Librada González acomoda con esmero los productos de su huerta en dos grandes canastos para llevarlos al mercado municipal de Caaguazú, a unos 20 kilómetros de su chacra, en la comunidad de Cantera Boca, en el este del país.
Para llegar, deberá caminar un kilómetro para esperar un ómnibus que la acerque hasta el mercado. La ida es cansadora, pero el regreso es satisfactorio, porque vuelve con las ventas: unos US$20 a la semana. “Podemos comprar algunas cosas de consumo y los útiles para la escuela”.
La de Librada es una de las más de 3.000 familias beneficiadas con un fondo de inversión para la producción del Proyecto de Desarrollo Rural Sostenible (Proders) del Ministerio de Agricultura (MAG), con el apoyo técnico y financiero del Banco Mundial, por un monto de US$37,5 millones.
El proyecto se implementa en los departamentos de San Pedro y Caaguazú y está dirigido a pequeños agricultores con menos 20 hectáreas de tierra (en promedio tienen 5 hectáreas cada uno) en 61 microcuencas de comunidades campesinas y 73 comunidades indígenas.