A menudo, en las zonas rurales del Perú, las familias y los emprendedores se encuentran aislados y poco comunicados ya que los caminos y carreteras no suelen llegar hasta sus comunidades, o los que llegan están en muy mal estado.
Esto no solo les dificulta el transporte, sino también les hace difícil acceder a escuelas, centros de salud o incluso otras comunidades para intercambiar o vender sus productos y mejorar su calidad de vida.
El Instituto Nacional de Estadística (INEI) indica que más el 50% de la población rural de Perú es pobre. La falta de caminos y carreteras les dificultaría superar esta situación. Además, los pocos servicios de transporte que se pueden encontrar en estos alejados lugares suelen ser caros, poco confiables e incluso peligrosos.
El Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo se unieron el 2006 para crear el Programa de Transporte Rural Descentralizado en Perú. Este proyecto permitiría mejorar y dar mantenimiento a los caminos del área rural, abaratando costos de trasporte para los pobladores y sobre todo promoviendo el desarrollo de las comunidades más pobres del Perú.