Skip to Main Navigation

¿Por qué es importante?

La responsabilidad de un maestro no es simplemente enseñar. Los maestros deben ayudar a los estudiantes a adquirir las competencias para resolver problemas, analizar, enfocarse en tareas difíciles, pensar creativamente, comunicarse y trabajar con otros. Ellos tienen la responsabilidad de garantizar que todos los niños, cada uno con sus propios desafíos y potencial, puedan aprender de manera eficaz y tener una experiencia enriquecedora en la escuela.

Los sistemas educativos exitosos tienen políticas para atraer, preparar, motivar y apoyar a los maestros en esta difícil tarea. Desafortunadamente, a pesar de las buenas intenciones, muchos países no lo logran. Los estudiantes a menudo no aprenden. Finalmente, no le encuentran sentido a permanecer en la escuela y la abandonan, desperdiciando años esenciales para el desarrollo de habilidades. Entretanto, los Gobiernos y las sociedades habrán agotado los escasos recursos financieros sin lograr los resultados de aprendizaje y la educación de calidad que necesitan.

La pérdida de tiempo de enseñanza es un desafío que enfrentan muchos sistemas escolares: en América Latina, se pierde aproximadamente el 20 % del tiempo potencial de instrucción, lo que equivale a un día menos de educación por semana. Estos problemas son más graves en comunidades alejadas, aumentando las desventajas que ya enfrentan los estudiantes rurales.

Los desafíos son particularmente importantes porque con el ausentismo se desperdician recursos considerables. En la India, datos (i) de 1300 aldeas indican que casi el 24 % de los maestros estuvo ausente durante visitas no anunciadas, lo que le cuesta al país unos USD 1500 millones anuales. (i) Reducir el ausentismo en estas escuelas sería más de 10 veces más rentable para aumentar el tiempo de contacto entre los estudiantes y maestros que contratar profesores adicionales.

Otro problema es la escasez de maestros de alta calidad. En muchos países, los docentes no son especialistas en las materias que tienen que enseñar. Un estudio reciente del Banco Mundial (i) en siete países africanos determinó que casi una cuarta parte de los maestros primarios no puede restar números de dos dígitos y un tercio no puede multiplicar números de dos dígitos. Los profesores carecen además de habilidades pedagógicas para transmitir los conocimientos a los estudiantes: el mismo estudio mostró que menos del 10 % de los maestros usa las mejores prácticas docentes.

En el informe Profesores excelentes: Cómo mejorar el aprendizaje en América Latina y el Caribe se describe de qué manera el ausentismo de los maestros, la preparación deficiente, los bajos niveles salariales y de habilidades, y un liderazgo escolar deficiente privan a los estudiantes de una educación de calidad en la región.

Enfoque

Los sistemas educativos exitosos tienen maestros que están equipados con lo que necesitan para enseñar con eficacia y que están motivados para hacer su trabajo lo mejor posible. Para asegurar que esto ocurra, se necesita, en primer lugar, que las políticas y los sistemas de apoyo a los maestros se centren en mejorar lo que está sucediendo en el aula y, en segundo lugar, que existan políticas de recursos humanos para desarrollar una fuerza laboral docente bien preparada y motivada para asegurar que los estudiantes aprendan. Los maestros deben estar comprometidos y tener las habilidades adecuadas y las oportunidades de desarrollo profesional para ser eficaces. Más aún, ellos y la sociedad deben comprender la inmensa responsabilidad que tienen los profesores y el enorme impacto que tienen en los jóvenes con quienes interactúan a diario.

Una primera medida crucial es que los Gobiernos en todo el mundo procuren aumentar el aprendizaje de los estudiantes, y apoyar a los maestros y brindarles las herramientas adecuadas. El Grupo Banco Mundial trabaja con los países para reformar los programas de desarrollo profesional de los docentes, de modo que todas las aulas tengan un maestro competente, capacitado y motivado.