Interactiva y abierta
“Mi idea es que el usuario interactúe con el dato como más le guste y pueda ver lo que sea de su interés respecto a tres indicadores: emisiones de dióxido de carbono per cápita, consumo de energía y fuentes de producción de energía”, dice Quijano. Además, la aplicación es “open source”, lo que permite que otros la copien y la modifiquen.
Al final, se brindan alternativas para reducir el impacto en el cambio climático a través de cambios en la casa, el transporte y a nivel país. Una vez más el usuario puede manipular los indicadores y ver los distintos grados de impacto.
Quijano, de 33 años, es licenciado en Computación de la Universidad de Buenos Aires y desarrolla aplicaciones y videojuegos de manera free lance.
Además, recibe un subsidio del Fondo Fiduciario de Promoción de la Industria del Software (Fonsoft), del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
En el 2009, viajó por primera vez a Estados Unidos al ganar una beca para asistir a la Conferencia de Desarrolladores de Videojuegos en San Francisco.
Para ganar "Aplicaciones para el Clima", Andrés Quijano compitió contra otros 14 finalistas de todo el mundo. Entre ellos, otros dos latinoamericanos:
Bolivia: Álvaro Molina, ingeniero de telecomunicaciones y sistemas en la Universidad Católica Boliviana
Álvaro creó FuelECOnomics, una web que compara 45.000 modelos de automóviles en términos de consumo de gasolina y emisiones de dióxido de carbono. También permite diseñar rutas para calcular el gasto de combustible y la huella de carbono.
“Los usuarios pueden ver cómo el uso de su automóvil y su consumo de gasolina afecta las emisiones totales de dióxido de carbono en sus países y tienen impacto en el cambio climático. Tener un automóvil de consumo eficiente es bueno para la chequera, pero también para el medio ambiente”, asegura Molina.
Colombia: Ernesto Girón, consultor del Centro Internacional de Agricultura Tropical
WbPanorama, la aplicación creada por Ernesto, permite viajar en el tiempo a bordo de los datos sobre el Cambio Climático, de manera que se puede comparar el clima actual de una ciudad con el que tendrá otra en el futuro, de acuerdo a sus emisiones de carbono.
“Tener información disponible fácilmente en línea puede ayudar a la adaptación o al menos conocer lo que puede pasar en un futuro, o saber lo que pasó”, explica Girón.