Las perspectivas mundiales indican una expansión moderadamente menor de la actividad económica, con riesgos de desaceleración persistentes. Ha disminuido el crecimiento del comercio mundial, mientras que las perspectivas de inversión han sufrido deterioro; ambos factores continúan siendo fuerzas motrices importantes del crecimiento, la productividad, la innovación, la creación de empleo y el desarrollo sostenible. Persisten las vulnerabilidades derivadas de la deuda y la incertidumbre en materia de políticas menoscaba la confianza. Para los países en desarrollo es importante adoptar políticas de aumento del crecimiento mientras se contienen los riesgos y se protege a los más vulnerables. El Grupo Banco Mundial, en asociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), está en condiciones de ayudar a los países a abordar estos asuntos.
Este fue un mensaje fundamental del Comité para el Desarrollo, un foro de nivel ministerial del Grupo Banco Mundial y el FMI, en un comunicado dado a conocer al término de las Reuniones de Primavera de ambas instituciones en la ciudad de Washington.
El Comité, que representa a los 189 países miembros, subrayó su apoyo a los dos objetivos del Grupo Banco Mundial de poner fin a la pobreza extrema e impulsar la prosperidad compartida, así como a la estrategia general que orientará las actividades de la institución hasta el año 2030. El Comité tomó nota de los avances logrados por el Grupo Banco Mundial en un conjunto de reformas de políticas vinculadas con el aumento de capital del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y de la Corporación Financiera Internacional (IFC) aprobado el año pasado, cuyo objetivo es lograr resultados en términos de desarrollo con mayor eficacia y, al mismo tiempo, aumentar la sostenibilidad financiera y la eficiencia de ambas instituciones.
Las reuniones se caracterizaron por la asunción de David R. Malpass como nuevo presidente del Grupo Banco Mundial, que previamente ocupó el cargo de subsecretario de Asuntos Internacionales del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Al darle la bienvenida, el Comité hizo notar su firme compromiso con la misión y la estrategia del Grupo Banco Mundial. Además, expresó su agradecimiento al expresidente Jim Yong Kim y a la presidenta interina Kristalina Georgieva por su liderazgo.
En su comunicado, el Comité respaldó la labor que realiza el Grupo Banco Mundial a través de la AIF, el fondo para los países más pobres, y que incluye el Servicio de Financiamiento para el Sector Privado que permite a IFC y al Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA) aumentar sus inversiones en los países clientes de la AIF y en situaciones de fragilidad. El Comité hizo notar el sólido comienzo del Proyecto de Capital Humano del Grupo Banco Mundial, al cual han adherido hasta el momento cerca de 60 países. También celebró los esfuerzos para ayudar a los países en desarrollo a ampliar el acceso y hacer un uso efectivo de las tecnologías disruptivas que permiten crear oportunidades para los pobres. El Comité reiteró la importancia de cumplir con el Plan de Acción sobre el Cambio Climático del Grupo Banco Mundial y expresó su apoyo a un enfoque estratégico para ayudar a los países a enfrentar los problemas de fragilidad, conflicto y violencia.
Al asumir el cargo durante la semana de las reuniones, Malpass manifestó su respaldo al reciente aumento de capital y a la Iniciativa para la Transparencia de la Deuda, adoptada por el Grupo Banco Mundial y el FMI con el propósito de permitir un mayor acceso del público a información sobre la deuda y así reducir la frecuencia y la gravedad de las crisis de esa índole. En la conferencia de prensa de apertura de las reuniones, Malpass mencionó desafíos fundamentales, incluidos la mayor concentración de la pobreza en África y la necesidad de avances continuos y cooperación internacional en diversas cuestiones mundiales. Al comenzar su período como presidente del Grupo Banco Mundial dijo: “Estoy entusiasmado con el trabajo que he iniciado. Me siento muy honrado de estar aquí y de abordar estos desafíos”.
En una declaración posterior a la reunión del Comité para el Desarrollo, Malpass recalcó que: “Nuestra misión es más urgente que nunca”. Hizo notar que la cantidad de personas que viven en la pobreza extrema continúa superando los 700 millones y el crecimiento del ingreso no es suficiente para lograr la prosperidad compartida. Agregó que: “Es sumamente importante que trabajemos sin descanso para promover un crecimiento de base amplia, elevar la mediana de los ingresos, crear empleo, e incorporar plenamente a las mujeres y los jóvenes en las economías, a fin de propiciar una economía mundial más sólida y más estable para todos.” Además, expresó su optimismo acerca de la labor por delante, diciendo que: “El Grupo Banco Mundial está en condiciones de ayudar en estos esfuerzos. Contamos con las herramientas y los recursos adecuados, con personal talentoso y profesional, y tenemos una misión clara y urgente”.