¿Qué harías si vieras que alguien es agredido a causa de su apariencia o su orientación sexual?
Recientemente, en una de las zonas comerciales más concurridas de Brasilia decenas de personas fueron testigos de una escena como ésta y -de acuerdo a una de las víctimas- nadie dijo o hizo nada. Celia Otaviano y una amiga estaban almorzando, cuando un hombre empezó a agredirlas y a lanzarle improperios impublicables. El atacante fue arrestado y Celia y su amiga se recuperan en el hospital, pero no siempre las víctimas viven para contar su experiencia.
En 2012, Brasil registró el 44% de todos los casos del mundo de homofobia letal (homicidio motivado por la orientación sexual de la víctima). Desde el inicio de 2014, año en que el país se paralizó para ver el primer beso gay en una telenovela, ya hubo 74 homicidios, según el Grupo Gay de Bahía.
Al doloroso costo en vidas y sufrimiento humanos se suma el de las consecuencias económicas para el desarrollo. Los expertos sostienen que la exclusión que sufren las comunidades LGBT disminuye sus oportunidades económicas. Sin embargo, la falta de documentación oficial hace difícil hacer cálculos de hasta dónde llegan estos costos y su impacto en la sociedad.
“La inclusión social es importante para que haya prosperidad compartida. Sin embargo, los gays, lesbianas, bisexuales y personas transgénero siguen excluidas en muchas sociedades", afirma la economista Louise Cord, del Banco Mundial. "Me pregunto cuánto tiene que ver la violencia con el alto nivel de desigualdad social en América Latina, con la discriminación histórica contra las mujeres y los pueblos indígenas ", añade la experta.
Una investigación parece corroborar las sospechas de la experta.Inclusion matters ("La inclusión es importante") muestra cómo el rechazo de las minorías afecta su acceso a oportunidades y a servicios básicos como la educación y la salud.
"El costo de esto para el desarrollo es difícil de medir, pero sin duda es sustancial", dice el documento. A nivel mundial, 83 países penalizan la homosexualidad; de 143 países encuestados para la investigación, 128 tienen leyes que discriminan a las mujeres, y muchos otros tienen normas que formalizan los prejuicios contra los diversos grupos minoritarios.
Las actitudes hacia el colectivo LGBT en Europa y Latinoamérica se han tornado más liberales en los últimos años, de acuerdo a los expertos. El cambio de mentalidad en estas regiones se manifiesta no sólo en la mayor tolerancia hacia las comunidades gay, sino en aceptarlas como parte de la norma.
Declararse homosexual ya no es un delito en ningún país latinoamericano de habla hispana (los últimos en dar este paso fueron Nicaragua y Panamá en 2008). Los matrimonios entre personas del mismo sexo fueron legalizados en Argentina, Brasil, Uruguay y Ciudad de México. Brasil, Perú y Ecuador aprobaron leyes contra la discriminación. Además, Argentina y Uruguay, regularon las adopciones por parte de parejas homosexuales.
A pesar de todas estas leyes, las minorías sexuales aún parecen correr peligro en América Latina. Se estima que en Brasil, la homofobia costó la vida a 312 personas en 2013 (una víctima cada 28 horas). En México, fueron 400 entre 1995 y 2005. Y en Honduras, 186 entre 2009 y 2012.