Las vacunas contra la COVID-19, junto con los testeos masivos, los tratamientos mejorados y los sistemas de salud sólidos, son clave para salvar vidas y reforzar la recuperación económica mundial. Para ofrecer alivio a las poblaciones vulnerables, los países de ingreso bajo y mediano necesitan un acceso equitativo, amplio y rápido a vacunas eficaces y seguras.
Por eso el Banco Mundial está reforzando su respuesta inicial a la COVID-19 con USD 12 000 millones para ayudar a los países pobres a adquirir y distribuir vacunas, pruebas de detección y tratamientos. La primera operación financiada por la institución en respaldo de la distribución de las vacunas se aprobó en enero de 2021 (i).
Al 02 de junio, el Banco Mundial ha aprobado proyectos de vacunas en 25 países por un valor de más de USD 2 400 millones. Esperamos llegar a 50 países por valor de USD 4 000 millones a mediados de año. Los países con proyectos de vacunas aprobados hasta ahora son Afganistán, Bangladesh, Cabo Verde, Côte d'Ivoire, Ecuador, El Salvador, Eswatini, Etiopía, Honduras, Lesotho, Líbano, Moldova, Mongolia, Nepal, Filipinas, Rwanda, Gambia, República del Congo, Sierra Leona, Túnez, Tayikistán y Ucrania. Todos los proyectos aprobados se resumen aquí. (i)
Financiamiento:
- El financiamiento amplía la asistencia para ayudar a los países de ingreso bajo y mediano a adquirir las vacunas y estar listos para distribuirlas, así como a reforzar los sistemas nacionales de preparación para cuestiones de salud pública. Este financiamiento forma parte de la respuesta inicial a la COVID-19 anunciada en abril de 2020, que actualmente brinda respaldo a más de 110 países (i).
- Todos los países de ingreso bajo y mediano que pueden recibir asistencia del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y la Asociación Internacional de Fomento (AIF) (i) podrán acceder al paquete de financiamiento para la adquisición de vacunas en el marco de sus actuales mecanismos de préstamo (en el caso de los prestatarios de la AIF) y límites de exposición (prestatarios del BIRF).
- El paquete de financiamiento, que ya está en preparación y se pondrá en marcha durante los próximos 24 meses, ayuda a mostrar a la industria farmacéutica y de la investigación que las personas de los países en desarrollo necesitan un acceso equitativo a vacunas seguras y efectivas contra la COVID-19. Ningún país estará a salvo de sufrir un rebrote hasta que la pandemia se haya logrado contener en todos los países.
Cómo funciona
- El enfoque se basa en la considerable experiencia del Grupo Banco Mundial en materia de respaldo a programas de vacunación a gran escala contra enfermedades prevenibles por inmunización, así como a programas de salud pública orientados a combatir enfermedades infecciosas como el VIH, la tuberculosis, el paludismo y enfermedades tropicales desatendidas.
- El Banco está trabajando con sus asociados para evaluar el grado de preparación de los sistemas de salud de los países con respecto a la distribución de las vacunas y para identificar deficiencias y esferas de posible inversión. Esto permite que el financiamiento de la institución respalde las necesidades prioritarias de cada país. Las evaluaciones incluyen análisis de capacidades normativas y regulatorias, sistemas de datos y rastreo, e infraestructura sanitaria (incluida la cadena de frío y la capacitación de los trabajadores de la salud). Ya se están realizando evaluaciones en más de 140 países.
- Los países en desarrollo tienen flexibilidad para utilizar el financiamiento de la forma que les resulte más adecuada, de acuerdo con el contexto y las necesidades específicas. Los fondos pueden destinarse a la compra de las vacunas, a su distribución o al fortalecimiento de los sistemas de salud; también se pueden combinar estas opciones para satisfacer las necesidades del país.
Compra de vacunas: el Banco Mundial ofrece distintas opciones de adquisición de vacunas y mecanismos de financiamiento:
- compras directas de los países a los fabricantes de vacunas, ya sea de forma individual o conjunta con otros países;
- compra de excedentes de otros países que tengan excesos de dosis;
- mecanismos de compra anticipada, por ejemplo, a través de la participación en la iniciativa COVAX.
Distribución de vacunas: a fin de ayudar a los países a prepararse para la vacunación y fortalecer sus sistemas de salud —pasos clave de una distribución eficaz de las vacunas—, el financiamiento del Banco Mundial se utilizará para formular políticas de implementación segura y eficaz, ampliar el almacenamiento y establecer cadenas de frío, formular sistemas de datos y seguimiento, capacitar a los trabajadores de la salud y generar confianza en el proceso de vacunación mediante la participación ciudadana y comunitaria.
- El financiamiento también puede utilizarse para adquirir y distribuir pruebas de detección y tratamientos para la COVID-19.
Respaldo de IFC en materia de vacunas
Otra parte importante de la respuesta proviene de la Corporación Financiera Internacional (IFC), la entidad del Grupo Banco Mundial dedicada al sector privado. La Plataforma Mundial para la Salud, dotada de USD 4000 millones, apoya a empresas privadas para que puedan ofrecer productos y servicios de salud —entre ellos, las vacunas— a los países en desarrollo. Esto incluye:
- inversiones en empresas fabricantes para ampliar la producción de vacunas contra la COVID-19 en países de ingreso bajo y mediano, y destinar lo producido a mercados emergentes;
- capacidad para invertir en la producción de otros elementos, como viales, agujas, jeringas y capacidad de almacenamiento en frío, de modo de abordar posibles cuellos de botella;
- apoyo para el mapeo de la capacidad de elaboración de vacunas contra la COVID-19, centrando la atención en los posibles obstáculos del proceso.
Información general acerca de la respuesta del Grupo Banco Mundial a la COVID-19:
El Grupo Banco Mundial, una de las principales fuentes de financiamiento y conocimientos para los países en desarrollo, está adoptando medidas rápidas y de amplio alcance con el fin de ayudar a dichos países a responder a los impactos sanitarios, sociales y económicos de la pandemia de COVID-19.
Esta operación de respaldo de emergencia está ayudando a más de 110 países en desarrollo a reforzar los sistemas de salud, respaldar a los hogares más pobres y crear condiciones de apoyo para mantener los medios de subsistencia y los empleos de los más afectados.