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¿Cómo pueden los Estados frágiles y afectados por conflictos consolidar su legitimidad frente a la población?

Enero 26, 2017


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Foto: Alex Baluyut / World Bank

TITULARES
  • Los resultados de desarrollo para más de 2000 millones de personas se ven afectados por la fragilidad, los conflictos y la violencia, lo cual representa un desafío para las organizaciones de desarrollo, los Gobiernos y las ONG por igual.
  • El Banco Mundial y la Escuela Fletcher de Derecho y Diplomacia de la Universidad Tufts realizaron una conferencia el 5 de diciembre de 2016, durante la cual se debatieron algunos de estos problemas. En la ocasión, también se presentaron conclusiones de investigaciones y se intercambiaron conocimientos y experiencias obtenidos en terreno.

En la actualidad, 2000 millones de personas viven en países donde los resultados de desarrollo se ven afectados por la fragilidad, el conflicto y la violencia. (i) En 2030, el 46 % de las personas pobres del mundo podría vivir en contextos frágiles y afectados por conflictos. La fragilidad y los conflictos pueden traspasar las fronteras nacionales y las consecuencias de los conflictos, como el desplazamiento forzado, pueden profundizar las dificultades que tienen los países y las regiones para salir de la pobreza.

El Banco Mundial está aumentando su respuesta para enfrentar los desafíos planteados por la fragilidad y los conflictos. La Asociación Internacional de Fomento (AIF), el fondo del Banco Mundial dedicado a los países más pobres, planea duplicar el financiamiento para las operaciones del Banco en los Estados frágiles y afectados por conflictos llegando a una cifra superior a los USD 14 000 millones. Es fundamental entender las maneras más eficaces de ayudar a aquellos que atraviesan por estas situaciones para lograr los dos objetivos del Grupo Banco Mundial: poner fin a la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida.

El Banco Mundial también está colaborando con los asociados con el fin de mejorar las intervenciones en materia de desarrollo en estos contextos. Para tender un puente entre el mundo académico y el mundo de las políticas, el 5 de diciembre de 2016 el Banco Mundial y la Escuela Fletcher de Derecho y Diplomacia de la Universidad Tufts (i) realizaron una conferencia sobre los vínculos entre la fragilidad, la legitimidad del Estado y la prestación de servicios.

A la conferencia titulada “El papel de los ciudadanos en la prestación de servicios y la consolidación de la legitimidad del Estado en situaciones de fragilidad y conflicto” asistieron unos 80 representantes de Gobiernos de Estados frágiles y afectados por conflictos, instituciones de investigación y la comunidad internacional del desarrollo. Estos presentaron investigaciones e intercambiaron experiencias y lecciones aprendidas en los proyectos de desarrollo que se llevan a cabo en contextos de fragilidad, conflicto y violencia.


" Es una gran oportunidad, pero también un gran desafío. Un desafío en el que se necesitará poner un mayor énfasis en la investigación sobre aquello que funciona y lo que no funciona, así como ampliar el uso de mecanismos que sabemos que han dado resultado en todo el mundo "
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Ede Ijjasz-Vasquez

Director superior del Departamento de Prácticas Mundiales de Desarrollo Social, Urbano y Rural, y Resiliencia del Banco Mundial.

Desarrollo impulsado por la comunidad en Estados frágiles y afectados por conflictos

Uno de estos mecanismos exitosos es el desarrollo impulsado por la comunidad (CDD, por sus siglas en inglés), (i) que entrega a los grupos comunitarios el control de las decisiones sobre la planificación y los recursos de inversión para proyectos de desarrollo local. El CDD, un enfoque aplicado con frecuencia por el Banco Mundial en situaciones de conflictos, se caracteriza por su rapidez, flexibilidad y eficacia en el restablecimiento de los servicios básicos (i) —que abarcan desde la salud al agua potable y la educación— y ha contribuido a consolidar el capital social y la confianza en las comunidades y entre las comunidades y los Gobiernos.

Al presentar las conclusiones de un estudio que comprende la República Democrática del Congo, Nepal, Pakistán, Sri Lanka y Uganda, (i) los investigadores de la Escuela Fletcher (i) y el Secure Livelihoods Research Consortium (SLRC) (i) del Instituto de Desarrollo de Ultramar (ODI) (i) aportaron ideas sobre qué factores ayudan a mejorar la legitimidad del Estado. Por su parte, investigadores del Banco Mundial compartieron sus conclusiones acerca de la prestación de servicios y la violencia habitual en Indonesia (i) y los impactos de los programas de CDD en situaciones frágiles y de conflictos. (i)

A partir de las conclusiones de los estudios se extrajo una nueva idea: es más importante cuán bien se prestan los servicios que quién los entrega. Los Gobiernos que buscan fortalecer su legitimidad frente a los ciudadanos deben tratar de mejorar la calidad de estos servicios, incluso si son entregados a través de organizaciones no gubernamentales. Una prestación de servicios deficiente puede destruir rápidamente la confianza en las instituciones estatales que se ha conseguido con mucho esfuerzo.

“La confianza se gana lentamente, como alguien que realiza un arduo viaje a pie a través de un desierto”, dijo Rachel Slater, directora de Investigaciones del SLRC. “Pero la confianza se pierde muy velozmente, como un caballo que se arranca a gran velocidad. De la misma manera, se necesita mucho tiempo y esfuerzo para consolidar la legitimidad, pero esta es vulnerable; [un Estado] puede de hecho desacreditarse muy rápidamente”.

Experiencias de los países

Para pasar de la teoría a la práctica, los representantes gubernamentales de Afganistán, (i) Kenya, Filipinas, Sri Lanka, Azerbaiyán y Camerún (i) dieron a conocer proyectos de CDD realizados en sus países. Posteriormente, se llevaron a cabo mesas redondas en las cuales —sobre la base de las perspectivas de las comunidades de investigadores, donantes y de los Gobiernos— se debatieron los desafíos relacionados con la consolidación de la legitimidad estatal y los vínculos entre los ciudadanos y el Estado.

Al reflexionar sobre la conferencia, un participante del Gobierno de Papua Nueva Guinea dijo: “Estamos implementando un modelo de CDD y aprendí sobre los diferentes desafíos que enfrentan los países y las lecciones que se han extraído”.

“Las conferencias de este tipo nos permiten abrir los ojos y nos pueden ayudar a desarrollar un marco común, pero también a aprender de los errores del pasado”, señaló otro participante proveniente de Kenya.

Esta conferencia es solo un ejemplo de cómo el Banco Mundial sigue aprovechando su experiencia y presencia internacional para congregar a personas de diferentes instituciones y países con el fin de compartir conocimientos, aprender unos de otros e intercambiar sus diferentes perspectivas para afrontar los nuevos y crecientes desafíos mundiales.

La conferencia (i) fue organizada en colaboración con el Instituto de Seguridad Humana de la Universidad Tufts, (i)  la Fundación para la Paz en el Mundo de la Escuela Fletcher de Derecho y Diplomacia (i) y el Centro Internacional Feinstein de la Escuela Friedman de Ciencias y Políticas de Nutrición. (i) Además, se contó con el apoyo del Instituto de Estudios de Posgrado de Ginebra y el SLRC del ODI. (i) Las investigaciones fueron respaldadas por la Carnegie Corporation of New York, (i) UK Aid, (i) y la Unión Europea.


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