y demostraron modelos de forestación eficaces y ampliables para zonas ambientalmente degradadas.
- Se generaron ingresos adicionales para 26 556 familias de agricultores.
- Se redujo la erosión del suelo en un 68 % y se proporcionó un ejemplo para el secuestro del carbono basado en las actividades forestales.
Los resultados del proyecto alentaron al Gobierno a establecer 84 000 hectáreas de plantaciones modelo en sitios degradados fuera de la zona del proyecto.
En Mozambique (i), el sector forestal da empleo directamente a 17 000 personas y representa casi el 2 % del PIB. Cada año se pierden aproximadamente 267 000 hectáreas de bosques, y el Banco Mundial ayuda al Gobierno a movilizar recursos para gestionar de manera sostenible el sector forestal mediante una cartera de gestión integrada de paisajes (PDF, en inglés). A través de asistencia técnica, inversiones sobre el terreno, financiamiento basado en resultados y labor analítica, la cartera contribuye a:
- Invertir en los medios de subsistencia de miles de propietarios de pequeñas y medianas extensiones de tierra.
- Mejorar la sostenibilidad de la producción de madera, carbón y agrícola.
- Reforzar los derechos sobre la tierra y la planificación del uso de la tierra.
- Restaurar las tierras degradadas.
- Reducir la deforestación y las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar las reservas de carbono.
- Combatir la caza furtiva de especies silvestres.
- Conservar la biodiversidad.
- Contribuir a las tecnologías forestales disruptivas para mejorar la aplicación de la ley dentro y fuera de las zonas protegidas.
En México (i), donde cerca del 60 % de los bosques son propiedad de pueblos indígenas y comunidades locales, el Banco Mundial respalda al Gobierno en una serie de proyectos que han mejorado la gestión forestal sostenible y han aumentado los empleos relacionados con los bosques y el valor neto de los bienes y servicios forestales. En el marco del Proyecto de Bosques y Cambio Climático (i), este esfuerzo se extendió a los 32 estados del país, se han beneficiado otras 1000 comunidades y se han gestionado de manera sostenible 2 millones de hectáreas de bosques. El proyecto de USD 460 millones, finalizado en febrero de 2019, aprovechó numerosas fuentes de financiamiento forestal para fortalecer las instituciones comunitarias y los conocimientos de gestión y conservación forestal, creando al mismo tiempo fuentes de ingreso sostenibles y alternativas, como actividades de reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal (REDD+). En la actualidad, el Proyecto de Promoción de la Actividad Empresarial en Paisajes Forestales Productivos (i) se basa en los éxitos del proyecto anterior y asegura la continuidad en las áreas de gestión forestal comunitaria y pago por servicios ambientales. También respalda nuevos enfoques innovadores, que incluyen la promoción de la integración de actividades de gestión forestal productiva con actividades de conservación y restauración de los bosques en la misma zona para aumentar los beneficios económicos y ambientales de las intervenciones del proyecto, y el énfasis en la productividad para que las personas y las empresas que dependen de los bosques puedan aprovechar completamente los beneficios de los paisajes forestales. Hasta la fecha, el proyecto ha permitido aplicar prácticas de gestión integrada de paisajes a otras 180 000 hectáreas y ha beneficiado a 33 800 personas. Además, sirve de complemento a una agenda más amplia del sector forestal, al integrar diversos instrumentos, como asistencia técnica a la Comisión Nacional Forestal de México y la preparación de un programa de reducción de emisiones del Fondo del Carbono del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF) que podría movilizar hasta USD 50 millones en pagos al país por resultados vinculados con la prevención de la deforestación.
En la República Democrática del Congo (i), donde se encuentra la segunda franja más grande de bosques pluviales del mundo, alrededor del 62 % del territorio está cubierto por bosques que contribuyen de manera crítica a los medios de subsistencia de 40 millones de personas, que se encuentran entre los más pobres del mundo. El rápido crecimiento demográfico ha aumentado la demanda de tierras agrícolas, leña y carbón, y el desarrollo a gran escala, dando lugar a una deforestación importante. Desde 2008, el Banco Mundial movilizó USD 140 millones para apoyar reformas e innovaciones experimentales en gestión forestal, planificación del uso de la tierra y tenencia de la tierra. Tan solo en el marco del Proyecto de Mejora de la Gestión del Paisaje Forestal (i), se establecieron 17 000 hectáreas de plantaciones agroforestales; se cercaron 20 000 hectáreas para fines de regeneración natural; 110 000 personas experimentaron un aumento del 18 % en sus ingresos, y se redujeron más de 6 millones de toneladas de CO2 equivalente. Las estimaciones indican que ampliar estos enfoques podría mejorar los medios de subsistencia rurales en un 300 % y aumentar la generación de efectivo en hasta USD 2200 por hogar al año, al tiempo que se proporciona carbón y productos básicos agrícolas más sostenibles a la megaciudad de Kinshasa. El Proyecto de Apoyo a las Comunidades que dependen de los Bosques ha sido clave para respaldar la labor continua de la sociedad civil del país y de los pueblos indígenas en las actividades forestales.
En Kazajstán, el Proyecto de Protección Forestal y Reforestación (i) rehabilitó más de 46 000 hectáreas de bosques degradados por grandes incendios forestales, instaló un nuevo sistema de detección de incendios de última generación y creó nuevos enfoques de gestión forestal basada en la comunidad.
En Senegal (i), el Proyecto de Gestión Sostenible y Participativa de la Energía (PROGEDE por su sigla en francés) contribuyó a combatir el rápido aumento de la demanda de combustibles de uso doméstico y la degradación conexa de los bosques y entornos rurales. Los resultados incluyen:
- Aumento de los ingresos provenientes de los recursos forestales en las aldeas participantes, de USD 18 millones a USD 70 millones en cinco años.
- Duplicación de la superficie forestal gestionada: ampliación de la gestión sostenible de los bosques por parte de la comunidad, de 400 000 hectáreas a 997 300 hectáreas en cinco años.
- Aumento de la producción sostenible de combustibles derivados de la madera de 180 000 m3 a 2 500 000 m3.
- Reducción de la deforestación en 74 127 hectáreas y de las emisiones netas de CO2 en la zona del proyecto en 3 220 826 toneladas de CO2 equivalente.
- Un impacto positivo en materia de género, con la aparición de mujeres operadoras en la producción de carbón y en la comercialización de cocinas mejoradas, una mayor participación de las mujeres en la toma de decisiones, un liderazgo femenino más fuerte en la conducción de las organizaciones comunitarias y mejores medios de subsistencia.
En Moldova, donde la mayoría de las comunidades pobres depende de la agricultura para subsistir, el Proyecto sobre Competitividad del Sector Agrícola (i) está aumentando el uso de prácticas de gestión sostenible de la tierra, como cortavientos forestales, que limitan la erosión del suelo y ayudan a secuestrar carbono, al tiempo que aumentan los ingresos de los agricultores.
Acuerdos de pagos por reducción de emisiones (ERPA):
Chile, Costa Rica, Côte d’Ivoire, República Democrática del Congo (i), República Dominicana, Fiji (i), Ghana (i), Guatemala, Indonesia (i), RDP Lao (i), Madagascar (i), Mozambique (i), Nepal (i), República del Congo (i) y Vietnam (i) —todos países con recursos forestales significativos a nivel mundial— han firmado acuerdos emblemáticos con el Banco Mundial que recompensan los esfuerzos comunitarios por reducir las emisiones de carbono a través de la lucha contra la deforestación y la degradación forestal. Juntos, estos 15 acuerdos, conocidos como acuerdos de pagos por reducción de emisiones, liberan pagos basados en resultados por más de USD 720 millones para la reducción de casi 145 millones de toneladas de emisiones de carbono hasta 2025, cifra equivalente a retirar de circulación unos 32 millones de automóviles a lo largo de un año. Los pagos provienen del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (i), cuya Secretaría se encuentra en el Banco Mundial.
Última actualización: Dic 16,2022