El istmo de Tehuantepec, en el sudeste de México, se ha convertido en el escenario principal para los parques eólicos en el país. Con vientos en un rango de 5 y 25 m/s durante buena parte del año, es un lugar ideal para generar energía de una manera renovable y limpia.
El istmo es también hogar de ejidos y comunidades indígenas, en su mayoría Zapoteca, para quienes el cultivo de sorgo y el ganado son sus principales fuentes de sustento.
El ejido de Santo Domingo Ingenio, fundado en 1940, tiene más de 7.000 habitantes y su nombre reseña el ingenio azucarero que mantuvo la economía del ejido hasta su clausura en 2006. Con el cierre del ingenio, más de 5.000 miembros del ejido perdieron su principal fuente de ingreso y la economía del municipio se vio severamente impactada.
En 2008, llegó una nueva esperanza de desarrollo a Santo Domingo con la instalación del proyecto de energía eólica La Venta III.
Este proyecto fue la primera iniciativa de energía renovable en México involucrando a una compañía privada, en este caso Iberdrola Renovables, a través de un esquema de productor independiente de electricidad. La compañía vende energía a la Comisión Federal de Electricidad por un término de 20 años, quien a su vez recibe financiamiento en forma de subsidios del Fondo para el Medio Ambiente Mundial y el Banco Mundial.
Después de un proceso de consultas con el ejido, La Venta III habilitó caminos e instaló turbinas en los predios de 116 ejidatarios. Además como parte de la agenda de desarrollo social, la cual incluye un plan para pueblos indígenas, el proyecto ha venido pagando una renta anual a los ejidatarios dueños de la tierra. El ingreso continuo ha contribuido a fortalecer los medios de vida de los pobladores, específicamente en mejoramiento del equipo agrícola y las iniciativas de educación.
Alianza con la empresa privada
Uno de los enfoques innovadores de este proyecto, es la alianza con la compañía Iberdrola Renovables, quien es propietaria del proyecto y como parte de su compromiso social con la comunidad y en coordinación con el municipio, aporta 1 millón y medio de pesos anuales para obras sociales. De esta iniciativa nació la escuela de bachillerato en el Municipio de La Blanca, la cual provee educación a más de 30 jóvenes quienes antes tenían que viajar por cerca de dos horas a la escuela más cercana.
Amado Marín Santiago, Presidente Municipal y ex comisariado ejidal de Santo Domingo dijo: “Damos la bienvenida a la inversión de los parques eólicos y esperamos que se siga la labor de desarrollo social que han iniciado en línea con el plan de desarrollo municipal”.
Como complemento a los beneficios traídos por La Venta II, los ejidatarios, organizaciones de la sociedad civil, y la Asociación Mexicana de Energía Eólica, en coordinación con los gobiernos municipales y estatales, están buscando oportunidades de crear alternativas productivas en la región a través de capacitación y paquetes tecnológicos agrícolas, y lograr procesos de desarrollo integral de la mano con la energía eólica.