ARTÍCULO

Restablecer los medios de subsistencia para revitalizar el lago Victoria

Febrero 29, 2016


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Banco Mundial
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  • El lago Victoria es la masa de agua dulce más grande de África y la mayor zona de pesca continental en el mundo. Brinda sustento a más de 40 millones de habitantes, de los cuales casi el 50 % vive con menos de USD 1,25 al día.
  • El Proyecto de gestión ambiental del lago Victoria tiene como objetivo abordar los desafíos ambientales de la cuenca, mediante intervenciones que mejoran la vida de las personas y que reducen, al mismo tiempo, la contaminación del lago.
  • Los habitantes de los cinco países ubicados en la zona del lago participan activamente en la ejecución de varios componentes del proyecto, entre ellos la gestión de la cuenca hidrográfica y la rehabilitación del suelo.

Cuando a mediados del siglo XIX, un explorador inglés descubrió por azar el lago Victoria, los 60 800 kilómetros de la ribera del lago estaban impolutos y solo interrumpidos por pequeñas bahías poco profundas, ensenadas y humedales.

Hoy en día, el lago y los recursos existentes en él impulsan la economía de Kenya, Tanzanía y Uganda. Su cuenca proporciona el 90 % de la energía hidroeléctrica de Uganda y energía hidroeléctrica a Burundi y Rwanda, y además suministra agua a grandes centros urbanos como Kampala, Kigali, Mwanza y Kisumu. El sector pesquero de la zona representa el medio de subsistencia de más de 3 millones de personas y genera unos USD 500 millones (dólares estadounidenses) en ingresos anuales. Los turistas se sienten atraídos por sitios emblemáticos como el Parque Nacional Serengueti y el Parque Nacional de los Volcanes, situados en las montañas, los bosques y las sabanas de la cuenca.

Las abundantes y tranquilas aguas del lago Victoria parecen contradecir los desafíos que este enfrenta. De manera periódica, grandes áreas del lago están cubiertas por hojas cerosas con flores de color púrpura. Si bien se trata de un espectáculo pintoresco, este jacinto acuático priva de oxígeno a las aguas más profundas y crea numerosos peligros para los residentes locales. En los alrededores del lago, la pérdida de cubierta forestal y la erosión de los suelos han tenido efectos graves sobre la productividad. Los humedales han sido drenados para realizar obras de construcción y actividades agrícolas. Las colinas secas están salpicadas de barrancos que destruyen las tierras agrícolas y las propiedades. Hay un flujo constante de sedimentos y elementos contaminantes hacia los ríos de la cuenca, lo que altera los ecosistemas acuáticos.

La cuenca superior soporta una densa población rural, en particular en Burundi (Rwanda) y en las tierras altas de Kenya. Varias ciudades grandes han proliferado en la ribera del lago debido a que este da acceso al transporte y la pesca. La cuenca alberga alrededor de un tercio de la población total de África oriental, y una proporción similar de los que viven con menos de USD 1,25 al día. La degradación ambiental plantea una amenaza no solo para los medios de subsistencia, sino también para la propia existencia de los habitantes de la región, cuyas vidas están inextricablemente vinculadas al lago.

“Los desafíos alrededor del lago no solo son ambientales; se trata también de la seguridad alimentaria de la población, el empleo, y la simple falta de esperanza en un futuro mejor”, dijo Telly Eugene Muramira, secretario ejecutivo adjunto de Programas y Proyectos de la Comisión de la Cuenca del Lago Victoria.

Hace más de 10 años, el Banco Mundial comenzó a trabajar en una iniciativa regional, e Programa de gestión ambiental del lago Victoria (LVEMP, por sus siglas en inglés), implementada por los Estados asociados de la Comunidad de África oriental (EAC, por sus siglas en inglés) (i) y sus Estados miembros: Burundi, Kenya, Rwanda, Tanzanía y Uganda. Ahora, la segunda fase del proyecto tiene como objetivo abordar los desafíos ambientales de la cuenca del lago Victoria en el largo plazo, pero también mejorar el bienestar de millones de habitantes que dependen de sus recursos.

Las personas, un aspecto clave para las soluciones

Si bien el proyecto tiene como propósito proteger los ecosistemas locales, esto se logra mediante el trabajo con las comunidades. Hay más de 600 proyectos de desarrollo impulsado por la comunidad (CDD, por sus siglas en inglés) que respaldan los medios de subsistencia inocuos para el medio ambiente, como la alimentación en establos que reduce la dependencia del pastoreo, la piscicultura que disminuye la presión en las pesquerías naturales del lago Victoria y el uso del biogás que hace a los habitantes menos dependientes de la leña. Más de 200 000 personas se verán beneficiadas con estos proyectos.

“No puede haber una gestión ambiental eficaz si no se mejoran los medios de subsistencia de millones de personas que viven y trabajan en la cuenca. Todas las intervenciones ambientales tienen objetivos más amplios, como la reducción de la pobreza y el crecimiento sostenible”, dijo Magda Lovei, gerenta del Departamento de Prácticas Mundiales de Medio Ambiente y Recursos Naturales.


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World Bank

" No puede haber una gestión ambiental eficaz si no se mejoran los medios de subsistencia de millones de personas que viven y trabajan en la cuenca. Todas las intervenciones ambientales tienen objetivos más amplios, como la reducción de la pobreza y el crecimiento sostenible "

Magda Lovei

Gerenta del Departamento de Prácticas Mundiales de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

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Sonu Jain / Banco Mundial

Los proyectos de CDD transforman a las comunidades en asociados activos del proyecto. Estas proponen intervenciones de desarrollo basadas en sus propias prioridades. El Gobierno transfiere los recursos a las comunidades, que se encargan de implementar sus propuestas. Los proyectos de CDD también logran que se maneje la cuenca, mediante prácticas sostenibles de gestión de la tierra, y la rehabilitación de los humedales y las tierras en los alrededores de los ríos para reducir la erosión y la sedimentación del lago. A continuación, se presentan algunos ejemplos:

  • En Tanzanía, la restauración de los bosques a lo largo de 475 kilómetros de la ribera se combina a menudo con la apicultura, proporcionando una fuente adicional de ingresos a los agricultores, especialmente las mujeres.
  • En Kenya, se creó la organización comunitaria “Women in Modern Agriculture” (Mujeres en la agricultura moderna) para reunir a las mujeres y los jóvenes con el objetivo de reducir la pobreza mediante el inicio de un programa de microfinanciamiento agrícola. El grupo tiene cinco invernaderos y terrenos donde las mujeres cultivan verduras. También tiene por objeto mejorar los ingresos familiares de los miembros, mejorar la nutrición y desarrollar la capacidad de conservación a nivel comunitario.
  • Varios sitios dedicados a la piscicultura proporcionan ingresos a los pescadores, aliviando al mismo tiempo la presión sobre el lago Victoria. Los pescadores que normalmente dependen de este, ahora pueden seguir ganándose la vida sin agotar la base de recursos naturales.

Las iniciativas de gestión conjunta en que la comunidad trabaja con los equipos del proyecto en programas de manejo del medio ambiente más grandes, también apoyan la administración de la cuenca. La restauración de las colinas de Kajulu es un ejemplo de este tipo de labor. Hoy en estas colinas, situadas a un poco más de 16 kilómetros de Kisumu, un bullicioso centro urbano de Kenya a orillas del lago, se pueden apreciar los tonos verdes de los eucaliptos, los bambúes y otras especies de árboles autóctonos. Hace tres años, había afloramientos con suelos de color marrón que iban a dar al lago Victoria.

Las colinas desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la salud ambiental del lago. En efecto, los arroyos que se originan en ellas se unen para formar ríos que desembocan en el lago Victoria. Estos arroyos son una importante fuente de agua para la ciudad de Kisumu y facilitan la agricultura. Cerca de 145 hectáreas de las colinas han sido rehabilitadas de manera conjunta por el Servicio Forestal de Kenya y la comunidad.

“Estas intervenciones dan como resultado paisajes más productivos y resilientes para las personas que viven en cuencas vulnerables. Aguas abajo, regulan el flujo de agua, y reducen los sedimentos y los nutrientes que alimentan las algas y los jacintos responsables de privar de oxígeno al lago”, dijo Stephen Ling, jefe de equipo del Proyecto de gestión ambiental del lago Victoria del Banco Mundial.

Otras actividades en el marco del proyecto incluyen el seguimiento y el control del jacinto acuático; la armonización de las políticas de gestión de la pesca y los recursos hídricos; la mejora de la seguridad de navegación en el lago, las instalaciones de rehabilitación, el saneamiento y el tratamiento de aguas residuales, y el trabajo con empresas privadas para reducir la contaminación industrial. El programa se aproxima ahora al final de su segunda fase, y se analizan maneras de aumentar los impactos en el futuro, en coordinación con las inversiones en transporte que realiza el Banco Mundial en el lago Victoria y sus alrededores.



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