Promover la innovación mediante mecanismos de financiamiento del carbono. Alemania, Noruega, Suecia y Suiza anunciaron la creación de un nuevo mecanismo respaldado por el Banco Mundial, y denominado en inglés Transformative Carbon Asset Facility, (i) por un monto de USD 500 millones para incentivar a los países en desarrollo a realizar masivas reducciones de las emisiones de gases de efecto invernadero. Este medirá y pagará las reducciones de emisiones que se realicen en proyectos de energías renovables, transporte, eficiencia energética, gestión de residuos sólidos, y programas de desarrollo urbano con bajos niveles de carbono, entre otros.
Apoyar la transición hacia ciudades mejor preparadas para el cambio climático. En París, los alcaldes de más de 450 ciudades, que representan un total de 1000 millones de habitantes, se comprometieron a reducir las emisiones en más de un 50 % en un periodo de 15 años. Se dio a conocer el informe “State of the City Climate Finance” (PDF, en inglés), el cual señala los desafíos que enfrentan los países en desarrollo para reducir las emisiones en las ciudades, y al mismo tiempo formula recomendaciones sobre soluciones innovadoras. El Banco Mundial proporciona anualmente alrededor de USD 3000 millones en financiamiento relacionado con el clima dirigido a las ciudades y asistencia técnica para ayudar a construir ciudades mejor preparadas para el cambio climático.
Conectar a los que no tienen conexión a soluciones de energía con bajas emisiones de carbono. En el marco del Plan de Acción para África relativo al Cambio Climático, (i) el Banco se propone entregar USD 8000 millones en nuevo financiamiento destinado a promover las energías renovables antes de 2024 para ayudar a conectar a la red eléctrica a las personas en las ciudades africanas y a las comunidades a energía solar fuera de la red en las áreas más remotas. Más de 600 millones de habitantes aún no tienen acceso a electricidad en África al sur del Sahara.
Eliminar las emisiones derivadas de la quema regular de gas. Durante la COP21, el Banco anunció que 45 empresas petroleras, Gobiernos y otras instituciones han suscrito hasta la fecha su iniciativa “Eliminación de la quema regular de gas para 2030”. Nigeria –uno de los principales países que quema gas en el mundo– informó que también tiene la intención de sumarse a la iniciativa. La práctica de quema regular de gas en los emplazamientos de producción petrolera de todo el mundo emite alrededor de 350 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera cada año.
Proteger los bosques y crear paisajes resilientes. Los bosques y paisajes saludables cumplen una función fundamental en la absorción del exceso de CO2 y en la protección de los recursos naturales en las comunidades vulnerables. Durante el Foro Global sobre Paisajes, una de las actividades conexas de la COP, el Banco, la Unión Africana y el Instituto de Recursos Mundiales anunciaron la nueva Iniciativa de África sobre paisajes con capacidad de adaptación, (i) que tiene como objetivo, entre otros, ayudar a recuperar 100 millones de hectáreas de suelos degradados y deforestados a más tardar en 2030. El Banco se propone movilizar alrededor de USD 1600 millones para los bosques y paisajes resilientes en el marco del Plan de Acción para África relativo al Cambio Climático. En París, el Banco también anunció su respaldo a la segunda fase de la Iniciativa de la Gran Muralla Verde, que ayuda a países como Senegal y Etiopía a revertir la degradación de la tierra para lograr medios de subsistencia más resistentes al clima, con un monto adicional de USD 1900 millones para proyectos de los sectores de medio ambiente y recursos naturales, agricultura, gestión del riesgo de desastres, protección social, y recursos hídricos. Se firmaron cartas de intención con Mozambique y Madagascar para adquirir reducciones de emisiones de carbono, de manera de apoyar los medios de sustento en las zonas forestales.
Garantizar que el transporte resiliente y con bajos niveles de emisiones de carbono sea parte de la solución. El sector del transporte es responsable del 23 % de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía, de modo que es una parte fundamental de la solución al problema del cambio climático. En la COP21, el Banco junto a otros siete importantes bancos multilaterales de desarrollo (BMD) se comprometió a aumentar la asistencia financiera y técnica a los países que implementen soluciones de transporte sostenible en el marco de sus planes nacionales, o contribuciones previstas determinadas a nivel nacional (INDC). Los BMD pondrán mayor énfasis en las soluciones de transporte con bajos niveles de emisiones de carbono, continuarán armonizando instrumentos y sistemas de medición para evaluar las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el transporte, y contribuirán a la formulación de un enfoque más sistemático que incorpore la capacidad de adaptación al cambio climático en el sector del transporte.
Incrementar el apoyo a los países que sufren estrés hídrico. El cambio climático está teniendo un impacto negativo en las fuentes de abastecimiento de agua en todo el mundo. En París, el Banco Mundial advirtió que en solo 35 años, el 40 % de la población mundial vivirá en países con escasez de agua, (i) en comparación con el 28 % de hoy en día, anunciando un significativo aumento de los programas de agua en India, la cuenca del río Níger, Marruecos y Kenya. Esto incluye una propuesta de inversión de USD 500 millones (i) para apoyar el programa de USD 1000 millones de India destinado a mejorar la gestión de sus aguas subterráneas.
Movilizar asistencia para mejores sistemas de alerta temprana. El Banco Mundial está colaborando con Francia y el Fondo Mundial para la Reducción de los Desastres y la Recuperación en una nueva iniciativa denominada Riesgos Climáticos y Sistemas de Alerta Temprana (CREWS), (i) que busca movilizar más de USD 100 millones antes de fines de 2020. Su objetivo es llenar los vacíos existentes en el mundo en materia de servicios meteorológicos e hidrológicos, y ampliar los sistemas ya existentes, especialmente en los países menos desarrollados y en los pequeños Estados insulares, donde el riesgo de los desastres relacionados con el clima es más alto y el impacto en los pobres es mayor.
Movilizar al sector privado. El sector privado tuvo una mayor visibilidad y participación en la COP21 que en ninguna otra de las anteriores negociaciones sobre el clima. Altos ejecutivos de industrias, que abarcaron desde empresas de cemento hasta compañías tecnológicas, intensificaron sus esfuerzos por abordar el cambio climático, se comprometieron a reducir su huella de carbono, comprar más soluciones de energías renovables, y llevar a cabo una ordenación sostenible de los recursos. Las instituciones financieras prometieron realizar inversiones de cientos de miles de millones de dólares en los próximos 15 años en energía limpia y eficiencia energética, e instaron a los Gobiernos a implementar regímenes regulatorios estables de largo plazo, incluyendo mecanismos relacionados con el precio del carbono. En colaboración con el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, la Corporación Financiera Internacional (IFC) contribuyó con la Iniciativa de la Alianza de Tecnologías con Bajas Emisiones de Carbono que fomenta las energías renovables y establece el objetivo de base científica de 1500 gigavatios de energía renovable adicional para 2030. Además, se comprometió a ayudar a sus miembros a comprar más soluciones de energías renovables y emitir bonos verdes. IFC también se asoció con proveedores de energía, como la empresa Engie con sede en Francia, para aumentar el acceso a energía limpia y sostenible para aquellos que viven ahora sin electricidad.
Armonizar enfoques sobre la contabilidad de los gases de efecto invernadero. Doce instituciones financieras internacionales (IFI) –el Banco Asiático de Desarrollo, el Banco Africano de Desarrollo, el Organismo Francés de Desarrollo, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, el Banco Europeo de Inversiones, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, el Banco Internacional del Golfo, el Banco Nacional de Inversiones de Ghana, la Corporación Financiera Nórdica del Medio Ambiente, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Corporación Financiera Internacional, y el Grupo Banco Mundial– anunciaron en París que respaldan enfoques comunes sobre la contabilidad de los gases de efecto invernadero en sus proyectos de energías renovables y eficiencia energética. Esto les permitirá a las instituciones financieras internacionales reducir las emisiones asociadas con sus propias carteras de inversión.
Incorporar el cambio climático. Y, finalmente, una cantidad sin precedentes de importantes instituciones financieras internacionales de todo el mundo se unieron al Grupo Banco Mundial y a otros bancos multilaterales de desarrollo en la firma de nuevos principios sobre la integración del cambio climático en sus mecanismos de financiamiento y operaciones. En total, 26 entidades financieras de países desarrollados y en desarrollo, con balances que suman en conjunto más de USD 11 billones firmaron los Principios para incorporar el cambio climático dentro de las instituciones financieras, (i) que tienen un carácter voluntario, comprometiéndose a integrar consideraciones relativas al cambio climático en sus inversiones y servicios de asesoría.
En resumen, la COP21 constituyó una oportunidad histórica para el Grupo Banco Mundial de trabajar con sus países clientes y asociados para avanzar hacia un desarrollo económico con capacidad de adaptación al cambio climático y con bajos niveles de carbono.