En pocas palabras, las ciudades mexicanas tendrán que aumentar considerablemente la eficiencia energética.
Las autoridades federales, estatales y municipales están prestando cada vez más atención a este asunto, pero a menudo las barreras institucionales y la falta de conciencia de los funcionarios locales continúan obstaculizando las medidas para mejorar la eficiencia de los sistemas y servicios urbanos.
Para abordar este problema, la Secretaría de Energía (SENER) de México pondrá en marcha un programa nacional de eficiencia energética municipal con la ayuda del Banco Mundial. Este programa colaborará con las instituciones municipales para integrar sistemáticamente la eficiencia energética en la formulación de políticas, las decisiones de inversión y las adquisiciones públicas a nivel local.
Como primera medida, la SENER realizará estudios de diagnóstico del consumo de energía en 30 ciudades, entre las que se cuentan Guadalajara, Monterrey y Oaxaca, que son las capitales de sus respectivos estados. Estos análisis servirán de base para las inversiones en eficiencia energética en los sistemas de alumbrado público, edificios municipales y sistemas de bombeo de agua y de aguas residuales, entre otros.
El creciente compromiso del Gobierno mexicano en este ámbito quedó demostrado en la Conferencia sobre Eficiencia Energética en Ciudades celebrada en Ciudad de México el 17 y 18 de junio pasado, ocasión en que se destacó el programa nacional de eficiencia energética municipal ante más de 200 participantes de 12 países. La conferencia fue patrocinada por el Programa de Asistencia para la Gestión del Sector de Energía (ESMAP, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial, conjuntamente con otras entidades.
“El estudio del consumo urbano de energía nos permitirá determinar por primera vez a nivel nacional, cómo se utiliza la energía en las ciudades mexicanas”, dijo Leonardo Beltrán, Subsecretario de Planeación y Transición Energética de la SENER. “El objetivo es trabajar con los municipios en el diseño de inversiones adecuadas para los sectores que tengan las mayores posibilidades de aumentar la eficiencia energética”.
Asimismo, los estudios de diagnóstico incrementarán la capacidad de los funcionarios municipales para realizar evaluaciones de la eficiencia energética y crear mayor conciencia acerca de las considerables ventajas —en términos de ahorro de presupuesto, mejora de los servicios (con los consiguientes beneficios sociales) y reducción de las emisiones de carbono— que se pueden obtener con un menor gasto en energía.
Estos diagnósticos se basarán en las evaluaciones de las ciudades de León y Puebla, en las que se utilizó el instrumento de evaluación rápida de la energía urbana (TRACE, por sus siglas en inglés). Desarrollado por ESMAP, TRACE es un sistema de apoyo a la toma de decisiones que permite a las ciudades identificar y priorizar rápidamente las oportunidades de aumento de la eficiencia energética.
“Evidentemente, nosotros sabíamos que la energía representaba un gran gasto para nuestra ciudad, pero el estudio de diagnóstico nos ayudó a reconocer la importancia de tener en cuenta el factor energético en nuestras decisiones de inversión”, señaló Fidel García, Director General de Medio Ambiente Sustentable del municipio de León. “Con TRACE pudimos identificar las áreas prioritarias que se debían abordar primero, a saber, el alumbrado público, los edificios municipales y los desechos sólidos. Además, este proceso permitió determinar las instituciones locales que estaban en condiciones de formular un enfoque estratégico para los sectores señalados”.
Los ahorros que se podrían lograr como resultado de las iniciativas sobre eficiencia energética en los sectores urbanos son cuantiosos.
Por ejemplo, en el caso de Río de Janeiro (Brasil), una evaluación del Banco Mundial mostró que una inversión de US$190 millones para reemplazar el sistema de alumbrado público por uno con diodos emisores de luz (LED) no solo ahorraría a la ciudad US$380 millones en costos de operación, sino que además bajaría en 57 % el consumo de energía en ese sector. En México, las evaluaciones rápidas mediante la aplicación de TRACE indicaron posibles ahorros de energía en alumbrado público de US$2,3 millones en León y US$3,2 millones en Puebla.
En un informe reciente del ESMAP se señala que si las empresas de agua y de tratamiento de aguas residuales de los países en desarrollo adoptaran algunas medidas muy sencillas para aumentar la eficiencia, sería posible ahorrar hasta un 30 % de energía, disminuir considerablemente los costos y las pérdidas de agua e incrementar el acceso de las comunidades pobres a ese recurso.
“La eficiencia energética puede ofrecer soluciones prácticas a ciudades que tienen limitaciones presupuestarias, para ampliar y mejorar sus servicios, impulsar su competitividad, reducir las emisiones y adoptar una senda de desarrollo con bajas emisiones de carbono”, dijo Malcolm Cosgrove-Davies, gerente sectorial de la Unidad de Energía para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.