Se prevé que el PIB de Asia meridional crecerá un 5,6 % en 2023 y se mantendrá moderado —en un nivel de 5,9 %— en 2024, tras una recuperación inicial del 8,2 % en 2021, luego de la pandemia. Las perspectivas de crecimiento de la región se han debilitado como consecuencia del endurecimiento de las condiciones financieras, mientras que el espacio fiscal limitado y el agotamiento de las reservas han contribuido a generar grandes riesgos de deterioro de la situación en la mayoría de los países. Se espera que la tendencia a la disminución de la pobreza se recupere en forma paralela al crecimiento económico: las previsiones indican que la cantidad de personas que viven con menos de USD 3,20 al día en toda la región ascenderá a 754 millones en 2023, cifra inferior a las estimaciones de 2019.
Asia meridional es sumamente vulnerable a los impactos del cambio climático y los desastres naturales. En las últimas dos décadas, los desastres relacionados con el clima han afectado a 750 millones de personas, es decir, más de la mitad de los habitantes de la región. La elevada desigualdad agrava estos impactos, ya que las personas pobres, vulnerables y marginadas soportan la mayor parte de la carga de estos desastres y no disponen de medios suficientes para recuperarse.
Asistencia del Banco Mundial
En el ejercicio de 2023, el Banco Mundial aprobó financiamiento por valor de USD 10 100 millones para 37 operaciones en la región, monto que incluyó USD 4300 millones en compromisos del BIRF y USD 5800 millones en compromisos de la AIF. También se respaldaron 61 servicios de asesoría y análisis para 8 países. Mediante ellos se proporcionó asesoría técnica sobre temas como la gestión de la deuda, la gobernanza, la creación de empleo, la protección social, la contaminación atmosférica y la resiliencia frente al cambio climático.
En toda la región, nos centramos en la resiliencia del capital humano para minimizar las secuelas de las crisis; la resiliencia ante los impactos del cambio climático y los desastres naturales, y la resiliencia de la economía, los mercados y la sociedad para que el desarrollo sea inclusivo y sostenible.
Proteger a las personas después de las crisis
El Banco ayudó a Pakistán a responder a las devastadoras inundaciones con casi USD 1700 millones para cinco proyectos en Sindh, la provincia más afectada, a fin de construir viviendas resilientes, restablecer la producción de cultivos, prestar servicios de salud para madres e hijos, y fortalecer la protección social y la capacidad de respuesta del Gobierno local ante los desastres. En Afganistán, hemos seguido brindando apoyo para mantener los servicios básicos y los medios de subsistencia en las áreas de salud, agricultura y educación; se entregaron más de USD 1000 millones en fondos extrapresupuestarios a través de organismos de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales internacionales.
En respuesta a la crisis económica y financiera sin precedentes de Sri Lanka, actuamos con rapidez para proteger a la población —en particular a los pobres y vulnerables— de sus peores impactos. Reorientamos USD 325 millones para financiar transferencias monetarias de emergencia, medicamentos, programas de alimentación escolar, bonos de matrícula, fertilizantes para pequeños agricultores y gas para cocinar. En diciembre de 2022, el Banco aprobó la solicitud de Sri Lanka para acceder a financiamiento en condiciones concesionarias de la AIF —proceso denominado “graduación inversa”— a fin de estabilizar la economía. También preparamos un nuevo marco de alianza con el país para los ejercicios de 2024‑27, junto con dos operaciones por un total de USD 700 millones para impulsar reformas económicas clave y mejorar la protección social.
Invertir en capital humano resiliente
En toda Asia meridional, la pandemia de COVID‑19 condujo a un colapso del capital humano de millones de niños y jóvenes. Los estudiantes de hoy podrían perder más del 14 % de sus ingresos futuros, y quienes hoy son niños pequeños podrían ver una disminución del 25 % en los ingresos cuando lleguen a la edad adulta. La pobreza de aprendizajes —incapacidad para leer y comprender un texto sencillo a los 10 años de edad— aumentó del 60 % al 78 % durante la pandemia. Apoyamos las políticas educativas que garantizan el aprendizaje para todos, ayudan a desarrollar competencias que se necesitarán en el futuro y mejoran el acceso a los mercados laborales. En Maldivas, un proyecto por valor de USD 9 millones permite mejorar la calidad de la educación secundaria. En Nepal, mediante un proyecto por valor de USD 120 millones, estamos ayudando a establecer un sistema de tutoría docente y a garantizar que en las escuelas se enseñe un programa completo de materias.
Asimismo, estamos fortaleciendo los sistemas de salud, ampliando el acceso a la atención primaria y creando sistemas de protección social específicos y con capacidad de respuesta. En India, en el estado de Gujarat, destinamos USD 350 millones para mejorar la atención de la salud pública, haciendo hincapié en el bienestar de las niñas. En el estado de Odisha, que se ve afectado por un desastre natural aproximadamente cada 15 meses, un programa por valor de USD 100 millones permite mejorar la cobertura de protección social para los hogares pobres y vulnerables a través de transferencias de efectivo digitales.
Crear economías resilientes
Para ayudar a los países a generar resiliencia económica, promovemos soluciones impulsadas por el sector privado, aumentamos la transparencia de la deuda y la inversión, mejoramos el acceso de las pymes al crédito y a los mercados, e impulsamos la transformación digital. Nuestra investigación se centra en los factores que impulsan la alta tasa de desigualdad de oportunidades y en la manera en que los países pueden aumentar la inclusión.
En el estado indio de Punjab, comprometimos USD 150 millones para ayudar a administrar mejor sus recursos financieros y ampliar el acceso a los servicios públicos aprovechando las tecnologías digitales y aumentando la rendición de cuentas en las adquisiciones públicas. En Maldivas, un proyecto por valor de USD 15 millones permite reforzar la participación privada en las empresas estatales y su estabilidad financiera; al mismo tiempo, contribuye a mejorar la competitividad de las pymes. En Nepal, proporcionamos USD 100 millones para respaldar el uso sostenible y productivo del capital natural, fortalecer la resiliencia al cambio climático y promover la inversión del sector privado para ecologizar la economía y crear empleos y medios de subsistencia.
Aumentar la resiliencia al cambio climático y los desastres naturales
Asia meridional se enfrenta a un aumento de olas de calor, ciclones, sequías e inundaciones: el cambio climático podría empeorar drásticamente las condiciones de vida de hasta 800 millones de personas. En el ejercicio de 2023, presentamos los informes sobre el clima y el desarrollo de Bangladesh, Nepal y Pakistán, que ponen de relieve la urgente necesidad de aumentar la resiliencia de las carreteras, las represas hidroeléctricas, las comunidades costeras y la agricultura de la región, así como de las ciudades de rápido crecimiento, donde abundan los asentamientos informales que corren el mayor riesgo.
En India, proporcionamos USD 1500 millones para ampliar la producción de energía renovable, desarrollar hidrógeno verde y estimular el financiamiento climático para inversiones en energía con bajas emisiones de carbono. En la provincia de Punjab (Pakistán) —responsable del 73 % de la producción total de alimentos del país—, un proyecto por valor de USD 200 millones promueve las tecnologías y prácticas climáticamente inteligentes para mejorar el uso eficiente del agua, generar resiliencia ante los fenómenos meteorológicos extremos y aumentar los ingresos de los pequeños agricultores. En Bangladesh, proporcionamos USD 250 millones para promover inversiones ecológicas en el sector de los hornos de ladrillo, la gestión de los residuos municipales, las cocinas no contaminantes y los sistemas solares para tejados, con el fin de reducir la contaminación atmosférica y mejorar la calidad ambiental.
Promover la integración y la cooperación regionales
Respaldamos la cooperación regional para fortalecer la conectividad económica y digital, la resiliencia climática y el capital humano. En el informe Striving for Clean Air (Esfuerzos para lograr un aire limpio), se presentan pruebas de que los enfoques regionales para la gestión de la calidad del aire son más eficientes, son eficaces en función de los costos y conducen a resultados más rápidos. Nuestra alianza con el Reino Unido, a través de un fondo fiduciario de USD 63 millones, está ayudando a acelerar la acción climática por medio del Programa para la Resiliencia de Asia.
Apoyamos la transición hacia la energía limpia y promovemos el comercio de energía entre Bangladesh, Bhután, India y Nepal. Nuestra labor para transformar los caminos en autopistas resilientes frente al clima y modernizar la infraestructura en los puertos terrestres está mejorando el comercio y la conectividad del transporte en estos cuatro países. En la porción sudoccidental del océano Índico, estamos fortaleciendo la gestión de las pesquerías; Maldivas lidera la iniciativa de pesca sostenible y comparte las enseñanzas aprendidas. Continuamos participando en foros regionales para la acción colectiva, entre ellos, WePower —una red de mujeres profesionales del sector de la energía— y el Foro Hidrometeorológico de Asia Meridional, una plataforma para mejorar la información meteorológica y los servicios climáticos.
Más información: Asia meridional >
COMPROMISOS Y DESEMBOLSOS PARA LA REGIÓN EN LOS EJERCICIOS DE 2021‑23
| COMPROMISOS (EN MILLONES DE USD) | DESEMBOLSOS (EN MILLONES DE USD) |
| EJ. DE 21 | EJ. DE 22 | EJ. DE 23 | EJ. DE 21 | EJ. DE 22 | EJ. DE 23 |
BIRF | 3746 | 4781 | 4321 | 3665 | 3129 | 3290 |
AIF | 7127 | 4217 | 5770 | 5744 | 4202 | 4646 |
Cartera de operaciones en ejecución al 30 de junio de 2023: USD 57 800 millones. |
Proyecto destacado: Maldivas: Hacia un futuro resiliente con la energía del sol
Al igual que otros pequeños Estados insulares en desarrollo, Maldivas tiene una economía pequeña y poco diversificada que lo hace particularmente vulnerable a las conmociones externas, incluido el vertiginoso aumento de los precios de los alimentos y la energía tras la invasión de Rusia a Ucrania. Anualmente, el país gasta más del 10 % de su PIB en importar combustible diésel para satisfacer las necesidades energéticas. En 2020, el PIB se contrajo un 34 %, ya que la pandemia puso freno al turismo, el principal motor del crecimiento económico. En 2022, el país se vio afectado por el alza de los precios internacionales de los productos básicos, que ejerció presión sobre la inflación interna, la posición fiscal del Gobierno y la balanza de pagos. Maldivas también es extremadamente vulnerable al aumento del nivel del mar y a los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático. Gran parte del país se encuentra a solo un metro sobre el nivel del mar; las proyecciones actuales muestran que es probable que, para fines de siglo, esté completamente sumergido por el aumento de este nivel.
Para incrementar su resiliencia, esta nación insular está ampliando la capacidad de energía renovable, invirtiendo en infraestructura verde, restaurando los manglares para protegerlos de las inundaciones costeras y mejorando los sistemas de alerta temprana. También se ha comprometido a convertirse en un país con cero emisiones netas de carbono para 2030. Sin embargo, en un momento en que la capacidad de endeudamiento público es sumamente limitada, el sector privado debe desempeñar un papel fundamental para subsanar el déficit de financiamiento. Los proyectos Acelerar las Inversiones Privadas Sostenibles en Energía Renovable y Acelerar la Integración de la Energía Renovable y la Energía Sostenible, que suman algo más de USD 12 millones en financiamiento en condiciones concesionarias del Banco Mundial, están contribuyendo a instalar un total de 53,5 megavatios de paneles solares en las islas y en mar abierto, construir mecanismos de almacenamiento en baterías de 40 megavatios-hora para el país y mejorar la red eléctrica para incluir fuentes de energía más limpias.
Con este aporte del Banco se movilizaron USD 140 millones adicionales —alrededor de 12 veces el monto de financiamiento por cada dólar gastado—, incluidos los fondos aportados por el sector privado. Las garantías del GBM ayudarán a mitigar los riesgos que impiden que haya inversiones en una pequeña isla con una economía volátil. Al disipar los temores de los inversionistas y atraer más inversión privada, este enfoque ha hecho que los proyectos de energía renovable para Maldivas sean más sostenibles desde el punto de vista financiero.
El primer proyecto de energía solar en el país, ejecutado en el marco de ASPIRE, atrajo a solo 4 inversionistas en 2014; en 2022, hubo un récord de 63 ofertas, impulsadas por la nueva estructura de mitigación de riesgos. El aumento de la inversión privada también ha reducido los costos: el precio de compra de energía, que es el precio de compra por unidad de electricidad que una empresa eléctrica acuerda con una planta de energía solar, disminuyó durante este período de 21 centavos la unidad a menos de 9,8 centavos, un valor significativamente inferior al precio actual de la energía importada proveniente de combustibles fósiles. Gracias al éxito de la convocatoria a inversionistas privados, Maldivas ha logrado expandir la energía renovable, reducir los costos de importación y generar energía limpia asequible y confiable.
RESEÑA DE LA REGIÓN
Indicador | 2000 | 2011 | DATOS ACTUALESa |
Población total (en millones) | 1407 | 1685 | 1919 |
Crecimiento demográfico (% anual) | 2,0 | 1,5 | 0,9 |
INB per cápita (método del Atlas, en USD corrientes) | 440 | 1260 | 2278 |
Crecimiento del PIB per cápita (% anual) | 2,1 | 3,6 | 5,5 |
Población que vive con menos de USD 2,15 al día (en millones)b | 582 | 360 | 161 |
Esperanza de vida al nacer, mujeres (años) | 63,9 | 69,0 | 69,4 |
Esperanza de vida al nacer, hombres (años) | 62,0 | 65,5 | 65,9 |
Emisiones de dióxido de carbono (megatoneladas) | 1073 | 1987 | 2518 |
Pobreza extrema (% de la población que vive con menos de USD 2,15 al día, PPA de 2017)b | 39,8 | 21,4 | 8,6 |
Servicio de la deuda como proporción de las exportaciones de bienes y servicios y los ingresos primarios | 17 | 7 | 9 |
Coeficiente entre participación femenina y masculina en la fuerza de trabajo (estimación modelada de la OIT, %) | 35 | 35 | 34 |
Empleo vulnerable, total (estimación modelada de la OIT, % del empleo total) | 79 | 76 | 69 |
Tasa de mortalidad de niños menores de 5 años por cada 1000 nacidos vivos | 93 | 60 | 37 |
Tasa de finalización de la escuela primaria (% del grupo etario pertinente) | 69 | 87 | 92 |
Personas que usan internet (% de la población) | 0 | 9 | 43 |
Acceso a la electricidad (% de la población) | 58 | 78 | 99 |
Consumo de energía renovable (% del consumo total final de energía) | 49 | 38 | 38 |
Personas que cuentan, por lo menos, con servicios básicos de abastecimiento de agua potable (% de la población) | 82 | 87 | 91 |
Personas que cuentan, por lo menos, con servicios básicos de saneamiento (% de la población) | 18 | 46 | 69 |
Nota: INB = ingreso nacional bruto; OIT = Organización Internacional del Trabajo; PIB = producto interno bruto; PPA = paridad del poder adquisitivo. a. Datos más recientes disponibles entre 2019 y 2022; para consultar datos actualizados, visite https://datos.bancomundial.org. b. Datos de 2002. |