Se estima que, para 2030, hasta dos tercios de las personas extremadamente pobres del mundo vivirán en países afectados por fragilidad, conflictos y violencia (FCV). El panorama de la fragilidad mundial ha empeorado significativamente: Los conflictos violentos han alcanzado los niveles más altos de los últimos 30 años, y el mundo se enfrenta hoy a la mayor crisis de desplazamiento forzado jamás registrada.
Los crecientes niveles de desigualdad, la falta de oportunidades, la discriminación y la exclusión, exacerban los agravios y las percepciones de injusticia. El cambio climático, el cambio demográfico, la migración, las transformaciones tecnológicas, los flujos financieros ilícitos y el extremismo, están interconectados y plantean riesgos que trascienden las fronteras. Estos factores pueden incrementar la vulnerabilidad a las crisis, y generar efectos secundarios a escala regional.
El objetivo de la estrategia sobre Fragilidad, Conflicto y Violencia es aumentar la eficacia del Grupo Banco Mundial para ayudar a los países a abordar las causas y los impactos de las situaciones de FCV, y a fortalecer su resiliencia, especialmente, en el caso de las poblaciones más vulnerables y marginadas.
Será imposible cumplir con los dos objetivos del Grupo Banco Mundial o alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenibles sin hacer frente a los desafíos que enfrentan los países frágiles y afectados por conflicto. Esta estrategia es parte de la contribución del Grupo Banco Mundial a los esfuerzos conjuntos para responder a la fragilidad, el conflicto y la violencia, y está basa en una amplia variadad de aportes recolectados durante el periodo de consultas globales llevadas a cabo para dar forma al desarrollo de la estrategia.