La expresión vei lomani significa “amar al prójimo” en fijiano y es de suma importancia para muchos habitantes de Fiji. Ben Ryan, el exentrenador del equipo de rugby a siete de este país insular, incluso se tatuó (i) estas dos palabras en uno de sus brazos, luego de la histórica medalla de oro (i) obtenida por la selección fijiana en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Esta frase significa la profunda conexión con el hogar y la comunidad, y la importancia de apoyarse entre sí en todo momento.
“Fiji es un paraíso porque es un país que se preocupa [de su gente]. Nos cuidamos unos a otros”, dice Rupeni Vatugata, (i) de 74 años de edad, quien ha dirigido la construcción de 13 viviendas en su aldea para vecinos que perdieron sus casas durante el devastador ciclón tropical Winston que azotó Fiji en 2016.
El compromiso de Rupeni con lo que significa la expresión vei lomani se refleja en todo Fiji. En las escuelas, profesores como Asmita Kamal (i) educan a la próxima generación de fijianos acerca de la importancia de proteger y defender el medio ambiente. En las aldeas, hombres como Rai Tabusoro (i) encabezan los esfuerzos para crear nuevas oportunidades de ingresos para toda la comunidad. En las zonas costeras, líderes como Luke Tuibua (i) cuidan los valiosos recursos para las generaciones futuras.
Sin embargo, existe una sombra acecha Fiji y las islas del Pacífico: el cambio climático. El país experimentó los impactos devastadores de este fenómeno en 2016 cuando el ciclón Winston (i) arrasó el país. Y estos efectos continúan siendo observados a diario en pueblos como Vunisavisavi (i) donde varias viviendas han sido reubicadas debido a la erosión provocada por las mareas altas. Los habitantes de Vunisavisavi, como Catalina (i) de 11 años y Meredani de 61 años, ya están realizando esfuerzos para proteger el lugar que consideran su hogar.
Nuevas cifras indican la magnitud de la lucha en el futuro
Ahora existen municiones valiosas para esta lucha. Durante 2017, el Gobierno de Fiji —junto con el Banco Mundial y el Fondo Mundial para la Reducción de los Desastres y la Recuperación (GFDRR)—, (i) ha reunido a expertos de diversas esferas (tales como elaboración de modelos económicos, protección social, salud, transporte e infraestructura) para realizar nuevos estudios y ayudar a entender mejor los impactos y los costos del cambio climático en Fiji, además de determinar cifras más claras al respecto.
En la CP 23 en Bonn (Alemania), convocada bajo la presidencia de Fiji (lo que constituye un hecho histórico), se dio a conocer el informe Climate Vulnerability Assessment: Making Fiji Climate Resilient (Evaluación de la vulnerabilidad climática: Lograr que Fiji sea resiliente al cambio climático) (PDF, en inglés). Este documento proporciona nuevos datos y análisis importantes acerca de la vulnerabilidad de Fiji ante el cambio climático, que incluyen estimaciones de los posibles impactos del cambio climático en este país insular en las próximas décadas y observaciones de las potenciales consecuencias para su economía, salud y seguridad alimentaria, así como para sectores clave como la agricultura y el turismo. Además, el informe presenta un amplio conjunto de datos y análisis sobre los efectos de los cambios previstos en el nivel del mar para las comunidades costeras y las islas de litoral bajo en Fiji.
El documento, que invita a reflexionar sobre un tema vital, proporcionará al Gobierno fijiano, otros países insulares, el Banco Mundial y demás asociados para el desarrollo un recurso objetivo basado en pruebas que puede ser usado en la planificación de intervenciones para combatir el cambio climático y proteger a Fiji.
Los puntos fundamentales del informe son:
- La cantidad de fijianos sumidos en la pobreza y afectados por situaciones de adversidad podría aumentar de 25 700 personas al año a un número estimado de 32 400 al año en 2050.
- El creciente costo de los desastres relacionados con el cambio climático es probable que aumente de manera significativa; los pronósticos indican que el cambio climático podría causar inundaciones y ciclones que llevarían a pérdidas de activos hasta un 30 % más altas que los promedios actuales.
- Reducir la vulnerabilidad climática de Fiji —mediante diversas medidas como el fortalecimiento de los pueblos y las ciudades, el mejoramiento de la infraestructura, y el fomento de la agricultura y la pesca— podría tener un costo estimado de 9300 millones de dólares fijianos (USD 4500 millones) a lo largo de 10 años.