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Con abundantes activos de capital natural y una fuerza laboral bien educada, Argentina, tiene potencial para impulsar un crecimiento económico sostenido e inclusivo. Argentina alberga grandes y diversos recursos naturales, incluyendo los segundos yacimientos de litio del mundo, las segundas reservas de gas y las cuartas reservas de petróleo. Sus tierras fértiles la convierten en un importante productor agrícola, ocupando el tercer puesto mundial en producción de soja.
Sin embargo, Argentina ha tenido dificultades para lograr un crecimiento sostenido. El país era la séptima nación más rica del mundo en 1918. Su éxito económico se debió a una economía abierta y a políticas de inmigración progresistas. El debilitamiento progresivo de su economía hizo que pasara de ser un país de ingreso altos a medios altos. La inestabilidad económica han obstaculizado el desarrollo, resultando en una tasa promedio de crecimiento anual del producto interno bruto (PIB) de tan sólo 1,8 por ciento durante el último medio siglo, muy por debajo del promedio latinoamericano del 3,2 por ciento. Si Argentina hubiera crecido al mismo ritmo que el resto de América Latina, su PIB per cápita habría sido hoy un 60 por ciento superior.
El informe presenta tres sugerencias para ayudar a Argentina a afrontar estos desafíos de desarrollo y retomar de una manera duradera y sostenible la senda de crecimiento económico: