En el ejercicio de 2024, el Grupo Banco Mundial adoptó una nueva y audaz visión de un mundo sin pobreza en un planeta habitable. Para lograrlo, está llevando adelante reformas que lo ayuden a convertirse en un mejor socio de los Gobiernos, del sector privado y, en última instancia, de las personas a las que brinda servicios. Pocas veces en nuestros 80 años de historia nuestro trabajo ha sido más urgente: nos enfrentamos al retroceso de los avances en nuestra lucha contra la pobreza, a una crisis climática existencial, al aumento de la deuda pública, a la inseguridad alimentaria, a una recuperación desigual de la pandemia y a los efectos de conflictos geopolíticos.
Para responder a estos desafíos entrelazados se requiere un Grupo Banco Mundial más rápido, más sencillo y más eficiente. Estamos reorientando nuestro enfoque para encarar estos desafíos no solo a través del financiamiento, sino también con conocimiento. En nuestro Pacto de Conocimientos para la Acción, publicado en el ejercicio de 2024, se detalla cómo empoderaremos a todos los clientes del Grupo Banco Mundial, tanto públicos como privados, facilitando el acceso a nuestro acerbo de conocimientos sobre desarrollo. Y hemos reorganizado las prácticas globales del Banco Mundial en cinco vicepresidencias —Personas, Prosperidad, Planeta, Infraestructura y Asuntos Digitales— para lograr una interacción más rápida y flexible con los clientes. Cada una de estas unidades alcanzó hitos importantes en el ejercicio de 2024.
Estamos ayudando a los países a prestar servicios de salud asequibles y de calidad a 1500 millones de personas para 2030, de manera que nuestros hijos y nietos tengan una vida mejor y más saludable. Esto forma parte de nuestro esfuerzo global más amplio dirigido a ofrecer un estándar básico de atención en todas las etapas de la vida: infancia, niñez, adolescencia y adultez. Para ayudar a las personas a resistir las perturbaciones y crisis alimentarias, estamos fortaleciendo los servicios de protección social de manera de brindar apoyo a 500 millones de personas para fines de 2030, con el objetivo de que la mitad de estos beneficiarios sean mujeres.
Estamos ayudando a los países en desarrollo a crear puestos de trabajo y empleo, los principales motores de la prosperidad. En los próximos 10 años, 1200 millones de jóvenes de todo el sur global se convertirán en adultos en edad de trabajar. Sin embargo, en el mismo período y en los mismos países, se prevé que solo se crearán 424 millones de puestos de trabajo. El costo de que cientos de millones de jóvenes no tengan esperanza de conseguir un trabajo digno o labrarse un futuro resulta inimaginable, y estamos trabajando con urgencia para crear oportunidades para todos.
En respuesta al cambio climático —posiblemente el mayor desafío de nuestra generación—, tenemos previsto destinar a la acción climática para 2025 el 45 % del financiamiento anual, distribuido de manera equitativa entre mitigación y adaptación. Entre otros esfuerzos, pretendemos poner en marcha para el ejercicio de 2026 al menos 15 programas de reducción de metano liderados por los países, y nuestro Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques ha ayudado a fortalecer los mercados de carbono de alta integridad.
El acceso a la electricidad es un derecho humano fundamental y constituye la base de cualquier iniciativa de desarrollo exitosa. Acelera la transformación digital en los países en desarrollo, fortalece la infraestructura pública y prepara a las personas para los empleos del mañana. Pero la mitad de la población de África —600 millones de personas— carece de acceso a la electricidad. En respuesta a ello, nos hemos comprometido a proporcionar electricidad a 300 millones de personas en África subsahariana para 2030 en asociación con el Banco Africano de Desarrollo.
Reconociendo que la digitalización es la oportunidad transformadora de nuestro tiempo, estamos colaborando con los Gobiernos de más de 100 países en desarrollo para fomentar las economías digitales. A junio de 2024, nuestra cartera de préstamos para el área digital asciende a un total de USD 5600 millones en compromisos, y nuestra nueva Vicepresidencia de Asuntos Digitales liderará nuestros esfuerzos orientados a establecer las bases de una economía digital. Entre las iniciativas clave se incluyen construir y mejorar la infraestructura digital y de datos, garantizar la ciberseguridad y la privacidad de los datos para las instituciones, las empresas y los ciudadanos, y promover los servicios gubernamentales digitales.
Estamos aprovechando al máximo nuestra posición financiera y buscando nuevas oportunidades para asumir más riesgos y aumentar nuestro financiamiento. Para poder cumplir nuestros compromisos, debemos desarrollar nuevas y mejores formas de trabajar. Nuestras nuevas herramientas de preparación y respuesta ante las crisis, los programas destinados a abordar desafíos globales y el Fondo para un Planeta Habitable demuestran cómo estamos modernizando nuestro enfoque para mejorar el impacto y los resultados. Nuestro nuevo sistema de calificación institucional cambia radicalmente la forma en que hacemos el seguimiento de los resultados.
Pero nosotros solos no podemos facilitar el desarrollo. Necesitamos que los asociados de los sectores público y privado se sumen a nuestros esfuerzos. Por eso estamos trabajando en estrecha colaboración con otros bancos multilaterales de desarrollo para mejorar de manera tangible y mensurable la vida de quienes viven en los países en desarrollo. Nuestra relación cada vez más profunda con el sector privado se ve reflejada en nuestro Laboratorio para la Inversión del Sector Privado, que está trabajando para abordar los obstáculos que impiden la inversión del sector privado en los mercados emergentes. El grupo central del Laboratorio, integrado por 15 directores ejecutivos y presidentes, se reúne periódicamente y ya ha contribuido a nuestro trabajo, en particular con el desarrollo de nuestra Plataforma de Garantías.
El impacto y las innovaciones que hemos logrado en este ejercicio nos permitirán avanzar con una mayor ambición y un mayor sentido de urgencia para mejorar la vida de las personas. Me gustaría reconocer los notables esfuerzos de nuestro personal y directores ejecutivos, así como el apoyo inquebrantable de nuestros clientes y socios. Juntos, avanzamos hacia el ejercicio de 2025 con un gran sentido de optimismo y la determinación de crear un Banco mejor para un mundo mejor.
Ajay Banga
Presidente del Grupo Banco Mundial y de los Directorios Ejecutivos y las Juntas de Directores de las instituciones que lo integran.