Las ciudades son, sin duda, un motor de crecimiento económico. Tres de cada cuatro centros urbanos crecieron más rápido que la economía de sus respectivos países entre 2005 y 2012, de un total 750 ciudades en todo el mundo analizadas en un nuevo reporte del Banco Mundial.
Pero los expertos afirman que se podría hacer mucho más. Solamente el 18% de las ciudades estudiadas lograron mejores cifras que sus países en términos de empleos, crecimiento y productividad. Si todas las ciudades se desempeñaran igual que las más competitivas, se podrían crear millones de trabajos cada año, destaca en el informe.
Y las diferencias son notables: en las ciudades más competitivas, que representan el 10% de todas las ciudades analizadas, los empleos crecieron un 9.2 % anualmente, comparado con solamente un 1.9% en las otras ciudades. Y el 5% más competitivo recibió más inversiones extranjeras directas que todo el resto de las ciudades juntas.
Las ciudades competitivas, según los autores del informe, crean empleos, aumentan la productividad e incrementan los ingresos de sus ciudadanos con el tiempo. Esto se puede lograr mediante inversiones en las instituciones, en la infraestructura, en la preparación de los ciudadanos y en la innovación; con un financiamiento adecuado, claro está, y el apoyo del sector privado.
Para exportar
En las ciudades más competitivas, que representan el 10% de todas las ciudades analizadas, los empleos crecieron un 9.2 % anualmente
“Al impulsar sus ventajas comparativas las ciudades llegan a ser competitivas, especialmente en los sectores comercializables que se pueden vender en otras ciudades y exportar a otros países”, dice el informe, presentado esta semana en Washington.
De hecho, en las ciudades que crecieron más rápido, los sectores comerciables, es decir los de los bienes que se pueden vender en otros lugares (como la industria o el turismo), crecieron 2.5 puntos porcentuales más que los sectores no comerciables.
También se recomienda enfocarse en tres fuentes de crecimiento al mismo tiempo – la expansión de empresas existentes, la creación de nuevas empresas y atraer a los inversionistas.
¿Pero dónde están las ciudades más competitivas? Según el reporte del Banco Mundial, no siempre son los grandes centros económicos. Pueden ser ciudades más pequeñas, como Bucaramanga en Colombia o Saltillo en México.
El ejemplo de Bucaramanga
La capital del Departamento de Santander, en Colombia, tiene poco más de medio millón de habitantes. El gobierno local invirtió en vialidad y en un nuevo aeropuerto con base en necesidades reales de la ciudad. La cámara de comercio hizo un estudio que reveló que una de las mayores limitaciones del crecimiento de las empresas locales era el transporte.
Con el nuevo aeropuerto, por ejemplo, se benefició el turismo, pero también los servicios de salud y las exportaciones de manufactura. Con cifras en la mano, los empresarios privados lograron sumar al gobierno local.
“Es esencial que el gobierno, el sector público en general, tenga un papel activo en el desarrollo de la economía, basado en la información que el sector privado les da”, dijo Juan Camilo Beltrán, Director Ejecutivo de la Cámara de Comercio, durante la presentación del informe en el Banco Mundial.
Paralelamente, la cámara de comercio y la comisión regional de competitividad trabajaron juntos para dar asistencia a las empresas en sus necesidades de financiamiento, así como con programas de entrenamiento de empleados o con asesoría en materia de exportaciones.
Según el reporte, la fórmula para una ciudad competitiva requiere de estos componentes:
1. Que las autoridades de la ciudad hagan del desarrollo económico una prioridad.
2. Que las entidades públicas y privadas trabajen juntos en resolver los problemas.
3. Trabajar con otras ciudades u otros niveles de gobierno para resolver los problemas que van más allá de una sola ciudad.
“Si bien no hay una receta única para llegar a ser una ciudad competitiva, existen patrones comunes que se pueden identificar”, dice el reporte.