Paola Barrero Castro tiene 35 años de edad y es ingeniera industrial. Sus ingresos dependen de cada trabajo que realiza, lo que significa que no tiene un contrato permanente. Dice que en estos días es más difícil conseguir un trabajo a tiempo completo.
Asistió a la universidad pública porque era lo más próximo a las posibilidades económicas de sus padres. En comparación con sus propios padres, dice que posiblemente ella gane apenas un poco más que ellos.
“Pero ellos tenían la posibilidad de vincularse a una sola empresa por un tiempo prolongado, esa es la diferencia conmigo”, dice.
Según su nivel de ingreso, Paola es considerada parte de la clase media colombiana. De acuerdo a un nuevo estudio del Banco Mundial, en América Latina la clase media abarca a personas que obtienen entre US$10 y US$50 por día y por persona.
Muchos latinoamericanos de clase media aspiran a un puesto de trabajo permanente. Un contrato de tiempo completo con una compañía también es el sueño de Paola, dado que ha estado trabajando de manera independiente desde hace mucho tiempo. Pero tiene esperanzas. “Soy una personas optimista”, dice.
10 años de escolaridad
De 2003 a 2009, la clase media — personas que no son pobres ni vulnerables aunque no llegan a ser ricos — creció un 50% en América Latina, más que nunca antes, de acuerdo a un nuevo informe del Banco Mundial, “Movilidad económica y el crecimiento de la clase media latinoamericana”.