El agua es un tema central del desarrollo económico y social; es fundamental para mantener la salud, cultivar alimentos, gestionar el medioambiente y crear empleos. A pesar de la importancia del agua, a nivel mundial, 2000 millones de personas no tienen acceso a agua potable gestionada de manera segura y 3600 millones de personas carecen de acceso a saneamiento gestionado de forma segura (i).
Sin embargo, aumentar el acceso no es suficiente. El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) sobre agua y saneamiento propone un programa más amplio: de aquí a 2030, lograr el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos; lograr el acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados y equitativos para todos, y poner fin a la defecación al aire libre, prestando especial atención a las necesidades de las mujeres y las niñas y las personas en situaciones de vulnerabilidad. Este objetivo refleja la creciente importancia del agua y el saneamiento como un derecho humano. También se están considerando otras metas que no se limitan solo al acceso, entre ellas mejorar la calidad del agua reduciendo la contaminación y aumentar considerablemente el uso eficiente de los recursos hídricos
El desafío es enorme y cada vez más complejo. El cambio climático, el crecimiento demográfico y el desarrollo económico están ejerciendo una gran presión sobre los recursos hídricos finitos del mundo. En algunos casos, la escasez de agua ya está limitando el crecimiento económico. La falta de acceso a servicios mejorados de abastecimiento de agua y saneamiento impone enormes costos sobre la sociedad, especialmente los pobres. Incluso donde existe acceso, los servicios se han caracterizado durante décadas por una mala gestión, falta de financiamiento y bajos niveles de inversión. En el mundo en desarrollo, muy pocas empresas de abastecimiento de agua o de tratamiento de aguas residuales recuperan los costos de operación y mantenimiento a partir de las tarifas que cobran a los clientes, y solo un grupo muy pequeño recupera los costos del servicio de la deuda y la depreciación. A pesar de la importancia del agua para el desarrollo, los países africanos no asignan más del 0,5 % de su PIB al sector. Las incertidumbres derivadas de la economía política y el cambio climático no hacen más que agravar los desafíos ya considerables que enfrenta este sector. No es sorprendente que los líderes mundiales consideren ahora que el agua es una de las cuestiones críticas más importantes.
En los últimos 10 años, el Grupo Banco Mundial —la principal fuente multilateral de financiamiento para abastecimiento de agua y saneamiento en los países en desarrollo— ha aprobado 262 proyectos hídricos por valor de USD 31 200 millones, de los cuales USD 21 300 millones (o el 68 %) se clasifican como proyectos de abastecimiento de agua y saneamiento.
Última actualización: Oct 05, 2022