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Discursos y transcripciones

El desarrollo empieza y termina con la gestión local

Junio 20, 2013

Hasan Tuluy - Vicepresidente América Latina y el Caribe Banco Mundial Local Democracy and Municipal Government: towards an effective public service delivery Miami, Estados Unidos

Texto preparado para la intervención

************Favor cotejar con versión emitida************

Hace dos meses el presidente del Banco Mundial, Jim Kim, anunció las ambiciosas metas de erradicar la pobreza extrema para el año 2030 e impulsar la prosperidad del 40 por ciento de la población más pobre del planeta.

El Presidente Kim justificó su decisión sobre la base de que el desarrollo y la prosperidad compartida no serán posibles sin  un esfuerzo conjunto y focalizado  en este tipo de objetivos. De lo  contrario , la situación de los más pobres no cambiará. Yo agregaría hoy aquí, que las mejoras en las condiciones de los más pobres de América Latina   dependerán muy directamente de los esfuerzos de líderes locales como ustedes.  

Buenos días a todos. Es un gusto poder acompañarlos nuevamente. La reunión del año pasado fue para mí muy motivante.

Me encontré con un grupo de alcaldes enormemente dedicados y preocupados por hacer de sus municipios lugares mejores. Donde sus ciudadanos puedan tener una mejor calidad de vida. Tengo entendido que las discusiones de estos días  han sido fructíferas y confío en que contribuyan a ayudarles a alcanzar sus propias metas de desarrollo para sus ciudadanos.

Y es que no me cabe duda que el trabajo de erradicar la pobreza y compartir la prosperidad empieza y termina  con la gestión local.

Es en sus manos donde está el poder de identificar y satisfacer las necesidades de los más pobres. Sin los esfuerzos de líderes locales es difícil pensar que un país pueda acercarse a plena prosperidad y desarrollo.

Los gobiernos locales son la verdadera cara del estado y el máximo fundamento de la democracia. En una región con una tradición democrática consolidada como la de América Latina y el Caribe, el tema no es sólo como se eligen los líderes sino, más aún, qué  tan efectivos son a la hora de satisfacer las necesidades de la gente.  

No creo que muchos líderes nacionales puedan declarar éxito en reducir la pobreza y fomentar prosperidad sin contar con el respaldo y los esfuerzos de líderes a nivel local, particularmente en aquellas municipalidades más pequeñas donde los retos son a menudo más complicados.  

Hoy en día, se estima que la pobreza extrema en las zonas rurales de América Latina es tres veces más alta que la pobreza extrema urbana.

Si…escucharon bien….. 3 veces mas alta .

En 2011, la pobreza extrema rural era superior al 30 por ciento mientras que en las ciudades estaba por debajo del 9 por ciento. Más aún, la pobreza se concentra en los municipios más pequeños. En algunos países, como México, la mayoría de los municipios de menos de 45 mil habitantes tienen tasas de pobreza superiores al promedio nacional. Lo mismo ocurre en el Perú para los municipios de menos de 25 mil habitantes.

A esas familias que residen en poblaciones pequeñas y remotas, un mejor acceso a servicios públicos básicos constituye una oportunidad que marcara su futuro. Un bebé que nace en una familia campesina en América Latina tendrá muchas mejores oportunidades de romper el círculo vicioso de la pobreza si después de nacer recibe mejores servicios de salud, acceso a educación de calidad y servicios públicos como agua potable que le ayudarán a mantenerse sano.

Pero… ¿cómo hacer para asegurar que cada día sean más y más los bebés que nacen en la región con esa perspectiva de un futuro mejor?

Hay tres puntos en los que quisiera concentrarme y que creo ayudan a encontrar una solución.

Primero: El Empuje hacia la descentralización

En las últimas dos décadas, el empuje hacia la descentralización ha dejado más poder de decisión y ejecución en manos de líderes locales.  

 

Hoy en día, en varios países de la región, los gastos sub-nacionales en educación y salud representan más del 40 por ciento del presupuesto total asignado a estos servicios. En Bolivia, por ejemplo, el gasto público sub-nacional como porcentaje del gasto público pasó del 15 por ciento a principios de los 90 al 26 por ciento en 2008. En Perú pasó  del 9 al 16 por ciento y en México del 22 al 37 por ciento.

 

La idea detrás de esta descentralización es evidente: dar a los líderes que están más cerca de la gente, la capacidad de decisión y financiación en la provisión de servicios básicos. 

 

Pero la  descentralización no garantiza la efectividad. Es una condición necesaria pero no suficiente, dirían los matemáticos.  

   

Es imperativo resolver el problema de coordinación y capacidad entre los distintos niveles de gobierno. Las normas y procedimientos del gobierno central deben ser adecuados y suficientemente simplificados para el funcionamiento de los gobiernos locales.

También es esencial que la descentralización vaya acompañada del apoyo necesario para asegurar que la gestión administrativa y financiera ocurra adecuadamente.  De lo contrario el remedio puede ser peor que la enfermedad, ya que tendremos municipios ineficientes y con mayor responsabilidad.

Así las cosas,  quienes sufren son los ciudadanos que no reciben un servicio adecuado.

Segundo: La Provisión de servicios es incompleta y desigual

Las dificultades en mejorar la provisión en servicios son diversas.  La dependencia en recursos nacionales de los municipios pequeños genera compromisos que no liberan por completo la acción de líderes locales.

En promedio, en América Latina las transferencias a los municipios representan hoy en día aproximadamente el 68 por ciento del total de los recursos municipales. Pero esto puede significar que dos terceras partes del proceso de decisión todavía restan en manos del gobierno central lo que puede dificultar la provisión adecuada de servicios.

En México, por ejemplo, donde la responsabilidad de la educación fue trasferida a los estados hace más de dos décadas, los salarios de los maestros locales siguen negociándose todavía a nivel central, debido a que los salarios dependen en gran medida de las transferencias federales. Esto significa que los gobiernos sub-nacionales tienen escaso poder de influir en un aspecto determinante para mejorar la calidad educativa, un aspecto clave para impulsar la prosperidad y mejorar la productividad.

En los últimos años, no ha sido extraño ver pequeños municipios convertidos en grandes beneficiarios de las regalías provenientes del boom de las materias primas. Pero en ocasiones,  la falta de capacidad para responder efectivamente ha significado que muchos de esos recursos permanecen sin usar.

En Bolivia, por ejemplo, las reservas que permanecen sin gastar son el equivalente al 52 por ciento del Producto Interno Bruto del país. Entre tanto en Perú, en 2011, la tasa de ejecución del presupuesto promedio de entre sus 1.836 municipios fue 73 por ciento.

Aunque no hay duda que es mejor gastar bien que despilfarrar, los recursos no invertidos se han de reflejar en resultados no obtenidos.

En una región donde cerca de una quinta parte de la población todavía no tienen servicios de saneamiento o donde la mala nutrición sigue afectando a muchos niños menores de 5 años: cerca de una cuarta parte en Perú y casi la mitad en Guatemala, es claro que falta mucho por hacer.

No en vano,  algunas encuestas revelan el descontento de la población. El informe Latino-barómetro 2011 encontró que en promedio sólo el 37 por ciento de los encuestados en América Latina tuvo "mucho" o "algo” de confianza en los gobiernos municipales y locales.

Tercero: Un enfoque para municipalidades pequeñas

Si bien es cierto que hace mucho tiempo  venimos trabajando junto a los municipios para mejorar su gestión y en la prestación de servicios tan importantes como el agua, la recolección de basura, la educación y la salud… no habíamos puesto énfasis en diferenciar los problemas y las soluciones entre los municipios medianos y grandes, y las pequeñas municipalidades.

Pero como lo demostró la última sesión de esta conferencia, este año intentamos hacer una clara distinción  y ofrecer instrumentos que le puedan ser útiles a los municipios más pequeños.

Recuerdan el dicho, Niños chicos problemas chicos, niños  grandes problemas grandes, Bueno acá es al revés: Municipios pequeños –Problemas grandes.

Es que las necesidades y desafíos de los municipios pequeños tienden a ser mayores. En Chile, por ejemplo, los 30 municipios más grandes tienen una cobertura del 97% en agua potable, mientras que los 30 más pequeños solo tienen una cobertura de 57%. En Brasil, el 63% de los habitantes de los municipios más grandes cuentan con saneamiento adecuado, mientras que solo el 32% de los habitantes de pequeños municipios tienen buenos servicios de saneamiento.

Es más, los municipios pequeños tienden a tener ingresos menores, costos más elevados, mayor dependencia del gobierno central y procesos administrativos más complejos.

Amigas y Amigos:

Durante estos tres días, ustedes han visto las direcciones en la cuales el Banco Mundial propone contribuir a resolver estos desafíos.

Les hablo de la estrategia para pequeños municipios, de la herramienta “mi-gestión”, de los instrumentos para monitorear los programas municipales y para lograr una mejor provisión de servicios con equidad. Todas estas iniciativas se deben considerar en etapa de construcción porque es en la medida en que ustedes nos compartan sus experiencias y necesidades que nosotros las vamos a poder ir adaptando a vuestras circunstancias.

Con el uso eficiente de las tecnologías de información y comunicación, podemos poner a disposición de los municipios modelos modernos de gestión de modo que hasta los municipios más pequeños y remotos puedan acceder a estos sistemas a  muy bajo costo. En Guatemala, por ejemplo, desarrollamos junto con el Gobierno guatemalteco, un sistema de gestión pública para los 333 municipios del país.

Municipios pequeños mejor organizados, mejor administrados, con funcionarios más capacitados y comprometidos, que escuchen a sus ciudadanos tanto en sus propuestas como en sus demandas, que estén atentos a oportunidades de colaboración con sus pares, y que estén pendientes de las buenas prácticas que están llevando a cabo municipios similares, marcarán la diferencia para hacer de América Latina una región más próspera.  

Los municipios pequeños son la mayoría en América Latina ya que el El 90% de los municipios de la región  tienen menos de 50.000 habitantes.  En las manos de estos municipios esta el futuro de la región.

Si ustedes logran tener éxito en la batalla por entregar servicios básicos a todos los ciudadanos, hasta en  el último rincón de vuestros países, quien habrá ganado no será solo esta generación de latinoamericanos sino la próxima que podrá construir un futuro con dignidad.

El futuro esta allí,…. al alcance de la mano, …empieza y termina en la comunidad, el barrio, en el paraje remoto, allí donde el desarrollo es mas esquivo….Ahí –..amigas, amigos……estaremos junto a ustedes. 

Gracias a todos por acompañarnos y hasta la próxima.


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