Cuando recuerdas tus tiempos de estudiante, ¿te viene a la mente algún maestro en especial, que te ayudó a ser la persona que eres hoy día?
Con excepción de los padres, muy pocas personas tienen tanta influencia en el futuro de un ser humano como los maestros. Y, sin embargo, millones de docentes latinoamericanos no ‘pasan la prueba’ cuando se trata de medir su excelencia en la formación de los futuros profesionales de la región.
De acuerdo a un estudio del Banco Mundial, una mayoría de profesores latinoamericanos no proveen a sus estudiantes la calidad de instrucción necesaria para hacerlos competitivos en un mundo cada vez más globalizado.
Una investigación sin precedentes realizada en más de 15.000 aulas de 3.000 escuelas primarias y secundarias de 7 países de América Latina reveló que a pesar de que se observa un incremento en la matrícula, es decir, más niños asisten a clases, la baja calidad de los profesores es la gran limitante para que la región alcance un nivel educativo a la par de los países desarrollados.
Profesores excelentes: como aumentar el aprendizaje en América Latina y el Caribe, se presentó ante una concurrida audiencia en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), que incluyó a la Primera Dama del Perú, Nadine Heredia, al ministro de educación de Perú Jaime Saavedra, la subsecretaria de educación básica de Brasil, María Beatriz Luce y expertos globales en educación. Las autoridades y expertos del Banco Mundial incluyeron al vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Jorge Familiar, la autora del informe, economista Barbara Bruns y Claudia Costin, la nueva directora global de educación. El evento fue transmitido en vivo a una audiencia global a través de las plataformas de la PUCP y el Banco Mundial, en asociación con el diario El País de España, RPP del Perú y la Agencia Andina.
Maestros excelentes
El punto central de la discusión fue ¿Cómo tener maestros de calidad, motivados y bien remunerados?
América Latina ha puesto un gran énfasis en la educación, dirigiendo enormes recursos para mejorarla. Sin embargo, cuando se trata de aprender, los sistemas educativos dejan mucho que desear, tal y como lo demuestra los recientes resultados de la prueba PISA donde cinco de los 8 países de la región que participaron – Argentina, Colombia, Costa Rica, México y Uruguay- “no están progresando como se esperaría”, según afirmó Jorge Familiar, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Familiar resaltó que “la época del diagnóstico ya está llegando a su fin. Es tiempo de soluciones”.
“Es tiempo de acción conjunta, que involucre a todos los que coinciden en que preparar a la juventud para el mercado global es un requisito para el desarrollo, es central para generar más inclusión social y para fortalecer la clase media”, señaló.
Cada día 7 millones de profesores -4% de la fuerza laboral regional- acuden a las aulas de la región a impartir conocimientos a millones de estudiantes.
Sin embargo, ningún cuerpo docente de América Latina, con la posible excepción de Cuba, puede considerarse de buena calidad con respecto a parámetros mundiales, según afirma el estudio.
“Los profesores de los países estudiados dedican un 65% o menos del tiempo de clase a la instrucción, lo cual equivale a perder un día completo de instrucción por semana”, anota Barbara Bruns, experta en educación y autora del estudio. El resto del tiempo es dedicado a actividades administrativas o exógenas al salón de clases, según Bruns.
El estudio recomienda que para tener cuerpos docentes de calidad se necesitan tres pasos fundamentales: reclutar, desarrollar y motivar mejores maestros.
Foros de soluciones
Este estudio es el inicio de una serie de foros de soluciones de desarrollo, que se nutren de la experiencia global adaptada al contexto de los países. El objetivo de los foros es plantear una conversación franca y abierta para reducir la brecha entre lo técnico y lo práctico.
Se trata de “brindar soluciones reales que transforman vidas y aumentan oportunidades”, según Claudia Costin, directora sénior de Educación del Banco Mundial.
Tras la presentación del estudio, varios expertos plantearon su visión de los desafíos que presenta la educación en América Latina para que alcance niveles de calidad mundiales.
El ministro peruano de Educación, Jaime Saavedra, comenzó su exposición contando una anécdota: “Cada pueblo que he visitado, en cada escuela, encuentro al menos un profesor bueno. Eso es lo que hay que trabajar, que cada vez haya más profesores de calidad”.
El ministro ofreció detalles de la ley de Reforma Magisterial y adelantó que los grandes cambios llevan su tiempo, pero que se puede ir trabajando a nivel de aulas, cambiando maestros cuando estos no demuestren un rendimiento adecuado.
Destacó el programa de acompañamiento docente para mejorar la calidad pedagógica, punto clave para la sub secretaria de Educación Básica de Brasil, María Beatriz Luce, quien considera que “los profesores deben recibir el mismo derecho y calidad de aprendizaje que dan a sus alumnos”.
La conversación también estuvo muy activa en las redes sociales. A través de Facebook y Twitter se realizaron numerosas preguntas, pero muchos de los comentarios se refirieron a cómo tener profesores de calidad cuando los salarios de los docentes en la región son muy bajos.
Saavedra reconoció que es tan importante el tema salarial como la oportunidad de desarrollo y reconocimiento de los maestros. En este sentido, Gregory Elacqua, director del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales, y Eric Hanushek, profesor de la Universidad de Stanford destacaron la importancia de estimular a los docentes desde el inicio de la carrera para evitar el abandono.
“En Chile, entre un 10% y un 20% de los profesores abandonan al inicio de la profesión porque no están motivados. Hay que invertir desde el principio”, aseguró Portales.
Asimismo, un sondeo realizado durante la transmisión del evento en Internet mostró que el 60% de los participantes considera que los profesores de Latinoamérica deben mejorar en el uso de nuevos métodos de aprendizaje para tener una educación de calidad mundial.