En una clínica del distrito de Moyamba, al sur de Sierra Leona, (i) las madres esperan en fila con sus bebes para recibir vacunaciones gratuitas provistas por el gobierno. Esta es una imagen esperanzadora para un país considerado dentro de los menos seguros en el mundo para mujeres expectantes, donde una de cada siete mujeres muere durante la gestación o el parto. Sin embargo, cuando llega el turno de cada madre, la enfermera exige seis tazas de arroz antes de llevar a cabo la vacunación. Las madres cumplen.
Cruzando la frontera a la vecina Liberia, (i) las comunidades de Colinas Bomi sufren otro tipo de fallas en la entrega de bienes y servicios. Residentes de la comunidad previamente conocida por el nombre “Huecos Bomi”, debido a la extensa práctica de extracción de mineral de hierro, han recibido notificaciones oficiales para cooperar con los inversionistas internacionales en minería y agricultura por el bien del país. A pesar de las mencionadas inversiones, estas comunidades sufren las consecuencias de niveles bajos en los indicadores de desarrollo, el aumento de la inseguridad alimentaria y el desplazamiento forzoso. Debido a la falta de instituciones públicas fuertes encargadas de monitorear el cumplimiento de las obligaciones de los inversionistas y de escuchar y resolver las quejas relacionadas, las tensiones comunitarias han generado varios eventos de convulsión social.
Estas historias se repiten en diferentes partes del mundo. Se presta muy poca atención a la forma en que los servicios deben ser entregados para beneficiar a quienes más lo necesitan, y en consecuencia el “objeto” del proyecto de desarrollo- o los servicios básicos- no alcanzan o benefician a estos individuos. La “ciencia de la entrega” se enfoca en resolver cómo debe ser la entrega de servicios, enfatizando la solución de problemas, el diseño de respuestas específicas para cada contexto, la identificación y solución de brechas de capacidad y la selección de puntos de intervención.