Ersama, a 100 kilómetros de Bhubaneswar, en el distrito de Jagatsinghpur de Odisha, fue uno de los lugares más afectados por el súper ciclón de 1999 que asoló este estado de India. La destrucción de los medios de subsistencia hizo que miles de personas se sumieran aún más en la pobreza.
Para Bhagabati Maiti, de 32 años, parecía que no había esperanza. Seis miembros de su familia, incluyendo a sus padres, fueron arrastrados por la fuerza de la tormenta. “Yo solo tenía 16 años. Toda mi familia fue aniquilada frente a mis ojos mientras me aferraba fuertemente a un árbol”, recordó.
A partir de entonces, comenzó su solitaria batalla por sobrevivir. “A pesar de que habíamos formado un grupo de autoayuda, conseguir trabajo a diario era difícil”, dijo. Bhagabati se casó un año después del ciclón y tiene dos hijos.
Eliminar la pobreza
Para Bhagabati y miles de mujeres de las zonas rurales de Odisha, el Proyecto sobre Medios de Subsistencia de la Población Rural de Odisha o Tripti llegó como un rayo de esperanza. Con el objetivo de mejorar la situación socioeconómica de los pobres, especialmente las mujeres y los grupos desfavorecidos, el proyecto se puso en marcha en 2009 en 32 cuadras de 10 distritos costeros de Odisha.
El proyecto, que contó con el apoyo de un préstamo de US$70 millones del Banco Mundial y fue implementado por la Misión para la Reducción de la Pobreza de Odisha, tenía la finalidad de mejorar los medios de subsistencia de las mujeres desfavorecidas, mediante la creación y movilización de instituciones de la comunidad, el establecimiento de fondos de inversión comunitarios y la entrega de recursos específicos para la subsistencia.
“Analizamos los niveles de ingreso de cada familia del pueblo y los dividimos en diferentes categorías como apropiados, promedios, bajos y muy escasos. Nuestro principal objetivo era que las mujeres de estas familias participaran en nuestros grupos de autoayuda”, explicó Pushpashree Nayak, quien coordina el proyecto.
Bhagabati también se unió al movimiento y se benefició mucho de la asistencia financiera y técnica de Tripti. “Obtuve un préstamo del grupo de autoayuda y compré algunos pollitos. Después de devolverlo, pedí una cantidad mayor con la que compré un par de vacas. Hoy, tengo un criadero y un negocio de productos lácteos y también he comenzado a sembrar. Estoy muy feliz y ahora sueño con inscribir a mis dos hijos en cursos de ingeniería o medicina”, relató Bhagabati, muy emocionada.
Y tal como la historia de Bhagabati, el testimonio de valor y determinación de Sulochana Maharana es igualmente extraordinario. Sulochana sobrevivió al ciclón Phailin en 2013 y con la ayuda y el apoyo de sus compañeras del grupo de autoayuda consiguió un préstamo para abrir su propio taller de muebles. “Mi mamá se unió al grupo de autoayuda hace tres años. Desde entonces tiene más confianza y nuestra situación financiera ha mejorado. Ahora no tengo que preocuparme por la continuidad de mis estudios para lograr mi objetivo de convertirme en ingeniero mecánico”, dijo con orgullo Bikas, hijo de Sulochana.