La producción regional de Oriente Medio y Norte de África se contrajo un 3,8 % en 2020 a raíz de la pandemia y del desplome en los precios del petróleo. Se prevé que repuntará un 2,2 % en 2021, de la mano de la recuperación mundial y del aumento de los precios del petróleo. No obstante, se cree que, para el final de 2021, las pérdidas en el PIB equivaldrán a más de USD 220 000 millones, es decir, un 7,2 % de los niveles de 2019. Se espera que la región se recupere apenas parcialmente en 2021, algo que dependerá, entre otros factores, de la distribución generalizada de las vacunas contra la COVID‑19.
La pandemia ha agravado los desafíos de desarrollo que la región viene enfrentando desde hace mucho tiempo, como el elevado desempleo y el subempleo entre los jóvenes y las mujeres, la poca confianza en los Gobiernos y los escasos resultados de las inversiones en capital humano. Los niveles de pobreza han aumentado en toda la región, mientras los Gobiernos se enfrentan al declive de las finanzas públicas y a la creciente vulnerabilidad de la deuda. Estos desafíos tienen especial gravedad en los países afectados por conflictos. Entretanto, las vulnerabilidades climáticas continúan aumentando y agudizando la amenaza para el desarrollo de la región a largo plazo.
Asistencia del Banco Mundial
En el ejercicio de 2021, el Banco Mundial aprobó financiamiento por valor de USD 4600 millones para 23 operaciones en la región, monto que incluyó USD 4000 millones en compromisos del BIRF y USD 658 millones en compromisos de la AIF. Además, se proporcionaron USD 114 millones para proyectos en respaldo de la Ribera Occidental y Gaza. Brindamos 134 servicios de asesoría y análisis, y los ingresos provenientes de acuerdos por servicios de asesoría reembolsables ascendieron a USD 30 millones. A través del programa de asesoría consolidado, seguimos brindando apoyo al proceso de reforma de los países del Consejo de Cooperación del Golfo.
En nuestra labor con los países, perseguimos varios objetivos: potenciar el capital humano modernizando los sistemas educativos, la salud y la protección social; restaurar la confianza fortaleciendo la gobernanza y la transparencia; crear empleos promoviendo la competitividad de los mercados y el crecimiento impulsado por el sector privado; alentar la igualdad de género integrando a un mayor número de mujeres en la economía; reducir la fragilidad fomentando la reconstrucción y atacando las causas profundas de los conflictos, y propiciar un crecimiento verde luchando contra el cambio climático y la degradación ambiental y preparándose para las transiciones en el uso de energía.
Proteger el capital humano en medio de la pandemia de COVID‑19
En toda la región, el Banco está colaborando con los países para responder a las necesidades que han surgido a raíz de la pandemia de COVID‑19, a la vez que respalda los esfuerzos para mejorar el capital humano. Nuestro financiamiento está ayudando a enfrentar la crisis del aprendizaje, reformar la educación para mejorar las competencias, fortalecer los sistemas de salud y la capacidad de los servicios de salud pública, y modernizar la protección social. Hemos respaldado los proyectos de transferencias monetarias de varios países para ayudar a mitigar los impactos de la COVID‑19 y establecer sistemas de protección social más resilientes y adaptables, que sirvan para hacer frente a las futuras crisis y reducir los elevados niveles de informalidad laboral. En el marco del Proyecto Reestructurado de Resiliencia Sanitaria del Líbano, suministramos USD 40 millones para asistir al país en la adquisición de respiradores, camas para cuidados intensivos y otros equipos esenciales; además, se reasignaron USD 18 millones adicionales para apoyar la distribución de las vacunas contra la COVID‑19. Mediante financiamiento adicional de USD 15 millones para el Proyecto Integrado de Transferencias de Efectivo de Djibouti, estamos ayudando al país a fortalecer su sistema de protección social, ampliar el acceso a los servicios básicos y mejorar la seguridad alimentaria. En Jordania, comprometimos USD 20 millones para prevenir, detectar y tratar la COVID‑19, así como fortalecer el sistema nacional de salud. A través de otro proyecto, se está brindando apoyo en efectivo a los hogares pobres y vulnerables del país que se han visto afectados por la pandemia.
En Yemen, el Banco comprometió USD 204 millones para fortalecer las instituciones nacionales, ofrecer transferencias de efectivo, crear oportunidades de empleo temporal y aumentar el acceso a los servicios básicos para los damnificados por la COVID‑19 y otras perturbaciones. Para enfrentar los actuales retos educativos, nos asociamos con Unicef y con el Programa Mundial de Alimentos mediante el Proyecto de Emergencia para Restaurar la Educación y el Aprendizaje, por valor de USD 100 millones, a fin de apoyar a los docentes, facilitar los programas de alimentación escolar, mejorar la infraestructura de las escuelas y distribuir materiales didácticos y artículos escolares. También nos asociamos con el Programa Mundial de Alimentos para impulsar el Proyecto de Respuesta y Resiliencia sobre Seguridad Alimentaria, que ofrecerá oportunidades de dinero por trabajo y alimentos nutritivos a los hogares vulnerables. A su vez, ayudará a restaurar la producción agrícola, fortalecer las cadenas de valor y aumentar las ventas de los productos agrícolas, ganaderos y pesqueros, lo que contribuirá a generar resiliencia a más largo plazo en Yemen.
Tras la explosión ocurrida en el puerto de Beirut en agosto de 2020, pusimos en marcha rápidamente una evaluación de daños y necesidades, en colaboración con la Unión Europea y las Naciones Unidas. La evaluación sirvió como respaldo de los esfuerzos para apoyar la recuperación, atender las necesidades básicas de las personas, implementar reformas y volver a poner en funcionamiento activos, servicios e infraestructuras esenciales. En Arabia Saudita, nuestro acuerdo de servicios de asesoría reembolsables está dando lugar a reformas históricas relacionadas con el empoderamiento de la mujer, en tanto que, en los Emiratos Árabes Unidos, nuestros servicios de asesoría ayudaron a instaurar la licencia parental remunerada en el sector privado —el primer país de la región con esta característica— y a modificar la legislación laboral para dar carácter obligatorio a la igualdad salarial.
Fortalecer la gobernanza y la transparencia
En toda la región, las percepciones sobre la corrupción y la falta de transparencia desvirtúan la eficacia de los esfuerzos de respuesta a las crisis, lo que agudiza los impactos económicos, socava la confianza de las personas en los Gobiernos y pone en peligro la cohesión social. Esta situación se ve agravada por la insuficiencia de datos y estadísticas, o por su escasa confiabilidad. El Banco está trabajando con los países con el objetivo de fortalecer la capacidad de los Gobiernos locales para brindar servicios e interactuar con sus ciudadanos, lo que ayudará a renovar el contrato social. En Jordania, un nuevo programa por resultados de USD 500 millones tiene por objeto reforzar las inversiones públicas y privadas y ayudar al país a aprovechar las nuevas oportunidades de recuperación, entre otras cosas, en los ámbitos de crecimiento verde, desarrollo del turismo y participación de la mujer en la fuerza de trabajo. Mediante el mejoramiento de los sistemas de comentarios de la ciudadanía, el programa también ayudará al país a reforzar sus mecanismos de rendición de cuentas para aplicar las nuevas políticas eficazmente y promover la inversión.
Crear puestos de trabajo mediante la promoción de mercados competitivos y el crecimiento impulsado por el sector privado
La crisis de la COVID‑19 ha reducido drásticamente la producción económica en una región a la que ya le resultaba difícil generar suficientes puestos de trabajo para su fuerza laboral joven. La caída de la demanda, la suspensión de las actividades no esenciales, las limitaciones financieras, el cierre de numerosas instalaciones y las interrupciones en las cadenas de suministro han generado perturbaciones en sectores clave. No obstante, también existen oportunidades en nuevos campos, por ejemplo, en la prestación de servicios digitales, aunque para ello se necesitan inversiones en infraestructura, competencias y capacidad. En Jordania, el Proyecto de Jóvenes, Tecnología y Empleo, por valor de USD 163 millones, está ayudando a jóvenes pobres y vulnerables —tanto jordanos como sirios— a encontrar oportunidades en la economía digital a través de la mejora de sus habilidades de mercado, el acceso a financiamiento para empresas de mucho crecimiento y la creación de puestos de trabajo. De manera similar, un proyecto por valor de USD 15 millones en la Ribera Occidental y Gaza está ayudando a crear más puestos de trabajo altamente calificado en empresas locales de tecnología de la información.
Igualdad de género: Integrar a más mujeres en la economía
En esta región, el índice de participación de la mujer en la fuerza de trabajo es el más bajo del mundo; las mujeres tienen menos oportunidades y sufren limitaciones de opinión y participación, restricciones jurídicas y exclusión financiera. La crisis de la COVID‑19 ha agudizado estos desafíos, ya que las mujeres se han visto obligadas a asumir más tareas de cuidados y responsabilidades en el hogar, además de sufrir más el desempleo.
Estamos trabajando con los países para reducir estos obstáculos. En Marruecos, una operación por USD 275 millones tiene como objetivo disminuir las limitaciones profesionales que enfrentan las mujeres en el sistema nacional de protección civil mediante la promoción de procesos más justos de contratación y ascenso. Por medio de nuestro Laboratorio de Innovación de Género, que funciona en la región, estamos realizando evaluaciones del impacto para encontrar formas de ampliar las oportunidades económicas para las mujeres. Y en Iraq, Jordania y el Líbano, el Mecanismo Financiero sobre Género del Mashreq está ayudando a fortalecer la participación de las mujeres en la economía.
Abordar las situaciones de fragilidad, conflicto y violencia
La exclusión social y económica continúa estando entre las principales fuentes de conflicto e inestabilidad de la región. Las costosas y prolongadas guerras civiles han dado origen a un gran número de refugiados y personas desplazadas internamente, mientras que los elevados niveles de desigualdad entre zonas urbanas y rurales han agravado estos desafíos. En virtud del plan de acción regional para situaciones de FCV, estamos apoyando los esfuerzos más amplios del GBM por mitigar los factores que generan fragilidad y conflicto y fortalecer la resiliencia, en particular para favorecer a las personas más vulnerables y marginadas. Entretanto, nuestro Plan de Acción Regional contra la Violencia de Género y el Marco del Mashreq para los Desplazados contribuyen a promover la inclusión social y brindar apoyo a los refugiados y a las personas desplazadas.
En el Líbano, el Proyecto de Transferencias Monetarias de Emergencia en Respuesta a la COVID‑19, por valor de USD 246 millones, tiene como finalidad brindar transferencias de efectivo a las personas más pobres y vulnerables del país, así como ampliar su acceso a los servicios sociales. En Yemen, estamos colaborando con organismos de las Naciones Unidas para extender el acceso a los servicios esenciales —incluidos los de agua, saneamiento, transporte y energía—, y para mejorar la salud y la nutrición de las mujeres y los niños. En Jordania y el Líbano, el Servicio Mundial de Financiamiento en Condiciones Concesionarias ha permitido movilizar, hasta junio de 2021, USD 520 millones para apoyar a los refugiados sirios y a las comunidades que los reciben.
En Iraq, gracias al Proyecto de Operación de Emergencia para el Desarrollo, de USD 750 millones, se han podido reconstruir tres puentes esenciales sobre el río Tigris, lo que contribuye a restablecer la vida económica de Mosul. El proyecto también ha permitido rehabilitar más de 400 kilómetros de carreteras y otros 25 puentes en varias zonas del país. Además, se realizarán obras de reconstrucción en otros dos puentes clave, entre ellas, un cruce entre Mosul y Duhok, de importancia para el comercio. Pese a los desafíos en el terreno, continuamos ayudando al Gobierno a lograr la participación ciudadana mediante el uso de tecnología, la flexibilidad en el diseño de los proyectos y las innovaciones en materia de ejecución.
Más información: Oriente Medio y Norte de África >
Compromisos y desembolsos para la región en los ejerciciós de 2019–21
| COMPROMISOS (EN MILLONES DE USD) | DESEMBOLSOS (EN MILLONES DE USD) |
| Ej. de 19 | Ej. de 20 | Ej. de 21 | Ej. de 19 | Ej. de 20 | Ej. de 21 |
BIRF | 4,872 | 3,419 | 3,976 | 4,790 | 2,415 | 2,764 |
AIF | 611 | 203 | 658 | 647 | 151 | 379 |
Cartera de operaciones en ejecución al 30 de junio de 2021: USD 22.2 mil millones. |
Proyecto destacado: Respaldar a los países en su avance hacia una recuperación verde, resiliente e inclusiva
El Banco Mundial está apoyando a los países de la región a superar la crisis de la COVID‑19 y a avanzar hacia una recuperación verde, resiliente e inclusiva. Las iniciativas se centran en reducir las emisiones, fortalecer la resiliencia en sectores clave, propiciar la transición hacia modos de transporte y movilidad más sostenibles, y diversificar las fuentes de energía.
En Marruecos, analizamos maneras de reforzar la resiliencia y la inclusión en los esfuerzos de recuperación. Esto sirvió como orientación para el Programa por Resultados para una Generación Verde, de USD 250 millones, que tiene por objeto aumentar las oportunidades laborales y generar ingresos para los jóvenes de zonas rurales, además de mejorar la eficiencia, la resiliencia climática y la sostenibilidad ambiental de la cadena de valor de los agroalimentos. Mediante el programa, se buscará ampliar el uso de las tecnologías digitales en la agricultura y promover las prácticas climáticamente inteligentes, así como fortalecer la capacidad de seguimiento y evaluación, a fin de que el país pueda avanzar hacia un crecimiento verde.
En Egipto, estamos ayudando al Gobierno a incorporar la movilidad eléctrica de manera sólida y eficaz: hemos evaluado la situación y definido los aspectos en los que es necesario intervenir. Las conclusiones de nuestro análisis constituyen el fundamento del Proyecto para la Gestión de la Contaminación Atmosférica y el Cambio Climático en la Zona Metropolitana de El Cairo, por valor de USD 200 millones, que tiene como finalidad reducir las emisiones procedentes de sectores de importancia crítica en El Cairo y las zonas aledañas. El proyecto se centra en reducir las emisiones vehiculares, mejorar la gestión de los desechos sólidos y formular un programa robusto de mitigación de los impactos climáticos. Entre las iniciativas, cabe mencionar los autobuses eléctricos que la Autoridad de Transporte de El Cairo está poniendo en funcionamiento y operando. Nuestro asesoramiento también ayuda al Gobierno tanto a fortalecer su capacidad de medir el valor de las emisiones y los desechos como a evaluar sus repercusiones en la economía.
En la Ribera Occidental y Gaza, el programa para el sector energético es un ejemplo de la manera en que aplicamos el enfoque programático de varias etapas en un contexto de fragilidad. El programa es congruente con la Estrategia de Asistencia del GBM para la Ribera Occidental y Gaza y con la Estrategia Energética Nacional del Organismo Palestino de Energía y Recursos Naturales. A través del programa, se busca ayudar al organismo a diversificar las fuentes de energía, con énfasis en las energías renovables, así como a reforzar la sostenibilidad financiera y operacional. Asimismo, se promoverá la participación del sector privado y se incrementará la proporción de energías renovables e importaciones provenientes de países vecinos.
RESEÑA DE LA REGIÓN
INDICADOR | 2000 | 2010 | DATOS ACTUALESa |
Población total (en millones) | 279 | 333 | 396 |
Crecimiento demográfico (% anual) | 1.8 | 1.8 | 1.7 |
INB per cápita (método del Atlas, en USD corrientes) | 1,596 | 3,996 | 3,163 |
Crecimiento del PIB per cápita (% anual) | 4.4 | 3.4 | -5.3 |
Población que vive con menos de USD 1,90 al día (en millones) | 10 | 7 | 27 |
Esperanza de vida al nacer, mujeres (años) | 71 | 74 | 76 |
Esperanza de vida al nacer, hombres (años) | 68 | 70 | 72 |
Emisiones de dióxido de carbono (megatoneladas) | 792 | 1,253 | 1,471 |
Pobreza extrema (% de la población que vive con menos de USD 1,90 al día, PPA de 2011) | 3.5 | 2 | 7 |
Servicio de la deuda como proporción de las exportaciones de bienes y servicios | 13 | 6 | 11 |
Coeficiente entre participación femenina y masculina en la fuerza de trabajo (estimación modelada de la OIT, %) | 24 | 26 | 25 |
Empleo vulnerable, total (estimación modelada de la OIT, % del empleo total) | 36 | 33 | 31 |
Tasa de mortalidad de niños menores de 5 años por cada 1000 nacidos vivos | 45 | 29 | 24 |
Tasa de finalización de la escuela primaria (% del grupo etario pertinente)b | 81 | 89 | 92 |
Personas que usan internet (% de la población) | 1 | 21 | 60 |
Acceso a la electricidad (% de la población) | 90 | 95 | 97 |
Consumo de energía renovable (% del consumo total final de energía) | 3 | 3 | 3 |
Personas que cuentan, por lo menos, con servicios básicos de saneamiento (% de la población) | 82 | 86 | 89 |
Personas que cuentan, por lo menos, con servicios básicos de abastecimiento de agua potable (% de la población) | 86 | 91 | 93 |
Nota: : INB = ingreso nacional bruto; OIT = Organización Internacional del Trabajo; PIB = producto interno bruto; PPA = paridad del poder adquisitivo. a. Datos más recientes disponibles entre 2015 y 2020; para consultar datos actualizados, visite http://datos.bancomundial.org. |
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