Osmaida Pineda Santiago tiene dos hijos pequeños. Ella y su esposo trabajan. Hace poco compraron una casa, en parte con un préstamo que están comenzando a devolver. “Nos estamos limitando mucho para poder salir justos, y no tener que necesitar que alguien nos apoye, si no para poder vivir bien”, explica.
Según su nivel de ingreso, su familia forma parte de la clase media mexicana. De acuerdo a un nuevo estudio del Banco Mundial, en América Latina la clase media abarca a personas que obtienen entre US$10 y US$50 por día y por persona.
Muchos latinoamericanos de clase media sueñan con tener su propia casa, y Osmaida acaba de lograrlo. Su casa en Oaxaca está decorada con falsas lagartijas por fuera e imágenes religiosas por dentro. La mesa de la sala principal devuelve juguetes, lápices y libros de ejercicios.
La construcción es de dos plantas, incluida una amplia cocina y una sala de estar con TV. La familia de Osmaida vive de manera confortable, pero no pueden permitirse lujos ni cosas superfluas.
“No nos podemos desviar y comprar otras cosas, porque ahora el gasto de la casa es fuerte... es escuela, gasolina y comida”, dice.